¿Nadia o nadie para Luxemburgo? Calviño parte como favorita para liderar el BEI en un 'sprint' final frente a Vestager

Nadia Calviño
Nadia Calviño
Carlos Gámez
Nadia Calviño

Durante la campaña electoral del 23 de julio Pedro Sánchez lanzó una ofensiva contra el PP porque, dijo, Génova no estaba dispuesta a un debate económico. Así, reivindicó la figura de su mano derecha: Nadia Calviño. "Es Nadia o nadie", sostuvo el presidente del Gobierno. Pues casi lo mismo sucede ahora en la carrera de la número dos del Ejecutivo hacia el Banco Europeo de Inversiones. Moncloa ha lanzado a Calviño para liderar la institución con sede en Luxemburgo y las fuentes consultadas por 20minutos aseguran que la española "es bastante favorita" para el cargo, que se asumiría en enero de 2024 pero que se decidirá en septiembre en una cumbre de ministros de Economía en Santiago de Compostela.

Por lo pronto, Calviño está muy convencida de su candidatura y tiene claro que su nombre era la mejor opción. "Es una muy buena noticia para España que podamos presentar una candidatura fuerte al BEI", aseguró, añadiendo que se trata de "un honor para ella" y de un puesto "de primer nivel" para la influencia del país a nivel europeo. Además, considera que se trata de una institución que irá ganando más peso con el paso de los años. 

"En un contexto económico como el que tenemos, con una inversión tan importante para el futuro, para la transformación verde y digital de nuestra economía es más importante que nunca que el BEI tenga la mejor gestión y esté a la altura de lo que Europa necesita", terminó. Y es que desde Moncloa este salto se ve como un colofón interesante a la legislatura que acaba de terminar, pese al vacía que quedaría en Economía si Pedro Sánchez sigue en el poder. El presidente del Gobierno -ahora en funciones- sacrifica a su mano derecha en favor de seguir ganando, cree, influencia a nivel UE.

El perfil de Calviño, por otro lado, ha ido mutando desde que entró en el Ejecutivo en el año 2018. Apareció como el perfil tecnócrata por excelencia en el equipo de Sánchez, pero con el paso del tiempo ha adquirido un papel mucho más político; eso sí, siempre ha querido mantener las distancias: ni en 2019 ni en 2023 ha ido en las listas electorales, en el caso del 23-J precisamente porque su mirada ya está puesta en Luxemburgo. Aún así, ha tenido varias intervenciones en el Congreso muy en la línea de los postulados del PSOE, a la vez que mantiene buen cartel entre algunas voces de la oposición.

La carrera hacia el BEI no será sencilla para la española. El sprint final será frente a la actual comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, que según las fuentes consultadas parece un paso por detrás de la vicepresidenta primera. La danesa no seguirá en el Ejecutivo comunitario tras las elecciones del 2024, formando parte de la lista de salidas del gabinete de Von der Leyen, que ya no cuenta con Mariya Gabriel, antigua encargada de Juventud, ni con Frans Timmermans, vicepresidente encargado de los asuntos de medioambiente. 

Ambos han dado el salto a la política nacional, algo que podría hacer también Vestager si no llega al BEI. Menos opciones parece tener el tercero en discordia, Daniele Franco: no es una elección directa de Giorgia Meloni, por lo que sus posibilidades se reducen. No es un perfil con el mismo cartel en Bruselas que Calviño o la propia Vestager, aunque el desgaste de la segunda es mayor después de casi 10 años en los pasillos de Berlaymont.

Y es que en la fórmula entra también un componente de recolocación que no es tal: las figuras que están saliendo de la Comisión Europea lo están haciendo para volver a la política nacional, y no tanto para seguir en puestos a nivel europeo. Si la elección de Calviño se produce, habría un pro importante para España. El país sumaría otro alto cargo económico en el BEI tras disponer ya de una vicepresidencia del Banco Central Europeo, en manos de Luis de Guindos

"Después de perder el Eurogrupo parece que ahora es la oportunidad buena para Calviño", reiteran las fuentes. Además, Sánchez aplacaría de este modo dos fracasos para mandos de nivel como fueron los de los ahora exministros Pedro Duque y Arancha González Laya para la Agencia Espacial Europea y la Organización Mundial de Comercio.

En esta posibilidad también puede haber una parte negativa: que España se quede fuera del reparto de altos cargos de la UE tras las elecciones europeas del próximo mes de junio. Ahora mismo España ostenta el puesto de Alto Representante, en manos de Josep Borrell, y podría estar en buena posición, quién sabe, para tener bien una vicepresidencia fuerte en la próxima Comisión u otro cargo como la presidencia del Consejo Europeo, dependiendo siempre de los equilibrios entre las diferentes familias políticas. Al mismo tiempo se reducen las opciones, si Calviño acaba en Luxemburgo, de que Dolores Delgado acabe en el Mecanismo Europeo de Supervisión y de que la Agencia Europea contra el Blanqueo de Capitales tenga Madrid como sede.

El Banco Europeo de Inversiones se creó en el año 1958 y concede financiación para proyectos que contribuyan a lograr los objetivos de la UE, tanto dentro como fuera de ella. Sus objetivos, además, son impulsar el potencial de crecimiento y empleo de Europa, apoyar las medidas para mitigar el cambio climático y fomentar las políticas de la UE en otros países. Asimismo, se financia en los mercados de capital y concede préstamos en condiciones favorables para proyectos que contribuyan a los objetivos de la Unión Europea. Cerca del 90% de los créditos se conceden en la UE pero ni un euro procede del presupuesto comunitario.

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