Junts afirma que ERC, PSC y CUP les han "excluido" del pacto en Ripoll y aspira a liderar un nuevo acuerdo

  • Alcanzaron un pacto que suma 7 regidores pero necesitan los 3 concejales de Junts para llegar a la mayoría absoluta
Los tres candidatos de ERC, PSC y CUP presentando el acuerdo de gobierno en Ripoll.
Los tres candidatos de ERC, PSC y CUP presentando el acuerdo de gobierno en Ripoll.
ACN
Los tres candidatos de ERC, PSC y CUP presentando el acuerdo de gobierno en Ripoll.

Los candidatos a la alcaldía de Ripoll de ERC, PSC y CUP llevaban todo el día esperando la respuesta de Junts sobre si apoyaban el acuerdo de gobierno municipal al que habían llegado para cerrar el paso al control del consistorio a la formación de ultraderecha Aliança Catalalana, liderada por Sílvia Orriols. Suman 7 regidores, y necesitan por lo menos dos de los tres de Junts para llegar  a la mayoría en el ayuntamiento.

Sin embargo, la reacción de los posconvergentes no ha sido demasiado satisfactoria para los intereses del acuerdo de gobierno, presentado esta mañana, ya que la agrupación local Junts Per Ripoll, ha emitido esta tarde un comunicado en el que lamenta que le hayan excluido del pacto y que quieren iniciar unas nuevas negociaciones con el objetivo de llegar a un "gran pacto por Ripoll".

En el comunicado se critica que las fuerzas de izquierdas hayan "roto unilateralmente" las negociaciones para formar un gobierno alternativo. Aseguran que se sienten "despreciados" y que les han pedido una "adhesión gratuita" sin negociación alguna.

En el pacto presentado esta mañana, se establecía que la alcaldía quedaría en manos de ERC, en la figura de Chantal Pérez; la primera tenencia de alcaldía sería para Enric Perez, del PSC; la segunda tenencia de alcaldía para Dani Vilaseca, de la CUP; mientras que la tercera tenencia de alcaldía sería para Roger Bosch, de ERC.

Desde Junts se critica esta composición del gobierno municipal cuando su formación fue la más votada tras Aliança Catalana y obtuvieron 3 regidores. Sin embargo, Chantal Pérez, aseguraba esta mañana que Junts se comprometió a prestarles su apoyo para la investidura y al gobierno posterior sin entrar a formar parte del ejecutivo municipal.

Incertidumbre

En ese sentido, el día siguiente a las elecciones municipales del 28-M, la líder de Junts Per ripoll y candidata a alcaldesa, Manoli Vega, manifestó manifestó que no se sentían legitimados para liderar un gobierno municipal y consideraba que habían recibido un “voto de cástigo”. Por contra, según este comunicado, quieren “liderar” unas nuevas negociaciones con las “fuerzas políticas centrales” de la ciudad y aglutinar “el máximo de sensibilidades centrales”.

El acuerdo entre las fuerzas de izquierda ERC, PSC y CUP, se ha forjado con la máxima celeridad debido a la incertidumbre, según estas formaciones, que se creó cuando la presidenta de Junts Per Catalunya, Laura Borràs, se declaró partidaria de dejar gobernar a Aliança Catalana para “no contradecir la voluntad popular”. Además, los representantes de Junts Per Ripoll no asistieron a la reunión que ayer tenían agendada las cuatro formaciones políticas acabar de perfilar el acuerdo.

ERC, PSC y CUP decidieron acelerar el cierre del pacto, y apremiados por el tiempo, las tres formaciones no quisieron esperar a la respuesta de Junts para anunciar el pacto, que según las fuerzas de izquierdas no querían entrar en el ejecutivo consistorial.

Con todas estas circunstancias, Ripoll se ha convertido en el centro político de Catalunya ya que se decide algo más que un gobierno municipal, con la cuestión del “cordón sanitario” ante las fuerzas de extrema derecha en el centro del debate. En este sentido, la dirección nacional del Junts se mostraba esta mañana favorable a cerrar el paso hacia la alcaldía a la formación de extrema derecha de Sílvia Orriols y apoyar un gobierno alternativo.

