Armengol ensalza la pluralidad y el diálogo como guías para esta legislatura y da vía libre desde ya al uso de las lenguas cooficiales

La socialista mallorquina Francina Armengol, recién nombrada presidenta del Congreso de los Diputados, ha pronunciado este jueves su primer discurso tras ser investida apelando a la pluralidad de España y en defensa del diálogo frente a la crispación. Además, ha anunciado que a partir de ahora la Cámara Baja permitirá el uso de las lenguas cooficiales, uno de los compromisos a los que había llegado el PSOE con Junts y ERC precisamente para recabar su apoyo a la Presidencia de Armengol. 

La socialista ha aplaudido que, pese a la crispación por la que pasa la política, "la constitución de la XV Legislatura se ha producido con normalidad". "Con la normalidad de acatar las normas, asumir los resultados y reconocernos todos como iguales, representantes de la voluntad popular", ha señalado. 

Rehuir de la crispación y favorecer un diálogo sosegado durante el tiempo que presida el Congreso ha sido uno de los propósitos en los que más ha insistido Armengol, que ha reivindicado en este sentido a Félix Pons, predecesor en el cargo y también mallorquín. "El objetivo que Pons planteaba hace treinta años permanece vigente: conseguir que los ciudadanos sientan que el Congreso y las instituciones democráticas son importantes para ellos porque en ellas se decide lo que les afectará a diario", ha subrayado. 

A juicio de la presidenta de la Cámara Baja, este propósito solo se logra a través de "la política útil", a base de "evitar enfrentamientos estériles que solo contribuyen a dividir a la sociedad". Por tanto, Armengol ha instado a los diputados a "contribuir al progreso, sumar, hablar, falar, hitz egin, parlar". De la mano del diálogo, el discurso se ha centrado en defender la pluralidad del país. "España siempre avanza cuando se reconoce en su pluralidad y diversidad, porque la riqueza de este país reside en su carácter plural", ha dicho. 

La recién investida considera que esta legislatura brinda al Congreso la "oportunidad" de demostrar el valor de "la convivencia de culturas, tradiciones y lenguas", con lo que su primera decisión pretende coger el guante. Así, Armengol ha anunciado que su Presidencia permitirá la utilización del castellano, el catalán, el euskera y el gallego "desde esta sesión constitutiva". 

Quién es quién en la nueva Mesa del Congreso de los Diputados de la XV legislatura

"Defender la democracia parlamentaria, y esto es lo que nos corresponde, consiste en preservar y respetar la diversidad que convive en nuestro país y que las urnas han llevado hasta aquí [...] Que la España real se vea representada en esta Cámara, que los pueblos se entiendan y que las identidades, las razas y los credos no sean barreras". 

El gesto de Armengol, en absoluto casual, da por zanjada una de las exigencias que ERC y Junts planteaban de cara a la negociación de la Mesa del Congreso. La expresidenta balear, investida tras ser propuesta por el PSOE, fue desde el principio una opción bien acogida por los partidos nacionalistas. 

"Es una política cercana a la realidad cotidiana de los ciudadanos, representa la lucha por la igualdad de las mujeres, la justicia social y la apuesta por la convivencia basada en el diálogo", explicó el Partido Socialista al poner su nombre sobre la mesa, "ejemplo de un país que convive con naturalidad en la riqueza que suponen las diversas lenguas que se hablan en España". 

También el diputado de Sumar Gerardo Pisarello, recién nombrado secretario primero de la Mesa, señaló tras conocer la propuesta del PSOE que Armengol era una "buena candidata" con una "sensibilidad plurinacional que no tienen otras ramas del partido". 

Además de apelar a la pluralidad de España, Armengol ha aprovechado para condenar los 35 asesinatos machistas que se han producido en el país desde que comenzó el año. "La peor lacra de nuestra sociedad es que las mujeres somos maltratadas y asesinadas por el simple hecho de ser mujeres", ha lamentado, y ha trasladado su compromiso de "trabajar unidas para acabar con la violencia machista". 

Ha abogado también por afrontar la emergencia climática y defender "sin fisuras" los valores democráticos "en un momento de transformación global sin precedentes y frente a amenazas que no creíamos que íbamos a volver a ver, como la guerra en Europa".