El Gobierno culmina la implantación de la nueva FP con el decreto que fija las bases que empezarán a aplicarse el próximo curso

Un estudiante de FP en el IES Universidad Laboral, en Ourense.
Un estudiante de FP en el IES Universidad Laboral, en Ourense.
Agostime / Europa Press
Un estudiante de FP en el IES Universidad Laboral, en Ourense.

El Gobierno pone punto y final a la implantación de la nueva Formación Profesional (FP). Lo hace después de que el Consejo de Ministros haya aprobado este martes el real decreto que ordena el sistema y que supone el broche final de toda la reforma educativa impulsada durante esta legislatura. El documento, elaborado por el Ministerio de Educación, marca las bases de la nueva FP que, tras aprobarse la ley hace más de un año, empezarán a aplicarse en su totalidad a partir del próximo curso. 

Lo que se ha aprobado este martes no es más que la ratificación del nuevo sistema de FP elaborado por el departamento dirigido por Pilar Alegría, y supone aterrizar las claves del cambio de paradigma que supuso la norma. De este modo, el real decreto multiplica y diversifica la oferta de estas enseñanzas, apuntala su carácter dual y fija una estrategia de orientación profesional vinculada a las necesidades de la ciudadanía y la economía. 

"Ahora tocaba aprobar este real decreto, que es para el despliegue y desarrollo de este nuevo modelo de FP que empezará ya este año, pero que será definitivo a partir del curso 2024-25", ha detallado Alegría. 

Según señalan desde Educación, la norma permitirá ampliar la oferta en más de 9.000 formaciones "de muy diversas duraciones y tipologías", estructuradas en grados, según la cantidad de horas: desde las microformaciones (tipificadas como grado A), hasta los títulos de FP y los cursos de especialización o másteres de FP (grado D y E, respectivamente). Todas ellas, ha incidido Alegría en la rueda posterior al Consejo de Ministros, serán acreditables y oficiales. 

Eliminar barreras

Pero lo que, para Alegría es "más necesario" es el hecho de que la reforma haya "eliminado barreras" para que "cualquier persona pueda formarse cuando considere", no solo los jóvenes, sino también aquellos estudiantes que en su momento abandonaron sus estudios y los trabajadores que quieren seguir formándose a lo largo de la vida para mejorar su empleabilidad. 

En esa línea se regula también el carácter dual de la FP, que permite compaginar la formación en los centros educativos con la formación en las empresas. Se establecen así las funciones que tendrá tanto el tutor dual del centro como el tutor dual de la empresa, las dos figuras básicas de este nuevo sistema. Y se agiliza igualmente la acreditación de las competencias profesionales, que permiten reconocer la experiencia profesional a partir de las horas que haya dedicado en un puesto de trabajo o a cualquier tipo de formación que haya hecho por vías no formales. 

Nuevas figuras

Respecto a los contenidos, una de las novedades es que se establece un nuevo modelo de centro especializado con ofertas de formación para jóvenes y trabajadores con varias figuras nuevas, como el responsable de innovación, el de internacionalización o el coordinador del servicio de orientación profesional. 

Incorpora también nuevos perfiles, como los expertos de empresa, que podrán dar clase; los expertos senior de empresa, que sí formarán parte del equipo docente; y los prospectores de empresas, que facilitarán el contacto entre el centro de FP y las empresas. 

128 millones para ayudas

También en el Consejo de Ministros de este martes se ha dado luz verde a una subvención de 128 millones de euros para financiar acciones formativas dirigidas a trabajadores y a personas desempleadas. Un paquete de ayudas que, según la ministra de Educación, permitirá la formación de más de 70.000 personas. "Una importante inversión para mejorar las oportunidades y la futura empleabilidad de esos empleados", ha subrayado. 

La convocatoria se dividirá, además, en tres tipos de formación clave: por un lado, para los trabajadores de baja cualificación que estén en ERTE o tengan un contrato a tiempo parcial; por otro, para quienes necesiten una formación más especializada que esté demandando en ese momento el tejido productivo; y, en último lugar, para desempleados que quieran optar por una formación vinculada con sectores "altamente estratégicos."

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