El Real Madrid ya está en la final de la Euroliga después de haberse impuesto al Olympiacos por 87-76. El conjunto blanco buscará este domingo ante el Panathinaikos su decimosegunda Euroliga, segunda consecutiva. 

Los de Chus Mateo comenzaron el encuentro arrasando por completo a los griegos e incluso llegaron a sacarles 26 puntos de ventaja en el segundo cuarto del encuentro al Olympiacos. 

No obstante, los griegos no bajaron los brazos y plantearon el partido de manera completamente diferente en el tercer cuarto, tanto que los blancos llegaron a verse en apuros. 

Lo cierto es que la grada del Uber Arena vivió un sinfín de emociones en la que se pudo ver a algún aficionado del Olympiacos incluso ponerse de espaldas. Pero al final, el Madrid brilló, sufrió y venció. En la fiesta de los blancos hubo multitud de protagonistas desde Hezonja, Musa o Tavres. También se unió Yabusele y Causeur para cerrar el primer acto a favor de los españoles. 

La batería de triples continuó en el segundo cuarto, a lo que además se sumaron varios remates de Poirier, que estuvo simplemente brillante. Tanto fue así que, Bartzokas ya no sabía que hacer y Chus Mateo celebraba lo que estaba viviendo. 

Iñaki Williams enseña el cristal de 2 cm que tenía en el pie y con el que ha jugado durante dos años

Pero el Olympiacos intentó darle la vuelta a la tortilla y comenzó el tercer cuarto con un triple de Peters para abrir boca. El Madrid se desinfló hasta que apareció Llull, el gran capitán, para adoptar toda la responsabilidad. El balear sumó, aunque se topó con Williams-Goss, madridista hace solo unos meses. 

La ventaja entre ambos equipos cada vez se reducía más y el tiempo continuaba corriendo, algo que hizo que los últimos momentos del duelo fueran cada vez más tensos. Pero al final el Real Madrid resistió y firmaron la victoria y su pase a la final de la Euroliga.