Del comprometerse a no meter a Vox en el Gobierno de Extremadura al considerar, solo seis días después, que el "diálogo y el acuerdo" con Vox es "imprescindible". La líder popular extremeña, María Guardiola, inicia la semana copando de nuevo los titulares, solo que esta vez, por suavizar su postura con respecto a Vox, un relato del que Génova se desentiende y que el líder de Vox, Santiago Abascal, aplaude.

A última hora de este domingo, después de que Isabel Díaz Ayuso instara a su compañera a lograr un pacto con Vox, Guardiola se dirigió por carta a la militancia para explicarles el porqué del cambio de planes y la razón por la que había decidido aplazar la Junta Directiva Autonómica y el Comité Ejecutivo Regional previsto para el martes, reuniones en las que precisamente quería tratar las alianzas con Vox. En la misiva, a la que ha tenido acceso 20minutos, Guardiola explica que la reunión debe aplazarse para "evitar interpretaciones malintencionadas o distracciones" y perjudicar la campaña nacional del PP y en consecuencia, a su presidente Feijóo.

"Estos días se está usando la situación postelectoral en nuestra comunidad autónoma y al PP de Extremadura para tratar de influir en la campana nacional, y esa presión se esta trasladando injustamente al PP en su conjunto. No queremos que se utilicen las reuniones de nuestros afiliados para hacer daño a la organización, ni desviar la atención de lo importante". 

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Tras estas líneas, Guardiola suaviza su postura con respecto a la formación de Abascal. "Estoy convencida de que pronto iniciaremos la marcha como gobierno para cambiar nuestra tierra. Soy muy consciente de que también es imprescindible el respeto, el dialogo y el acuerdo programático con la formación Vox en Extremadura. Compartimos una prioridad, pasar pagina a las políticas socialistas. Es lo que nos debe ocupar", culmina. 

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Su equipo más cercano se ciñe a las líneas de la carta y niega que la llamada de la madrileña Ayuso haya afectado en su decisión. En Génova, también se desentienden, aseguran que desde la dirección nacional no se le ha pedido "formalmente" que suavice su discurso. Si bien hay contacto con Guardiola, las órdenes son las mismas que las de la semana pasada: "Que consiga un buen acuerdo". Además, defiende que el relato de la extremeña es el mismo con respecto a la semana anterior: "Hay matices, no cambios de postura porque sigue diciendo que no quiere que Vox entre en su gobierno. No es lo mismo negociar para pactar, por ejemplo un puesto en la Mesa o un acuerdo programático, que para que entre en el Gobierno", insisten desde la dirección nacional.

Y ante las críticas que han recibido del PSOE a cuenta de este cambio de postura, en Génova subrayan que el PP solo ha sellado una coalición con Vox en la Comunidad Valenciana y que si esta fuera la tónica general, ya habrían conformado los gobiernos en todas las comunidades, como en Baleares y Aragón.

El PP tira por la calle del medio y Vox toma su propia dirección. El secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha afirmado este lunes que la misiva de la presidenta extremeña del PP es un "nuevo camino" que acerca a ambas formaciones "a poder conformar una alternativa" en Extremadura al PSOE de Guillermo Fernández Vara. El integrante de Vox ha evitado pronunciarse sobre las posibles motivaciones que pueden estar detrás del cambio de postura de Guardiola: "Me centro en la rectificación".