En este sentido, el candidato del PSC, Enric Pérez niega que el acuerdo al que se ha llegado sea un "cordón sanitario", y destacaba esta mañana que Aliança Catalana tampoco "ha buscado ningún apoyo” para tener una cierta estabilidad en el gobierno. Pérez ha ido más allá y ha acusado a Orriols de practicar un cierto aislacionismo con el resto de formaciones del consistorio porque "no nos hablaba y no llegaba a ningún entendimiento”.

Cinco ámbitos de acción

El acuerdo de gobierno entre ERC, PSC y CUP, se estructura en cinco ejes: la mejora de las condiciones de vida de la gente; la cohesión social y la convivencia; el empleo y la justicia social; la salud y educación; y la cultura y participación. Según los tres partidos, se trata de cinco ámbitos en los que todos ellos tenían "coincidencias programáticas".

La formación independentista de ultraderecha ganó las pasadas elecciones obteniendo 6 regidores. El acuerdo de gobierno que han alcanzado ERC-PSC y CUP suman 7 concejales. Los tres escaños logrados por Junts darían al nuevo gobierno mayoría absoluta, que está fijada en 9 representantes de un plenario de 17. Desde el PSC, su candidato a la alcaldía, Enric Pérez, ha manifestado que necesitan los votos de Junts para poder gobernar y por ello les ha emplazado a aclarar lo antes posible su decisión.

La candidata de ERC, Chantal Pérez, pedía esta mañana a los posconvergentes que "nos ayuden y apoyen a lo que salió de las urnas”, añadiendo que representan “el 42% de los votos emitidos” en el municipio. Chantal Pérez remarcaba que “tenemos ganas de gobernar Ripoll, de ofrecer este proyecto alternativo".

Coincide que este pasado lunes ERC y Junts al Ripollès firmaron un acuerdo para gobernar conjuntamente el Consell Comarcal del Ripollès durante el mandato 2023-2027. El pacto permitirá "un gobierno estable durante la legislatura para trabajar por el futuro de la comarca y afrontar sus retos", según un comunicado de las formaciones que han rubricado el acuerdo.

Reacciones

A lo largo del día de hoy se han ido sucediendo reacciones al apoyo de un gobierno alternativo al de la extrema derecha de Aliança Catalana. Desde el Govern, su portavoz, Patrícia Plaja, ha avisado del "peligro" de que la extrema derecha entre en las instituciones. Plaja ha indicado que "ninguna bandera puede tapar discursos fascistas"y que "da igual" si los discursos fascistas se hacen en catalán o en castellano, porque el idioma de la extrema derecha es "compartido". Finalmente, la portavoz del Govern ha insistido en "cerrar el paso" a las actitudes ultras en cualquier institución, ya sea municipal o supramunicipal.

El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, que mantiene un potente ascendente sobre la dirección de Junts, también ha querido decir la suya respecto a la situación en Ripoll. Mediante un tuit, ha defendido que los pactos se ha de hacer con quién respete la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE, y ha definido esos derechos como "una línea roja para delimitar con quién te puedes entender y con quién no". Puigdemont, ha querido profundizar en su argumento y ha señalado que se debe respetar artículos como el 21, que prohíbe "toda discriminación ejercida por razón de sexo, raza, color, orígenes étnicos o sociales”.

La portavoz del PSC en el Parlament, Alícia Romero, ha reprochado a Junts que tenga un "discurso diferente" con Vox que con Aliança Catalana. Romero ha seguido señalando que Junts en el Parlament “se ponen tan estupendos con Vox y, en cambio, en Ripoll no lo hacen de una forma clara y contundente”.

Por otra parte, la portavoz socialista también ha avalado la propuesta que ha realizado David Cid, de los Comunes, en el sentido de extender el "pacto antifascista" del Parlament a los ayuntamientos.

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