La escritora Pilar Clau debuta en el verso: "Leer poesía nos hace más críticos y tolerantes, nos ayuda a comprendernos"

La esctritora oscense Pilar Clau.
La esctritora oscense Pilar Clau.
JuanMoro
La esctritora oscense Pilar Clau.

Filóloga, periodista, asesora, novelista y, por fin, poeta. Las palabras le han sobrado siempre a María Pilar Clau (Laluenga, Huesca). Las usa para pensar, para transmitir, para comunicar y ahora también para hacer versos. Después de varias novelas, como Pétalos de luna y La sobrina, la escritora oscense se bautiza en la poesía con Mujer de otoño (Papeles de Trasmoz), su primer poemario, pero se adivina, que no será el último. Porque entre estrofas, esta mujer sensitiva y delicada, ha encontrado los mimbres para construir y derribar sentimientos y estados. Hasta las matemáticas tienen su lírica, firma ella. También un árbol, la tristeza, incluso la razón. Aunque su libro rebose irracional pasión.

¿Es su primera incursión en la poesía? ¿Cómo se siente en este género?Es mi primer libro de poesía. Empecé a escribir poesía al mismo tiempo que empecé a escribir prosa. Sin embargo, escribía novelas con el objetivo de publicarlas y escribía poesía solo con el deseo de disfrutar, de descansar, de respirar. Desde el instante en que tuve Mujer de otoño en mis manos, el Día del Libro de este año en el stand de la editorial Olifante del paseo de la Independencia de Zaragoza, al lado de otros poetas y en medio de los lectores, advertí que la experiencia de la poesía es diferente de la de la novela y no solo al escribirla, es honda y apacible

Amor y paisaje se juntan en sus versos. ¿Son sentimientos indivisibles?
No. Todos los sentimientos son divisibles. Es precisamente lo que intento con la poesía: dividir los sentimientos, deconstruirlos, abrirlos, desentrañarlos y descubrir qué esconden. Qué pensamientos, qué tiempos, qué lugares.

¿Qué tiene esta estación que la seduce de esta manera?Nací en otoño. El otoño ha sido siempre para mí descanso de los días largos, bulliciosos y acalorados del verano y preámbulo de horas confortables y hogareñas. El otoño es ilusión, es cambio, y todos los cambios encierran promesas y oportunidades. En otoño se atenúa la luz cegadora que nos deslumbra en verano y vemos toda la belleza del paisaje y de la vida. El otoño es sentir y presentir el calor del hogar y lo flamante de lo nuevo que espera.

Mujer de Otoño, editado por
Mujer de Otoño, editado por Papeles de Trasmoz.
editorial

También hay muchas alusiones a las palabras, las que usamos y las que no. ¿Cuáles son sus palabras favoritas? Mis palabras favoritas son siempre las que designan con más precisión lo que quiero decir, mi intención, y a la vez las que mejor excluyen lo que no está en mi intención. Sabiduría, consciencia, quiero, no y vivir son algunas de las palabras que más me gustan.

¿Cuánto hay de su niñez y memoria en estos poemas?Estos poemas son yo. Quizá haya algo de mi niñez y de mi memoria, pero cada uno de ellos es la yo del momento en que lo he escrito.

¿Qué tiene el otoño de Huesca que no tenga el de otros lugares conocidos?El otoño me parece igual de bello en todos los lugares. Los otoños de Laluenga, además de bellos, están llenos de amor, de infancia, de hogar, de familia y de sueños, porque fue en Laluenga donde viví mis primeros otoños. Y en un otoño de Laluenga viví mis primeros meses.

¿Qué poetas admira? ¿Y qué libros?Manuel Vilas, Fernando Pessoa, Jaime Sabines, Ángel Guinda, Emily Dikinson, Walt Whitman, Antonio Machado, Federico García Lorca, Gustavo Adolfo Béquer, Francisco de Quevedo, Rosalía de Castro, Jorge Luis Borges, Aurora Luque, Rubén Darío… Es pensar en poetas que admiro y vienen a mi cabeza versos y nombres sin parar. Libros... cualquiera de los autores que he citado, por ejemplo, Una sola vida, de Manuel Vilas.

Pétalos de luna, la primera novela de Clau.
Pétalos de luna, la primera novela de Clau.
Editorial.

¿Un verso que le gustaría figurara en su biografía? ¿Y en su lápida?En la presentación de mi libro en Barcelona, una lectora dijo que le gustaría que en su lápida figurara uno de mis versos. Me emocionó.
Yo en la mía no pienso. Y en mi biografía: "Pongo todo mi empeño en aprender a vivir"

¿Es más difícil novelar o la poesía?Escribir es para mí, pasión y urgencia. Cuando se torna difícil es, además, juego, y un juego que, con las mismas piezas, las palabras, pero con diferentes mecánicas y diferentes reglas, se da en ambos géneros. En ambos disfruto igual de cada desafío.

Homero, las matemáticas, Antonio Machado... ¿qué tienen en común?La poesía.

¿Qué es más lírico, el amor o el desamor; la alegría o la tristeza; la luz o la oscuridad; la vida o la muerte?Todo. Y no sólo eso. Es lírico un ciprés, un arpa, las manos de una vendedora de supermercado, la tierra, el insomnio, la memoria… ¡Hasta la razón es lírica!

La sobrina, novela ambientada en Huesca.
La sobrina, novela ambientada en Huesca.
Editorial.

Es usted profesora de Comunicación y de Procolo. ¿Les habla a sus alumnos de poesía? Les hablo de comunicación y de protocolo y también de los objetivos profesionales particulares que cada alumno desea compartir. De esta manera puedo aconsejarles estrategias o acciones de comunicación ajustadas a esos objetivos.

¿Y les parece útil?En cuanto a la utilidad de la poesía, la poesía es siempre útil. Los poetas desafían la visión única de la realidad y muestran una perspectiva distinta. Leer poesía nos hace más críticos y tolerantes, ayuda a comprenderse a uno mismo, a descubrirse. A mí, como lectora, la poesía me ha ayudado a afrontar algún que otro suceso impredecible.

¿Cuál es su meta como escritora?Escribir y que muchos lectores lean y disfruten de lo que escribo.
Me gustaría alentar el gusto por la poesía y que mis poemas hicieran percibir el mundo desde otro ángulo. Y me gustaría, sobre todo, que tanto mis poemas como mis novelas ayudarán a vivir. La literatura es el aleph de luz capaz de acabar con la oscuridad en la que a veces andamos. 

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