Opositar es una de las grandes vías que año tras año los ciudadanos contemplan para buscar un empleo estable en el que desarrollar toda su carrera laboral. A pesar del tiempo y del esfuerzo que requiere estudiar una oposición, las garantías que ofrecen estos puestos de trabajo con contratos fijos y salarios estables es un atractivo inigualable en un mundo marcado por la inestabilidad económica. 

Sin embargo, y aunque las plazas de oferta de empleo público que cada año aparecen en el BOE son limitadas, hay unas plazas que resultan desconocidas para gran parte del público y que tienen un alto porcentaje de aprobados. Son las oposiciones a la Unión Europea.

Qué son y como inscribirse en las oposiciones de la UE

Según publica La Información, los procesos de selección para las oposiciones de la Unión Europea cuentan con un gran porcentaje de aprobados, lo que hace que las mismas se presuman relativamente fáciles de aprobar (lo que no quiere decir que requieran un largo periodo de preparación y de estudio). Además, destacan los altos salarios, con rangos de entre 3.200 a 6.000 euros dependiendo del cargo. 

Las oposiciones a la Unión Europea ofrecen la posibilidad de trabajar como funcionario en puestos como:

Las convocatorias disponibles pueden consultarse en la Oficina Europea de Selección de Personal, dónde hay información de los procesos de selección en curso e información sobre los futuros.

Las oposiciones comienzan con un proceso de selección. Quienes lo superen pasan a una lista de reserva de candidatos para que las instituciones europeas puedan buscar personal cuando lo necesiten.

Según publica La Información, son tres las pruebas a realizar para obtener una plaza en las oposiciones de la Unión Europea: tests de varias respuestas válidas, ejercicios de gestión de correos electrónicos y una evaluación de talentos. Las pruebas y fases se detallan en las ofertas y procesos y varían en función del puesto.

Los requisitos necesarios para acceder a las 40.000 plazas de empleo público anunciadas por el Gobierno

La fase final, conocida como Centro de Evaluación, consiste en pruebas que varían según el proceso, incluyendo normalmente una presentación oral, un estudio de caso, un ejercicio de grupo o entrevista sobre competencias. Algunos ejemplos de estas pruebas se pueden encontrar aquí.