¿Por qué la diferencia entre 1,5 y 2 grados en la temperatura terrestre puede suponer una catástrofe global?

"La era del calentamiento global ha terminado. La era de la ebullición global ha llegado". Esta frase, que el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pronunció en la sede de la ONU en Nueva York ocupó los titulares de periódicos y telediarios de medio mundo. Los datos avalan esta afirmación: julio de 2023 fue el mes más caluroso jamás registrado en toda la historia, con los días más calurosos y las temperaturas oceánicas más altas registradas nunca en esta época del año, según el comunicado publicado por la ONU.

La "era del horno global", como la han calificado los expertos, afectará la vida en la Tierra tal y como la conocemos, según señalan Naciones Unidas: incendios forestales, olas de calor que barrerán Asia, Europa y América del Norte, lluvias torrenciales, millones de desplazados... y la diferencia en la magnitud de este suceso puede estar en solo medio grado centígrado.

Modelos de referencia para medir las consecuencias

Los Acuerdos de París del año 2015, celebrados en la capital francesa para tratar de lograr compromisos mundiales que garantizasen la sostenibilidad del planeta, tenían previsto limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC para el año 2100, o al menos muy por debajo de los 2ºC. Ocho años después de esos compromisos, firmados por la práctica totalidad de las naciones del mundo, han caído en saco roto: se calcula que a principios de la próxima década la Tierra alcanzará ese umbral de 1,5ºC, y se espera que llegue a los 2ºC antes del 2050.

Hay una pregunta que sobrevuela estos acuerdos: ¿por qué las cifras de 1,5ºC y 2ºC? Para obtener la respuesta hay que irse hasta principios de los años 70: en esa época, la comunidad científica ya empezaba a valorar las consecuencias catastróficas que el calentamiento global podría tener en la vida en la Tierra. Las referencias de los modelos utilizados por los científicos a finales de los 80 eran, precisamente, 1,5 y 2ºC. Así, pudieron establecer que ocurriría en la Tierra si la temperatura global superaba esos umbrales, según recoge Meteored.

Un gigantesco iceberg llega a Canadá y sorprende a los vecinos de Terranova y Labrador

Las diferencias entre el aumento de 1,5 y 2ºC

El calentamiento global tendrá una serie de consecuencias para la vida en la Tierra, que según las predicciones y los modelos científicos, se acrecentarán en función de la temperatura:

Subida del nivel del mar: se calcula que el nivel del mar subirá 48 centímetros si la temperatura global aumenta 1,5ºC, mientras que la subida será de 56 cm si la temperatura aumenta 2ºC, Esto significa que las ciudades ubicadas en la costa podrían tener que ser desplazadas y desaparecerían como consecuencia de las inundaciones, el temporal o la erosión. Es un gran motivo de preocupación: ocho de las diez ciudades más pobladas del mundo están en la costa.
Olas de calor: un aumento de la temperatura global de 1,5ºC provocará 19 días extra de calor extremo, mientras que si aumenta 2ºC, habrá 29 días más de olas de calor. Esto significará que el 37% de la población mundial sufrirá temperaturas extremas cada cinco años.
Precipitaciones torrenciales y sequías: el aumento de la temperatura global provocará tanto lluvias extremas como intensas sequías que afectarán gravemente a la vida humana en la salud, la alimentación y la economía. Si la temperatura global aumenta 1,5ºC, el 17% de las tierras sufrirán estos episodios, mientras que si el aumento es de 2ºC las precipitaciones extremas alcanzarán en 36% de las tierras.
Tormentas tropicales: el aumento del nivel del mar aumentará la frecuencia y la potencia de estos fenómenos, haciéndolos más destructivos.
Pérdida de biodiversidad: se estima que la diferencia entre 1,5ºC y 3ºC supondría pasar del doble al triple de pérdidas de hábitats naturales. Si la Tierra aumenta su temperatura en 4,5ºC, la mayor parte de la vida salvaje del planeta será inviable.
Transmisión de enfermedades: la subida de la temperatura global provocará un aumento de las enfermedades transmitidas por mosquitos, ya que el aumento de la temperatura y las precipitaciones favorecerá su expansión. Ocurrirá lo mismo con las olas de calor, la contaminación de agua y comida...