Todo comenzó cuando el político conservador Robby Starbuck acusó a Megan Fox y a Brian Austin Green, su expareja y padre de sus tres hijos, Noah, Bodhi y Journey, todos varones, de "puro abuso infantil" a raíz de una fotografía en la que la actriz aparece paseando con los tres pequeños, todos vestidos con la ropa que ellos habían elegido y que para el republicano era un ataque a su género biológico.

Según Starbuck, el hecho de que la actriz de Jennifer's body o la saga Transformers dejase vestir a sus hijos como niñas les había provocado a dos de ellos una crisis mental en un parque público, algo que el Austin Green negó a TMZ afirmando que solo se trata de "un ejemplo perfecto de alguien que, con motivos egoístas, no se preocupa por afectar negativamente una relación paterno o maternofilia".

Megan utilizó su Instagram para describir a Starbuck como alguien desesperado por "adquirir riqueza, poder, éxito o fama", así como le instó a "nunca usar a los niños como palanca o moneda social, sobre todo bajo pretextos erróneos y con malicia". 

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Megan advirtió además a Starbuck, quien se postuló sin éxito para un escaño en el Congreso de Tennessee en 2022, de que "explotar la identidad de género" de sus hijo "para llamar la atención en su campaña política" le coloca "en el lado equivocado del universo".

Asimismo, le recordó que durante mucho tiempo ha aguantado a muchos hombres "narcisistas" que querían "quemarla en la hoguera". "Te has metido con la bruja equivocada", finalizó la actriz de 37 años. Y aquí es donde ha entrado Elon Musk, de quien precisamente renegó su hija transgénero, Vivian. 

El magnate ha intentado hacerse el gracioso por Twitter y ha bromeado con referencias a la polémica, afirmando que estaba "buscando contratar a un vicepresidente de Brujería y Propaganda", sin posicionarse directamente a favor o en contra de ninguno de los dos, ni la actriz ni el político conservador.

Cuando alguien le comentó que se decantase, dado que Megan Fox era tambien "mala con la propaganda", Elon únicamente respondió con cierta ironía "Nadie es perfecto". Ni Megan ni Brian han querido responder a las palabras del CEO de Tesla.