Apenas hace algo más de un año era noticia porque era la actriz que estaba siguiendo el ejemplo de Britney Spears para acabar con la tutela de sus padres. Hoy por hoy, sin embargo, Amanda Bynes se encuentra de nuevo en un centro de rehabilitación para seguir tratando sus problemas de salud mental.

El pasado mes de marzo, la intérprete de las series Todo eso y más y El show de Amanda era vista desnuda paseando por las calles de Los Ángeles tras sufrir un brote psicótico, lo que daba como resultado que fuese internada en un centro psiquiátrico y que sus compañeros de Nickelodeon le enviasen múltiples mensajes de apoyo para que se mejorara.

En abril era dada de alta aunque debía continuar recibiendo atención ambulatoria para evitar una eventual recaída... la cual se ha producido y motu proprio ha decidido volver a la hospitalización voluntaria, probando en esta ocasión un nuevo centro intensivo de tratamiento de salud mental en el condado de Orange, al sur del estado de California.

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Según ha sabido el portal de noticias TMZ a través de fuentes con conocimiento directo de la vida de la intérprete de 37 años, este internamiento tuvo lugar a primeros de este mismo mes de julio, apenas una semana después de otro centro anterior que visitó, en el área metropolitana de Los Ángeles. No había salido a la luz hasta ahora.

La decisión de Amanda vino motivada porque ella misma consideraba que estaba necesitando un complejo más terapéutico donde descansar en lugar de seguir viviendo sola en su apartamento de la susodicha ciudad californiana y yendo todos los días al anterior centro de rehabilitación.

De ahí que haya optado por este tratamiento ambulatorio, el cual le recomendaron precisamente en el anterior centro. Además, añaden las fuentes que está contenta con tener a su disposición todo un equipo médico, junto a terapeutas y otros pacientes, porque así siente que le brindan en todo momento bienestar social y compañía.

Asimismo, en este nuevo centro está recibiendo un nivel de atención más alto que en los anteriores, con profesionales trabajando 24 horas siete días a la semana, haciéndole a ella partícipe de sesiones de terapia diarias y actividades y ejercicios que pueden ayudarla a desarrollar habilidades para controlar y mejorar su salud mental cuando vuelva a su vivienda.

La decisión, por tanto, vino de ella misma y, por ello, no hay un plazo para cuando decida salir, sino que dependerá del momento en que ella se vea lista. Por otro lado, su familia sabe dónde se encuentra y apoya su decisión y que estarán ahí si los necesita.