Cómo cuidar de las patas de nuestros gatos para evitar infecciones, sequedad y otros problemas comunes

Un gato tumbado sobre sus patas.
Un gato tumbado sobre sus patas.
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Un gato tumbado sobre sus patas.

Cuando tenemos animales de compañía en casa, somos los responsables de proporcionarles una vida saludable y feliz y, para ello,  es importante conocer los cuidados básicos que necesita cada especie y los problemas de salud más habituales, para poder prevenirlos y cuidarlos adecuadamente.

En el caso de los gatos, aunque siempre se ha dicho que son animales independientes y sencillos de mantener, la verdad es que también requieren de unos cuidados específicos y de más atención de la afirma la fama que les precede. Son animales cariñosos que requieren también de observación, entendimiento y revisiones rutinarias.

¿Alguna vez le has revisado las patitas al gato? Éstas son una parte muy importante de su cuerpo ya que, como explica Carlos Fernández, veterinario y divulgador en Mascotas y familias felices, cumplen diferentes funciones: "Son sus armas (ya que las utilizan para cazar pequeños insectos o jugar); hacen de DNI, porque con ellas esparcen feromonas (una sustancia que les ayuda a identificar su casa y a otros gatos); y son la única parte que les puede sudar, ayudándoles a regular su temperatura".

Sobre las patitas de nuestros gatos debemos saber que "tienen cinco dedos en las delanteras y cuatro en las traseras" y que "dentro de las uñas tienen pequeñas venitas con las que debemos de tener cuidado a la hora de cortarles las uñas". "Además, la capa superficial de las mismas se puede desprender, algo completamente normal", añade el veterinario.

Cuidados básicos de las patas de nuestros gatos

Aunque cuando tenemos gatos en casa lo normal es que sus patas estén sanas, es recomendable que contemos con los conocimientos básicos de sus cuidados, ya que según Fernández, utilizamos muchas sustancias que pueden ser abrasivas para limpiar o incluso pueden llegar a quemarse con los fuegos de la cocina. "Además, los que salen a la calle están más expuestos a cortes o heridas", añade.

"Para cuidar de sus patitas debemos hacer inspecciones periódicas, cada dos o tres semanas de manera rutinaria (y especialmente si vemos que cojea o se queja)", explica Fernández. "Esto requiere de un poco de entrenamiento, ya que a los gatos no les suele gustar que les toquemos las patas y, si queremos explorarlas, hay que enseñarles que no supone ningún riesgo para ellos antes".

Por este motivo, el veterinario recomienda aprovechar cuando el gato tiene una actitud distendida, como cuando se acerca a nosotros para pedir caricias o, también, cuando está durmiendo o descansando. "Tenemos que explorarle todos los dedos e incluso sacarle las uñitas haciendo un poco de presión en la almohadilla", detalla.

Si queremos explorarlas, hay que enseñarles que no supone ningún riesgo para ellos antes

"Debemos mirar si están lisas, sonrosadas, que no presenten ninguna herida y que no estén secas", explica Fernández. "También que no haya suciedad y que no sea una zona humedecida (es decir, que se la está chupando mucho)".

En el caso de estar resecas, el veterinario recomienda hidratarlas con productos especializados que se venden en las clínicas, aunque también podemos utilizar aceite de olive virgen extra. "Con un algodoncito o bastoncillo, podemos esparcir una fina capa, eso sí, hay que esperar a que se seque antes de dejarle libre", comenta.

"Si tiene las patas sucias, podemos pasarle un pañito húmedo, aunque asegurándonos de que no quede mojada, ya que eso puede provocar la aparición de hongos)", añade. "Y bajo ningún concepto debemos utilizar toallitas de bebé, porque suelen llevar aromas y jabón que puede ser tóxico para ellos o simplemente no gustarles".

Los problemas clásicos en las patas de nuestros gatos

Aunque ya hemos comentado que lo normal en gatos domésticos es que tengan las patitas sanas, en las clínicas se ven algunos problemas que son más habituales, como los relacionados con las uñas, heridas o un lamido excesivo.

"Los problemas de uñas largas en gatos no son tan habituales como en los perros, no suelen clavarse sus propias uñas porque las usan para marcar (de ahí que sea importante que le proporcionemos al gato un rascador)", expresa Fernández. "No obstante, si vemos que están creciendo mucho, lo que debemos hacer es cortarle tan solo la puntita".

Si por otro lado, observamos que nuestro gato se lame mucho las patas (y en nuestras revisiones periódicas vemos que el pelo de las patitas está muy húmedo) es muy probable que tenga alguna pequeña herida o alguna infección que le moleste. 

Nunca debemos usar alcohol o agua oxigenada para limpiar heridas, ni tampoco deberíamos taparla (sí colocarles un collar isabelino para que no se laman)

"Los deditos no están muy bien ventilados, ya que están llenos de pelito y si hay un exceso de humedad puede producirse una dermatitis", advierte el veterinario. "Si vemos que, además, hay algún tipo de secreción, es casi seguro que sea una infección, por lo que debemos acudir al veterinario".

En cuanto a las heridas, Fernández explica que podemos limpiarlas en casa (siempre con gasas, que no dejan restos, como sí que lo hace el algodón), utilizando antisépticos diluidos en agua (al 50 por ciento). "Nunca debemos usar alcohol o agua oxigenada, ni tampoco deberíamos taparla (sí colocarle a nuestro felino un collar isabelino para que no se lama)".

En caso de que la herida tenga un sangrado excesivo, entonces sí debemos ponerle un pequeño vendaje e ir corriendo al veterinario, que sea él quién se encargue de limpiarla bien y taparla correctamente.

Por último, los gatos también pueden sufrir fracturas que le impiden caminar o que le provocan cojera, dolor o inflamación en las patas. "En estos casos, no debemos dudar y acudir al veterinario de inmediato", concluye el veterinario.

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