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Mabel Lozano retrata en 'Ava' la prostitución de mujeres con discapacidad: "Hay que condenar todas las caras del proxenetismo"

La cineasta social premiada con un Goya Mabel Lozano.
La cineasta social premiada con un Goya Mabel Lozano.
EFE/Mariam A. Montesinos
La cineasta social premiada con un Goya Mabel Lozano.

En línea con su firme compromiso con la lucha contra la prostitución, la cineasta y actriz Mabel Lozano estrenó el pasado mes de marzo Ava, un documental que, en esta ocasión, aborda la explotación sexual de las mujeres con discapacidad, dando continuidad así a producciones de esta temática social como PornoXplotación, El proxeneta. Paso corto, mala leche o Biografía del cadáver de una mujer, la cual le hizo merecedora en 2021 de un Goya al mejor cortometraje documental. Con Ava, obra coescrita con la guionista Isabel Peña, ganadora también de un Goya al mejor guion por El Reino y responsable de series como Antidisturbios o la reciente As bestas, Lozano pone el foco en la cruda realidad que viven cientos de mujeres, a las que su discapacidad les hace especialmente vulnerables. 

La prostitución es uno de los temas más recurrente en sus obras. De hecho, se define como "una activista contra la trata". ¿Cómo surge el compromiso con esta problemática?Cuando hablamos de trata hablamos de 4,5 millones de mujeres y niñas. Pero no, es María, es Yandin, es Ava… Hace casi 20 años, conocí a una joven rusa víctima de trata que vino a España engañada por su novio. Ponerle nombre, piel y mirarle a los ojos hace que empatices con algo que es terrible. La empatía con esta chica hizo que rodara mi primer documental y, a partir de ahí, he querido contar otras cosas porque, como cineasta, muchas personas dicen ‘te vas a encasillar,’ pero por encima de todo yo soy una activista y siempre me encuentro muchas aristas de todo esto. Lo he contado desde el negocio, poniendo el foco en los proxenetas, en las víctimas… y pensaba, qué más puedo contar, hasta que di con la discapacidad.

¿Cuándo nace ‘Ava’?A María, la madre de Ava, la conozco gracias a Pablo J. Conellie, mi compañero de Porno explotación. Él me habló de este caso en particular y de otros testimonios terribles. Era algo de lo que ya habíamos hablado y, además, hacía mucho tiempo, cuando yo hablaba con el proxeneta y le preguntaba qué mujeres buscaban, él ya hacía referencia al perfil de mujeres con discapacidad intelectual, en muchos casos no diagnosticada. Tenía clarísimo que ahí algo pasaba, todo el mundo empezaba a hablar de ello, pero no había datos ni asociaciones especializadas en trata de mujeres con discapacidad. Como de lo que no se habla no existe, había que buscar testimonios y contarlo. 

Con Ava queremos hablar, por un lado, de mujeres captadas con discapacidad intelectual y, por otro, de la discapacidad que deja un entorno como la trata, tan deshumanizante y violento, vinculado a las drogas y al alcohol. Son mujeres doblemente vulnerables, con una mochila terrible.

En el caso de Ava, no tenía una discapacidad diagnosticada cuando llega a España. ¿Era en su caso una discapacidad sobrevenida por el contexto de violencia y prostitución que había vivido en Colombia?Ava no tiene una discapacidad como tal, sino un trastorno brutal debido a la violencia que ha vivido desde su infancia. Es una niña que nace en un entorno violento de mamá prostituida y enganchada a la droga. Todo eso a ella le genera ese trastorno terrible por el que tiene que medicarse y no solamente eso, sino que en el parto sufrió un daño en el cerebro debido a la situación de su madre. En Ava hablamos de la discapacidad que deja un entorno como la trata, tan desafectivo, deshumanizante y violento, vinculado a las drogas y al alcohol. Muchas mujeres en situación de prostitución vienen de ser abusadas en su infancia y eso deriva en algunas en esquizofrenia, trastornos de doble personalidad, trastornos autolíticos... La gente habla de embarazos no deseados, de enfermedades de transmisión sexual, pero nadie habla de las enfermedades mentales que las discapacitan para toda su vida.

Piensan que el tratante les protege, cuida, que hace eso porque les quiere y que, además, les da trabajo

No tener un diagnóstico, ¿hace más complicado detectar este tipo de abusos?Sí, algunas son mujeres con discapacidades no diagnosticadas. Además, son discapacidades intelectuales porque una mujer con una discapacidad intelectual no tiene signos externos, es una mujer normalizada físicamente, pero intelectualmente es más dócil, más fácil de engañar y de captar. Además, socializan en muchos casos a través de las redes sociales porque eso las iguala al resto de las chicas.

