El Gobierno de Turquía ha convocado este lunes a representantes diplomáticos de Dinamarca y Países Bajos para trasladarles "en los términos más contundentes posibles" su condena por la quema de ejemplares del Corán. La última quema de un Corán ocurrió el pasado viernes en Suecia cuando un manifestante iraquí prendió fuego a una copia del libro sagrado del islam frente a la Embajada de Irán.

El Ministerio de Exteriores de Turquía responde de esta manera a incidentes frente a las embajadas turcas en Copenhague y La Haya, ya que considera que se trata de "ataques viles" que carecen de justificación, según fuentes diplomáticas citadas por la agencia de noticias oficial Anatolia.

Uno de estos actos obligó al Gobierno neerlandés a cerrar su consulado en Estambul el 30 de enero de este año ante el miedo del rechazo hacia Occidente por parte de la comunidad musulmana.

Las autoridades turcas se han mostrado especialmente críticas con estas quemas, que en el caso de Suecia enturbiaron incluso las perspectivas de adhesión del país nórdico a la OTAN. También se han producido manifestaciones de protesta en otros países de mayoría musulmana.