Rosalía y Rauw Alejandro o el fin de la ternura: cronología de una relación que demuestra que el amor no todo lo puede

Rosalía y Rauw Alejandro.
Rosalía y Rauw Alejandro.
Wilson Yeung / GETTY IMAGES
Rosalía y Rauw Alejandro.

Nadie lo esperaba porque, para muchos, hacían la pareja perfecta: eran artistas de éxito, talentosos y atractivos. Dos estrellas que se cruzaron en el auge de sus carreras y terminaron rindiéndose al amor de la manera más honda. Tanto es así que sacaron un EP juntos gritando a los cuatro vientos que se querían y deseaban para largo, porque pensaban pasar por el altar. Parecía que nada podía con ellos y, sin embargo, esta semana la revista People daba una exclusiva que no se veía venir por ningún lado: Rosalía y Rauw Alejandro habían roto su relación. Primero lo confirmó él. Después, ella

La ruptura de ambos artistas ha derivado en un gran revuelo mediático por dos motivos. El primero es la sorpresa que ha generado el hecho de que su relación haya terminado justo cuando parecía que iba viento en popa. El segundo, el misterio que gira en torno a su decisión: ¿cuándo lo dejaron realmente?, ¿quién dio el primer paso: él o ella?, ¿hubo infidelidades de por medio? El goteo de informaciones de las últimas horas tacha al músico de infiel, pero él lo niega con el apoyo de la cantante -que en un escueto comunicado pidió no creer en "películas"-. Él también dijo que lo habían dejado hace meses -en concreto, dos-, pero las fechas no cuadran. Dicho esto, empecemos por el principio. 

Amor en Las Vegas 

Fue en 2019, en un exclusivo hotel en Las Vegas, donde se vieron por primera vez. Ambos se encontraban allí por la celebración de la gala de los premios Latin Grammy, y la química fue evidente desde el principio. Habían hablado previamente por Instagram, pero nunca se habían visto en persona. Un tiempo después, en una entrevista con Billboard, coincidieron en que lo suyo había sido "amor a primera vista".

A partir de aquel encuentro inesperado concretaron varias citas para colaborar. Rosalía participó en el disco Afrodisíaco poniendo su voz en los coros, algo que después repitió con Corazón despeinado, tema del siguiente álbum del puertorriqueño, Saturno. Por su parte, el artista -que también le pidió a la cantante participar en las letras de Caprichoso- escribió algunas frases de Chicken Teriraki, uno de los primeros sencillos del disco más reciente de la catalana, y que a estas alturas ya todo el mundo conoce de sobra: Motomami.  

En 2020 empezaron a circular rumores de que podrían haber empezado una relación, pero no fue hasta el mes de septiembre de ese mismo año cuando lo hicieron oficial. La pareja publicó un vídeo en TikTok donde se les veía dibujando un corazón con los brazos. Luego, a propósito del cumpleaños de ella, publicaron una serie de fotografías de la celebración. Empezaba una nueva era para ambos, en lo personal y en lo profesional. 

Rauw Alejandro y Rosalía, en Nueva York.
Rauw Alejandro y Rosalía, en Nueva York.
GC Images

Un salto de fe

La pareja pasó por su primera alfombra roja en la fiesta de Los40 Music Awards, en Palma de Mallorca. En la ceremonia, Rosalía le entregó el galardón a mejor artista o grupo urbano latino internacional y después ambos protagonizaron un romántico beso sobre el escenario. En su discurso de agradecimiento, el cantante se refirió a la artista como su "hermosa novia".

En los meses siguientes compartieron vídeos, fotografías y mensajes de cariño en sus respectivas redes sociales, desatando el furor de los fans en Instagram y TikTok -se hicieron virales en esta plataforma dos vídeos en los que aparecían imitándose el uno al otro- desde su impresionante mansión de Manresa, Barcelona. Ella explicaba en una entrevista con Ibai Llanos que había perdido la fe en el amor -concretamente, en los hombres-, pero Rauw le había hecho recuperarla. "Sentí que no tenías miedo de querer y ser querido", admitía, mientras lo abrazaba con cariño.

Poco después llegaba RR, un EP compuesto por tres canciones -Beso, Vampiros y Promesa-, en el que ambos artistas proclamaban sus sentimientos y anunciaban sus planes de boda. Sobre los escenarios derrochaban complicidad y magnetismo a base de miradas, bailes y confesiones. Definitivamente, eran una de las parejas del momento. Por lo menos, de cara a la galería, porque no existe lazo perfecto. Quién sabe si por aquel entonces, a espaldas del mundo, estaban peleando por hacer sobrevivir un vínculo que flojeaba. 

Rosalía pasó por El hormiguero en junio, donde se declaró totalmente enamorada y compartió sus planes de boda. Estaba radiante y parecía feliz, ilusionada. "Te extraño. Ojalá estuvieras aquí conmigo. Te amo". Con estas palabras se dirigía por aquel entonces a su pareja, haciendo gritar -y rabiar de envidia sana- al público del Primavera Sound. Había ternura en sus gestos, en su manera de mirar a la cámara. Si alguien podía sospechar algo era que, frente al peso de su ajetreada agenda profesional, deseaban estar juntos. Y que se querían, se querían mucho. 

Una ruptura y muchas preguntas 

Y llegó el día: la revista People anunció el pasado 25 de junio que la pareja había roto su relación. Nadie comprendía nada. El silencio de ambos se rellenó a base de informaciones e hilos en Twitter que afirmaban que el músico había sido infiel a la artista con una modelo. Rumores que se entremezclaban en internet con varios vídeos de la cantante llorando en su última actuación en París, ciudad en la que despidió la gira.

Precisamente, unos días atrás publicaba una serie de fotografías donde posaba entre lágrimas y que pasaron más o menos desapercibidas. También definió estos meses de conciertos como "un huracán": "Ha traído y se ha llevado tantas cosas en mi vida que no sé ni por dónde empezar". Otra confesión que fue pasada por alto. 

Un día después llegó un comunicado del puertorriqueño. Efectivamente, habían roto: "Sí, unos meses atrás, Rosi y yo terminamos nuestro compromiso. Existen miles de problemas que pueden causar una ruptura, pero en nuestro caso no fue por culpa de terceras personas o una infidelidad. Durante este espacio que me estoy tomando para asimilar todo esto, han surgido alegaciones públicas erróneas, y por el respeto que le tengo a ella, a nuestras familias y a todo lo que vivimos, no podría quedarme callado y continuar viendo como intentan destruir la historia más real de amor que Dios me ha permitido vivir".

Rosalía compartió sus primeras palabras al día siguiente: "Yo quiero, respeto y admiro muchísimo a Raúl. Ni caso a las películas, nosotros sabemos lo que hemos vivido. Este momento no es fácil, así que gracias a todo el mundo por entender y respetar". No hizo referencia a la fecha en la que lo dejaron ni se mostró en desacuerdo con el cantante, sino todo lo contrario: le tendió la mano. Quedan en el aire algunas incógnitas que se guardarán para ellos. Otras, saldrán a la luz con el tiempo, como suele ocurrir. Lo que queda claro es que, por mucho que nos lo hayan hecho creer, el amor no puede con todo. Ni siquiera el de Rauw y Rosi. 

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