Países Bajos cierra su consulado en Estambul tras el destrozo de una copia del Corán ante el parlamento neerlandés

Ciudadanos afganos gritan consignas durante una protesta en contra de la quema del Corán.
Protestas contra la quema del Corán
S. SABAWOON / EFE
Ciudadanos afganos gritan consignas durante una protesta en contra de la quema del Corán.

El Gobierno neerlandés ha decidido este lunes "cerrar temporalmente" el consulado general de Países Bajos en Estambul por temores a que el destrozó de una copia del Corán en La Haya "genere sentimientos antioccidentales" y cause protestas o ataques.

En una alerta, el Ministerio de Exteriores neerlandés ha explicado que las recientes acciones de la ultraderecha en Suecia, Dinamarca y Países Bajos, donde se quemaron o se destrozaron copias del Corán, han creado "una mayor amenaza de un ataque contra objetivos occidentales, representaciones diplomáticas y lugares de culto, particularmente en Estambul".

En este contexto, el Gobierno ha optado por cerrar temporal e inmediatamente al público el consulado general de Países Bajos en Estambul por motivos de seguridad y los servicios consulares pasarán digital o físicamente a cargo de la embajada neerlandesa en Ankara.

No obstante, Exteriores reconoce "no tener indicios de que exista una amenaza para los viajeros neerlandeses individuales" que acuden por turismo o trabajo a Turquía.

También han ajustado las recomendaciones de viaje para varios países: hay un aviso para Afganistán por posibles ataques contra las ONG neerlandesas y otra advertencia para Tanzania por "una mayor amenaza terrorista para lugares a los que acuden muchos turistas occidentales".

El pasado 22 de enero, un líder del movimiento antimusulmán Pegida, Edwin Wagensveld, destrozó una copia del Corán frente al Parlamento neerlandés en La Haya. Lo hizo al día siguiente de que otro ultraderechista quemara otro ejemplar frente a la embajada turca en Suecia, lo que también causó protestas diplomáticas y la crítica del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan.

Desde entonces, varios países de mayoría musulmana han protestado contra Países Bajos, mientras que Turquía, Pakistán e Indonesia convocaron al embajador neerlandés en su país para manifestar su descontento por el destrozo del libro sagrado del islam en La Haya. A diferencia de Ankara, los otros dos países no han hecho pública esta queja diplomática.

El ministro neerlandés de Exteriores, Wopke Hoekstra, señaló anteriormente que entiende que la acción de destrozar el Corán puede ser experimentada como ofensiva o provocativa, pero subrayó la importancia de la libertad de expresión, que "también se aplica a una opinión no deseada".

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