En el documental se habla de la dificultad de detectar a las víctimas de trata con discapacidad intelectual porque los indicadores no siempre aparecen. ¿Es más complicado detectar un abuso de estas mujeres?Sí, porque los indicadores de trata son una mujer que está en cautiverio, que no tiene documentación y que, además, no lleva dinero encima y no tiene ninguna libertad, es decir, la mayoría están en lugares de los que no pueden salir. Sin embargo, Ava tenía las llaves de la casa y entraba y salía cuando quería porque el proxeneta sabía que no se iba a ir a ningún lado. Además, había desarrollado vínculos afectivos con el explotador, que no necesitaba ejercer violencia física con ella porque con tratarla bien... A las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado les cuesta detectarlo porque, efectivamente, esos indicadores no aparecen.

Ellas no tienen conciencia de los abusos que sufren porque, como dice, desarrollan sentimientos por su tratante, al que consideran incluso su propia pareja...Claro, piensan que les protege, cuida, que hace eso porque les quiere y que, además, les da trabajo. Vemos que, en muchas mujeres con discapacidad, hay un problema de empleabilidad, no tienen acceso al trabajo, por eso es tan importante la capacitación. El no tener empleo las hace más vulnerables porque quieren buscar ese trabajo y ellas están agradecidas al que se lo ha dado, aunque el trabajo sea explotarlas salvajemente. Precisamente, los premios metálicos que genere este documental van para el programa ‘Mujeres en modo ON’, para capacitar a las mujeres en tecnologías.

¿Se han convertido las redes sociales en facilitadoras de la captación de estas mujeres?Sí, de estas y de todas. Hoy en día un proxeneta ya no necesita ir a los países de origen, sino que lo puede hacer a través de un anuncio en Facebook o del mismo TikTok, donde vemos como las niñas cuentan su vida y se ve el entorno donde viven. ¿Quién hay detrás? No lo saben. Las redes sociales son el método de captación hoy en día de todas las mujeres. Además, en muchos casos las que tienen una discapacidad utilizan ese mundo porque hace que se sientan iguales al resto de chicas, entonces es mucho más fácil captarlas.

Una de las expertas de Ava apunta a un aumento dramático de la demanda de búsqueda de mujeres con discapacidad en páginas pornográficas. ¿Qué influencia está teniendo la pornografía en la captación de estas mujeres?La pornografía es un incentivador de la prostitución; es prostitución 2.0. A muchas mujeres en situación de prostitución las filman, es más de lo mismo. La directora de la Fundación APIP-ACAM se detuvo en esto, hizo una búsqueda y fliparías con lo que encontró, montones y montones de entradas de búsqueda de pornografía de mujeres con discapacidad. Eso parece que les da morbo, flipante.

A la explotación sexual se le suma el abuso de drogas. ¿Cómo afecta esto a la hora de poder escapar de esta situación de trata?Eso es muy importante porque cuando te enganchan a las drogas estás más pendiente de tu consumo que de salir corriendo, es una forma de aferrarlas al sistema y que sea mucho más difícil salir. Además, la adicción a las drogas, unida a ese entorno tan violento, genera en muchos casos esquizofrenias salvajes, trastornos autolíticos… Muchas de estas mujeres, además, ni siquiera saben lo que están consumiendo. De hecho, Ava lo llamaba "un polvo blanco".

Son personas con muchas menos herramientas para ser conscientes de la violencia y de la situación en la que están y eso hace muy difícil salir de ahí

¿Cómo logran salir, entonces, de esa situación?Es muy difícil, la directora de APIP-ACAM nos contó el caso de una joven con discapacidad que había estado con montones de proxenetas que la habían explotado a lo bestia y, al último, del que ya se había enamorado, le denunció porque le dio una paliza salvaje. Son personas que realmente tienen muchas menos herramientas para ser conscientes de la violencia y de la situación en la que están y esta falta de herramientas hace muy difícil salir de ahí.

