La contraofensiva ucraniana en el sureste del país sigue en marcha, y avanzar posiciones en el frente de las regiones de Zaporiyia y Donetsk se ha convertido en el objetivo principal de Zelenski. El Ejército ucraniano, que continúa prefiriendo no calificar de contraofensiva esta operación, trata desde hace días de encontrar puntos débiles en las defensas rusas. Es precisamente el Ejército del Kremlin el que públicamente insiste en que la esperada ofensiva ucraniana ya ha empezado y que, según su versión, está encontrando una fuerte resistencia.
Desde el pasado lunes las fuerzas ucranianas han intensificado los bombardeos y los ataques en torno a la localidad de Velyka Novosilka. Además de haberse hecho con el control de Novodonetske. Más al sur, dentro ya de la provincia de Zaporiyia, Ucrania ha lanzado ataques hacia el sureste y el sur de Mala Tokmachka. Aunque parece que las fuerzas ucraniana pueden haber sufrido perdidas, los expertos militares apuntan a que todavía conservan sus posiciones en la zona.
Son varias las zonas del frente donde Ucrania ha avanzado terreno, pese a que Rusia ha asegurado este viernes haber repelido has doce ataques. Según el parte del Ministerio de Defensa ruso, cuatro ataques fueron rechazados en un estratégico saliente ruso entre las regiones de Donetsk y Zaporiyia, y otros dos más al sur de la misma provincia. El informe castrense afirma que el Ejército ruso ha acabado con la vida de hasta 680 soldados ucranianos y 35 tanques.
Ucrania no reconoce la contraofensiva, pero sí ataques
Esta semana Ucrania ha admitido que efectúa acciones ofensivas en "algunas direcciones", pero no ha querido confirmar aún el inicio de la anunciada contraofensiva (pese a haber dado a entender que sí se han producido avances en la línea del frente). A la vez, el estadounidense Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) ha indicado en su informe diario que Kiev lleva a cabo operaciones de contraofensiva con distinto resultado desde el pasado día 4.
Por su parte, la viceministra de Defensa de Ucrania, Hanna Maliar, ha informado este viernes de los combates por la defensa de posiciones existentes en Zaporiyia: "El enemigo está llevando a cabo operaciones defensivas en la zona. Los combates posicionales continúan".
En el parte militar de este viernes, las fuerzas ucranianas afirmaron haber alcanzado cinco puestos de mando rusos, seis concentraciones de tropas, armas y material militar y dos sistemas de misiles antiaéreos, además de ocho unidades de artillería y otros dos "objetivos importantes del adversario". El informe recoge también un ataque contra un campo de entrenamiento de la zona ocupada por Rusia en la provincia de Donetsk en el que habrían muerto 56 soldados rusos.
Así mismo, según el boletín del Centro para Estrategias de Defensa, Ucrania ha llevado a cabo "operaciones de reconocimiento y de búsqueda lejos de las rutas de transporte y de las zonas habitadas clave", lo que estaría poniendo en dificultades al ejército ruso. Según este think tank ucraniano, las fuerzas rusas responden de manera precipitada para abortar estas acciones, exponiendo así la localización de sus posiciones de fuego. "Como resultado, las Fuerzas Armadas de Ucrania han destruido unas 30 baterías enemigas en los últimos días", señala el boletín de esta institución.
Continúa los combates en Bajmut
Con todo, la viceministra quiso remarcar que "la situación es tensa en todas las zonas del frente", pero que "el este es el epicentro" de los combates. Según Maliar, Rusia intenta mantener sus posiciones en la zona de Bajmut al tiempo que "hace intentos" fallidos de atacar. "Nuestros combatientes están llevando a cabo operaciones activas de combate en la zona de Bajmut", señaló.
El ejército ucraniano lleva "varios días" aprovechando las rotaciones de las tropas rusas que controlan la práctica totalidad de la ciudad de Bajmut para llevar a cabo contraataques que, según afirman, les ha permitido avanzar hasta 1,2 kilómetros en algunas direcciones.
El portavoz del mando oriental ucraniano, Serhiy Cherevaty, dijo este viernes en esta localidad habían acabado con la vida de 120 soldado rusos y provocado 163 heridos y 11 capturados durante las últimas 24 horas. Según Cherevaty, estas bajas se producen ahora entre las unidades motorizadas y aerotransportadas del ejército regular ruso que empezaron a reemplazar en abril a los mercenarios del grupo Wagner, que habían liderado la toma de la ciudad.
Además de ganar terreno, Kiev busca obligar a Rusia a seguir centrando su atención en esta ciudad para evitar que pueda lanzar nuevas acciones ofensivas en otros municipios de Donetsk o enviar tropas más al sur para reforzar las defensas en los puntos más sensibles del frente.
Aumentan los muertos por la inundación en Jersón
Mientras los ataques y bombardeos siguen produciéndose, a escasos kilómetros de allí, en la provincia de Jersón, el drama de la destrucción de la presa de Nova Kajovka sigue aumentando. Las autoridades rusas elevaron este viernes a ocho las personas muertas en las inundaciones provocadas, cifra que los voluntarios sitúan en varias decenas.
"Lamentablemente, hay víctimas, algo inevitable para una catástrofe de tal magnitud. Ascienden a ocho personas", dijo Vladímir Saldo, gobernador interino de la región ocupada de Jersón impuesto por Rusia. La última víctima es una anciana de 84 años, cuyo cadáver fue hallado tras bajar el nivel del agua.
Por su parte, Ucrania ha reconocido al menos 4 personas han muerto y otras 13 están en paradero desconocido. Las inundaciones han anegado 48 localidades y más de 3.625 casas en la provincia ucraniana de Jersón, donde se encontraba la infraestructura destruida. En la parte de la región de Jersón controlada por Kiev han sido evacuadas hasta el momento 2.412 personas.
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