El cambio climático y el consecuente aumento de temperaturas de los mares está incrementando la presencia de la medusa 'huevo frito' en el Mar Menor. Por ello, la proliferación de este tipo de cnidario está dificultando el baño a los usuarios. "Lo nunca visto en 50 años. Es imposible bañarse", han manifestado algunos veraneantes de la zona a Cadena Ser. 

A pesar de las quejas de los bañistas, este tipo de medusas, que deben su nombre a su apariencia, "no son peligrosas", pues no son urticantes, según ha asegurado Ramón Pagán, de Pacto Por el Mar Menor. Asimismo, también ha explicado que se trata de un ejemplar que tiene el tamaño aproximado de una moneda de dos euros, y su número "irá creciendo a lo largo del verano", ya que alcanza densidades muy elevadas en julio y agosto.

Por su parte, el portavoz de Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), ha asegurado que la aparición de este tipo de animal es un buen síntoma para la recuperación del ecosistema. Respecto a los motivos de su aparición, el aumento de las temperaturas y la mayor transparencia del agua han propiciado una mayor reproducción de la especie, según los informes de la Dirección General de Pesca y la Universidad de Murcia. 

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Este último ya se puede consultar en la web CanalMarMenor y menciona que "la instalación de redes antimedusas resulta contraproducente y debe considerarse "con extrema precaución, siendo, en general, desaconsejable" para la preservación de este tipo de animales.

En 2016 desaparecieron

Las poblaciones de medusas en el Mar Menor no son algo novedoso, ya que desde mediados de la década de los 90 su presencia ha sido constante, y durante algunos periodos, acusada. En 2016 desaparecieron o se encontraron en niveles bajos como consecuencia del oscurecimiento de la columna de agua que impedía llegar la luz al fondo marino y provocaba la muerte de las medusas.

Esta situación se ha prolongado durante los últimos años hasta que en 2021 se empezó a detectar "una tímida recuperación" de las poblaciones, más manifiesta durante 2022. Este año vuelve a estar en niveles tan elevados como los anteriores a los procesos eutróficos de 2016, según han especificado las mismas fuentes.