¿Qué acciones se pueden llevar a cabo para darles una salida?Hay que seguir trabajando en tres frentes diferentes. Uno, en la educación afectivo-sexual para entender que comprar a un ser humano, cuando además tiene una discapacidad, no solamente no te hace más hombre, sino que te convierte realmente en un monstruo porque estás fomentando la captación. Segundo, es importantísimo condenar todas y cada una de las caras del proxenetismo para que nadie pueda lucrarse de la prostitución ajena. Y, en el caso de las mujeres con discapacidad, necesitamos recursos específicos para poder ayudarlas, no solo de discapacidad o solo de trata, sino de ambas cosas, porque se desarticula una red, rescatan a dos mujeres, pero dónde van. Si la tratas simplemente desde su discapacidad, cuando salga el proxeneta la va a volver a cazar y, si solo trabajas con ella como una víctima de explotación sexual, no vas a conseguir buenos resultados porque tienes que trabajar con ella de una manera específica por su discapacidad. Además, está muy bien la llamada de atención a la sociedad porque necesitamos capacitar a estas mujeres. El acceso al empleo y a una vida digna hace que corran mucho menos riesgo.

La explotación sexual de mujeres con discapacidad no solo sucede en otros países, también pasa en España...Así es. Ava llega a los 6 años a España, se matricula en un colegio español, su vida es española. Su madre María dice algo brutal y es "cuando me la traje de Colombia pensé que la había librado de algo bestial que ocurría allí, pero lo que yo no me imaginaba es que aquí en España, en un país donde los derechos civiles son tan importantes, le pasaría lo mismo: ser captada y explotada". María es una madre coraje maravillosa, gracias a ella y su empuje rescató a su hija y gracias a su testimonio pudieron meter a ese proxeneta en la cárcel.

¿No se persigue lo suficiente, tanto al proxenetismo como a los demandantes de sexo de pago?Claro, por eso se necesita una legislación que condene y penalice todas y cada una de las caras del proxenetismo, para que ningún proxeneta pueda lucrarse de la prostitución ajena. Es importante porque es ir contra la patronal de los explotadores. Se trata de una reforma legislativa que no necesita ni siquiera dotación económica. Y luego, como no, leyes, la ley integral contra la trata, leyes que vistan de derechos a las mujeres, que las ayuden a conseguir trabajos dignos y a capacitarse para que puedan tener de verdad una vida, la que todos y todas merecemos.

Estamos hablando de un delito, de esclavitud en el siglo XXI. No hablamos de valores, sino de derechos fundamentales de los seres humanos

El documental termina hablando de los estigmas que existen hacia estas personas y la falta de sensibilidad y humanidad por parte de la sociedad. ¿Llegan a recuperar su vida?Es muy difícil porque han destruido a un ser humano. Además, ten en cuenta que los proxenetas también salen de la cárcel. Y en la sociedad está el estigma, muy poca gente ve que, detrás de la prostitución, en muchos casos lo que hay es una vulneración de todos los derechos humanos. Hablamos de libertad, pero qué libertad han tenido estas niñas, cómo han elegido y de qué manera lo han hecho. Estas mafias se aprovechan de la vulnerabilidad, por eso hay que condenar todas las caras del proxenetismo, para que nadie pueda lucrarse.

¿Cómo está siendo la acogida del documental?Muy buena, tanto de crítica como de público. Se estrenó en marzo y llevamos ya 15 selecciones oficiales y dos premios. Ahora falta lo más importante, que a nuestros políticos se les caiga la cara de vergüenza y hagan esa reforma legislativa y una ley integral contra la trata, que está paralizada en el Congreso. Ese paso es imprescindible, no hay que decir tanto si somos proprostitución o no, feministas o no, hechos son amores, es decir, a las mujeres hay que cubrirlas de derechos. No hay que hablar, hay que hacerlo y no se hace porque no hay una voluntad política, de ningún color. ¿Será que esto genera mucho dinero para mucha gente? No lo sé, pero realmente no es un tema baladí. Estamos hablando de un delito, de esclavitud en el siglo XXI, tenemos que pensar qué tipo de sociedad queremos. No hablamos de valores, sino de derechos fundamentales de los seres humanos.

Después de más de una decena de cortometrajes y documentales, ¿en qué nuevo proyecto estás trabajando ahora?Estoy haciendo un corto de animación sobre el cáncer de mamá con mucho sentido del humor, muy divertido y con mucha retranca, pero sin banalizar el cáncer. Además, lo estoy contando en primera persona. Yo nunca hablo de mí, pero en este caso pongo la voz. Es mi primer corto de animación, lo estoy coproduciendo con Chelo Loureiro, una productora española ganadora de un Goya este año por su película de animación Valentina. Ella es la número uno en temas comprometidos en animación y estoy disfrutando mucho de la creación. Estrenaremos un teaser en septiembre y el cortometraje entero en 2024.

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