La UE exigirá que las baterías de los teléfonos y los ordenadores sean extraíbles y reciclables a partir de 2027

Es una iniciativa de momento.
Teléfon móvil en una imagen de archivo.
Pixabay.com.
Es una iniciativa de momento.

El Consejo de la Unión Europea ha adoptado este lunes un nuevo reglamento para reforzar las normas de sostenibilidad de cara a que las pilas y baterías tengan un ciclo de vida más circular. Así, la organización ha impuesto unos nuevos objetivos de reciclaje y la obligación de que a finales de 2027 estos dispositivos de almacenamiento sean extraíbles y reemplazables.

"Al final de su vida útil, las baterías contienen muchos recursos valiosos y debemos poder reutilizar esas materias primas críticas en lugar de depender de terceros países para los suministros", ha declarado en un comunicado la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera. 

A ello, Ribera ha añadido que "las nuevas normas promoverán la competitividad de la industria europea y garantizarán que las baterías nuevas sean sostenibles y contribuyan a la transición ecológica".

El reglamento, pactado entre el Parlamento y el Consejo, se aplicará a todas las baterías, incluidos todos los residuos de baterías portátiles, baterías de vehículos eléctricos, baterías industriales, baterías de arranque y también las empleadas en vehículos y maquinaria, así como las utilizadas para medios ligeros de transporte, como bicicletas eléctricas o ciclomotores.

La normativa pretende fomentar de esta manera la circularidad de esos dispositivos y por ello establece, según ha explicado el Consejo, "requisitos para el final de la vida útil", entre los que se han incluido diferentes objetivos y obligaciones de recolección, objetivos para la recuperación de materiales y la responsabilidad extendida del productor, quienes tendrán que recoger el 63% de los residuos de pilas portátiles en 2027 y elevar ese umbral hasta el 73% a finales de 2023. 

Distintos objetivos

Además, el nuevo reglamento fija el objetivo de recuperación de litio a partir de los residuos de pilas y baterías en un 50 % para finales de 2027, y en un 80 % para finales de 2031, aunque establece que estas marcas podrán modificarse en función del mercado, de los avances tecnológicos y de la disponibilidad de ese material.

También introduce niveles mínimos obligatorios de contenido reciclado para las baterías industriales en función de cada mineral, con un 16 % para el cobalto, un 85 % para el plomo y un 6 % para el litio y el níquel. 

Así, a finales de 2027, las pilas o baterías portátiles incorporadas a los aparatos deben ser "extraíbles y sustituibles por el usuario final", dejando un tiempo de margen a los operadores para que adapten los diseños, mientras que las baterías para medios de transporte ligeros tendrán que poder ser sustituidas por un profesional.

Todos estos dispositivos tendrán también que mostrar a partir de 2026 un etiquetado con la información relevante sobre sus componentes y su contenido reciclado. A partir de 2027, deberán además mostrarlo a través de un código QR. 

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