El PP abona el bipartidismo: esquiva a Vox y exhibe la división de Sumar

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha sido ovacionado por el Comité de Dirección del partido esta lunea a su llegada a la reunión en la sede de Génova. Nada más entrar por la puerta, los miembros del comité se han puesto de pie y han aplaudido al líder popular tras los excelentes resultados electorales tras el 28M.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo tras la victoria del 28M.
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha sido ovacionado por el Comité de Dirección del partido esta lunea a su llegada a la reunión en la sede de Génova. Nada más entrar por la puerta, los miembros del comité se han puesto de pie y han aplaudido al líder popular tras los excelentes resultados electorales tras el 28M.

Hace poco más de un año aterrizaba en la capital un barón gallego con cuatro mayorías absolutas a su espalda. A su llegada a Génova 13, Alberto Núñez Feijóo fantaseaba con replicar su modelo en todo el panorama nacional. Un bipartidismo que había desaparecido hacía casi una década -en 2014, con la irrupción de Podemos- y del que las dos formaciones históricas -PSOE y PP- habían renunciado a recuperar en el corto plazo. 

Desde que llegara en abril de 2022, Feijóo se lo ha jugado todo a una única carta: la de sacar a la coalición de izquierdas del Gobierno con una mayoría contundente del PP. Sin Vox. Los naipes están a 49 días de descubrirse. Y tras la primera baza, la del 28M, el PP cree que podrá ganar la partida gracias al debilitamiento de su principal adversario político, sobre todo, pero también esquivando a Vox y nutriéndose de la división de Sumar.

En los últimos quince meses la pregunta que ha rondado sobre el nuevo equipo es cómo auguran un gobierno sin Vox. Feijóo, siempre firme en su tesis, pedía tiempo al tiempo. Nunca se ha pillado los dedos, como sí hizo Pedro Sánchez al decir que nunca pactaría con Podemos. Lo que solicitaba el líder popular era la oportunidad de demostrar que podía repetir su modelo gallego. Con las primeros comicios celebrados, y con los resultados en la mano, el PP se reafirma en su objetivo. 

Los populares intentarán "hasta el final" conformar gobiernos en solitario. "Es nuestro compromiso y nuestra decisión de la que no nos vamos a salir", sostuvo este lunes el portavoz de campaña, Borja Sémper.  Todo pese a que poco antes de que el líder de Vox, Santiago Abascal, instara al PP a aclarar qué camino quiere tomar antes del 23-J. Y es que Vox es decisivo en Extremadura, Comunidad Valenciana y Aragón y de quien Alberto Núñez Feijóo necesita de al menos su abstención en Baleares y Murcia. La siguiente jugada, la que se guardaba Feijóo bajo la manga, es la de llevar a Abascal al límite. 

Esto es esquivar pactos con Vox y pedirles su abstención a precio de evitar que gobierne la izquierda. Que Abascal lo acepte es otro asunto, pero por el momento los populares consiguen mantener el pulso. Lo cierto es que siempre que Vox ha marcado líneas rojas al PP, suponiendo un verdadero obstáculo para su gobierno, los ciudadanos han acabado por castigar a los de Abascal, como ocurrió en Madrid.

El segundo éxito de la partida le viene dado por la mala jugada de sus contrincantes. Los populares no esconden la oportunidad que le ofrecen los socios de Gobierno de Pedro Sánchez -Unidas Podemos y Sumar- al atravesar su peor crisis interna. Con una izquierda dividida, el PP se ofrece como la alternativa "serena" frente a un Gobierno reeditado en el "enfrentamiento". "Tenemos curiosidad de ver cómo Pablo Iglesias [ex dirigente de Podemos] acaba pidiendo el voto para Yolanda Díaz y Podemos queda sumido en Sumar", ha señalado Sémper sobre las negociaciones que mantienen Podemos y la plataforma que dirige Díaz para concurrir juntos a las elecciones generales.

Así, tras la derrota de Pedro Sánchez en las urnas municipales y autonómicas y la desaparición de la formación de centro liberal Ciudadanos, el líder de la oposición cree encontrar el campo limpio para continuar con la última jugada, la del 23 de julio. Su mayor escollo es Vox. Su ventaja, la crisis interna a la que se enfrenta el espacio de izquierda que surgió con Podemos.

El PP lanza su campaña informativa del voto por correo

Como el voto residual de Ciudadanos a por el que se ha lanzado el PP, el voto por correo es el segundo caladero en el que pescar. Ante la polémica que surgió durante las elecciones del 28M por supuestos robos de votos en varios puntos de España, el PP vuelve a lanzar un mensaje de confianza en este sistema electoral. Es más, trabajará esta campaña para que todo ciudadano pueda hacer uso de esta vía sin obstáculos y con normalidad.

En los últimos días, desde las filas populares se ha venido diferenciando entre el habitual sistema garantista del que se ocupa la administración del supuesto fraude electoral puntual que fue parado a tiempo. De ahí que el PP insista en que el voto por correo es un sistema sagrado y coloque en las juntas electorales la responsabilidad de vigilar este voto tras la polémica del 28M. "Es la administración la que tiene que estar vigilante".

Así, la secretaria general del Partido Popular y portavoz parlamentaria  en el Congreso, Cuca Gamarra, avanzó este lunes que desde el PP cumplirán su papel de informar sobre el voto por correo. Llevarán una campaña informativa sobre cómo hacer uso de esta vía alterativa porque el 23-J "los españoles no tienen que elegir entre urnas o vacaciones, cuando ambas son compatibles".

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