Con el cierre de los colegios electorales a las 20.00 horas, ha comenzado el recuento de las elecciones generales del 23-J. Los resultados definirán el nuevo Congreso de los Diputados y el nuevo Senado, encargados de nombrar a un nuevo presidente del Gobierno. En este sentido, los pactos postelectorales serán clave para definir alianzas parlamentarias que marcarán la gobernabilidad del país en los próximos cuatro años. 

Según lo dispuesto en el artículo 99 de la Constitución, el candidato propuesto por el Rey (normalmente, el vencedor de las elecciones) puede someterse a una sesión de investidura en la que puede ser investido por mayoría absoluta o mayoría simple. Pero, ¿cuál es la diferencia entre mayoría simple y mayoría absoluta?

El presidente puede ser investido por mayoría simple

Según el texto constitucional, "el candidato propuesto solicitará la confianza de la Cámara". Se abre entonces una sesión de investidura en el que los grupos parlamentarios votarán si nombran presidente al candidato. En esta primera votación, el candidato deberá lograr la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados, es decir, 176 votos a favor de entre 350 diputados. 

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En el caso de no conseguir esta mayoría absoluta, la constitución contempla que "se someterá la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior". En esta segunda votación, al candidato le bastaría con tener una mayoría simple, es decir, obtener mas "síes" que "noes", para ser investido presidente del Gobierno. 

En caso de no conseguirse ninguna de las mayorías requeridas en las votaciones, la Constitución establece que, si transcurren dos meses a partir de la primera votación sin que ningún candidato obtenga la confianza del Congreso, "el Rey disolverá ambas Cámaras y convocará nuevas elecciones con el refrendo del Presidente del Congreso".