En 2021 empezó una tendencia al alza de los precios de la electricidad y del gas que en los primeros meses de 2022 dio lugar a picos históricos y provocó también que los consumidores españoles buscaran como nunca antes contratos más baratos para estos suministros. Según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), en ambos casos el número de cambios se incrementó un 30% con respecto al año anterior.

En la gran mayoría de los casos, los cambios de contratos se dieron de unas comercializadoras a otras en el mercado libre o del regulado al libre. En tercer lugar, y a gran distancia, los consumidores hicieron el camino inverso al que marca la UE y promueve la CNMC y buscaron precios más asequibles cambiando del mercado libre al mercado regulado, el que se verá directamente beneficiado cuando entre en vigor el tope al precio máximo del gas.

De acuerdo a la estadística de la CNMC, en 2021 hubo más de seis millones de cambios de contratos, cinco en el mercado de la electricidad y más de un millón en el del gas. Se trata de un incremento del 30% con respecto del año anterior, cuando terminó una tendencia más o menos estable. 

Mejor oferta

El precio de la luz fue el primero que empezó a aumentar, en verano del año pasado. La CNMC no desagrega los cambios de contrato por meses o trimestres, pero una comparación con lo que ocurrió en 2020 y con los años anteriores permite ver que los consumidores buscaron en mucha mayor medida el mejor precio, principalmente cambiando a compañías que les ofrecieran un mejor precio. El año pasado hubo 5.042.647 cambios, mientras que en 2020 fueron 3.690.138; en 2010, 2.994.780, y en 2019 -último año de la serie de la CNMC-, 3.203.951.

En la mayoría de los casos, el cambio fue entre comercializadoras que operan en el mercado libre, que pueden ofertar a sus clientes por el precio que pagarán en este caso por la electricidad durante un tiempo determinado, generalmente un año. De los cinco millones de cambios, hubo 3,3 millones en esta modalidad, mientras que 1,2 millones de hogares saltaron al mercado libre desde el mercado regulado, sujeto a las subastas diarias que han hecho fluctuar el precio de la luz hasta los 500 euros por MWh.

El mercado regulado, en el que está todavía el 40% de los pequeños consumidores y que debería quedar limitado a los más vulnerables de acuerdo con la política de liberalización del sector, es el que notará de forma directa la limitación del precio del gas, que se separará así del precio de otras tecnologías más baratas para generar electricidad. El Gobierno indica que los precios del mercado libre también se verán beneficiados, de la misma manera que augura que, cuando se revisen los contratos, también se verán afectados por el alza de los precios de la energía de los últimos meses.

A la espera de que el Gobierno finalmente tenga luz verde definitiva de Bruselas, los datos de la CNMC de 2021 indican que 428.062 cambiaron de compañía  para pasar del mercado libre al mercado regulado. Solo 7.247 cambió dentro de este segundo.

Gas

En cuanto al gas, los 1,04 millones de cambios que hubo en 2021 contrastan con los 796.970 que hubo en 2020; los 619.008 de 2019 y los 687.688 de 2018.

Como en el caso de la luz, la mayoría de los cambios que hicieron los consumidores fueron en el mercado libre (855.836), seguido de quienes dieron el salto del mercado regulado al libre (109.855). Solo 68.342 hicieron el camino inverso y 2.372 cambiaron de comercializadora dentro del mercado regulado.

Más demanda, más caro

Esta es la respuesta que dieron los consumidores españoles al aumento de precios del gas natural que empezó en 2020 y que se trasladó a la electricidad en general, debido a la manera en la que funciona el mercado energético, donde el precio del gas marca el del resto de energías, por muy minoritaria que sea su contribución al mix energético. Unido, además, a que la demanda de gas natural aumentó en España en 2021.

También según la CNMC, desde otoño de 2020 el precio del gas experimenta una subida constante que dura hasta la actualidad y que ha hecho que el coste de las importaciones de gas haya aumentado un 337%, entre diciembre de 2020 y diciembre de 2021, cuando pasó de 13 euros/MWh a 58.  

En este tiempo, la demanda de gas (378.502 GW) también ha aumentado, un 5,1% con respecto de 2020, aunque sin terminar de recuperarse al periodo prepandemia, porque en 2021 fue aún un 4,9% menor que en 2019.

Según la CNMC, el aumento del precio del gas primero estuvo motivado por la recuperación económica tras el primer año de pandemia y por los incrementos de la demanda de gas natural licuado en Asia. Un año más tarde, en octubre de 2021 los motivos del alto precio fue los almacenes europeos empezaron a vaciarse con respecto a años anteriores, la limitación de la llegada de gas ruso y la "incertidumbre geopolítica" por las tensiones entre Rusia y Ucrania, que desembocaron el ataque del primero al segundo en febrero, así como el retraso en la puesta en funcionamiento del gasoducto NordStream 2.

En 2021 España se abasteció de 16 países proveedores de gas. El principal fue Argelia, con un porcentaje del 42,7%, un 16,6% más que en 2020. Le siguieron a "gran distancia" Estados Unidos (14,2%), Nigeria (11,5%), Rusia (8,9%) y Catar (6,3%).