Como un crucero tratando de atracar en un puerto, un colosal iceberg ha llegado a la costa canadiense de Terranova y Labrador. Las imágenes se han propagado como la pólvora en las redes sociales por su increíble tamaño y la estrecha cercanía a los hogares del litoral. 

La provincia donde ha tenido lugar este fenómeno, situada en la costa este del país, es uno de los lugares del mundo más propicios para ver estos descomunales glaciares de hielo, que se calcula que tendrían 10.000 años de antigüedad.

Es realmente común que los glaciares se manifiesten en las estaciones de primavera y verano, al desprenderse de los campos de hielo del Ártico (Groenlandia), y flotar hacia la costa canadiense a lo largo del llamado "callejón de los icebergs", el camino tradicional por el que son conducidos por los vientos y las corrientes; pero su llegada nunca deja de sorprender a los vecinos y turistas del país norteamericano.

Varios usuarios de Twitter reconocen que "los canadienses nunca vieron un gigante de hielo así". De este modo, asocian la aparición del iceberg con el calentamiento global y el cambio climático: "Esto no es normal. Esto no está bien. Esta es la crisis climática ocurriendo ante nuestros ojos".

Por el momento, no se ha corrido la voz de alarma en la ciudad, si bien confirman las autoridades de la ciudad que el iceberg, al cual llamaron Alley, mide entre 45 y 70 metros de altura y tiene una longitud de entre 120 y 200 metros, un tamaño muy considerable si lo comparamos con los que se han visto previamente en la zona.

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