El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el decreto por el que se modifica la metodología de cálculo de la tarifa regulada de la luz, denominada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Los cambios introducidos pretenden reducir la volatilidad de las facturas, al disminuir el peso del mercado diario en el cálculo del precio de la electricidad. Además, como novedad, se excluye a las grandes empresas y organismos públicos de esta nueva PVPC.
Hasta la fecha, el único criterio para poder acogerse a la tarifa regulada de la luz era tener contratada una potencia de hasta 10 kW. Sin embargo, a partir del 1 de enero de 2024, los beneficiarios tendrán que ser además hogares o microempresas, un cambio que procede de una directiva europea. A aquellas grandes empresas que a comienzos del próximo año no se hayan cambiado todavía al mercado libre, se les mantendrá el suministro eléctrico, pero se les aplicará un recargo del 20%, según han informado fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica.
En cuanto a los cambios en el cálculo del precio, la tarifa PVPC ya no dependerá solo de las subastas diarias de electricidad, sino que se introducirá una indexación a los mercados a plazo, que irán ganando peso progresivamente durante un plazo transitorio de dos años. De este modo, el spot diario todavía marcará el 75% del precio en 2024 —actualmente supone el 100%—, pero se reducirá a lo largo de este plazo hasta representar un 60% en 2025 y un 45% en 2026. En consecuencia, dentro de tres años el grueso de la tarifa se calculará a partir de las referencias de precios de los mercados de futuros, que compondrán una cesta en la que el 10% corresponderá al producto mensual, el 36% al producto trimestral y el 54% al producto anual.
De este modo, se pretende reducir la volatilidad y conseguir precios más estables, al no depender exclusivamente de la cotización diaria. Desde el Ministerio de Transición Ecológica insisten en que el objetivo de la reforma no es bajar los precios, sino hacerlos menos volátiles y evitan hablar de ahorro en la factura, después de que la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) lo pusiera en duda. Será este organismo quien se encargue del seguimiento de la aplicación transitoria de los cambios, ya que Bruselas exige una revisión en 2025 en la que se justifique la necesidad de mantener o eliminar las tarifas reguladas.
La reforma no afecta a la curva de precios horarios, por lo que se mantendrán las horas valle, llanas y puntas, aunque cabe esperar una menor diferencia entre los picos diarios. En cualquier caso, el Ministerio de Transición Ecológica espera que las diferencias de precio sigan incentivando la eficiencia energética por parte de los consumidores.
La nueva fórmula de cálculo entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2024 y "los consumidores no tendrán que hacer nada", tal y como ha aclarado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. No obstante, la reforma exigirá a las eléctricas una mayor contratación de electricidad en los mercados a plazos, en los que el Ministerio para la Transición Ecológica espera que ganen terreno las energías renovables. De hecho, las comercializadoras de referencia tendrán que empezar a adquirir la electricidad cotizada a futuro a partir del 1 de julio de este año. Además, se ha introducido una prima de riesgo para garantizar el equilibrio económico de las comercializadoras en su provisión de demanda a futuro.
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