El PP no acepta la propuesta del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de celebrar un debate semanal con Alberto Núñez Feijóo hasta las elecciones generales del 23 de julio. Porque quien "necesita seis debates es Sánchez, no España", ha defendido el portavoz de la campaña de los populares, Borja Sémper, quien, por el contrario, deja abierta la puerta a futuros debates entre el presidente y el líder de la oposición durante la campaña electoral que empieza el 7 de julio.

De este modo, a lo que se oponen los populares es a que Sánchez les marque la agenda. "España no está para excentricidades. Entendemos la ansiedad de Sánchez, pero le pedimos calma", ha señalado Sémper, quien atribuye la oferta del presidente y líder del PSOE a su "nerviosismo, desorientación e incomodidad" tras los malos resultados de los socialistas en los comicios municipales y autonómicos del 28 de mayo. "No vamos a entrar a ese trapo ni en un marco de barro. Es un enfrentamiento gratuito y poco edificante. Sánchez no ha entendido el mensaje de los españoles", ha añadido.

El líder de la oposición ha conocido la oferta de Pedro Sánchez en plena reunión del Comité de Dirección. Así, el equipo de Feijóo ha añadido un punto más en el orden del día para abordar este nuevo asunto. "Sánchez está más cómodo en un plató de televisión que en la calle", ha concluido el núcleo duro de Feijóo, según ha trasladado Sémper. 

Si bien la dirección nacional cierra la puerta a esta oferta, al entender que dicho formato solo beneficia a Sánchez, abre la posibilidad de celebrar futuros debates durante la campaña electoral que dará comienzo el 7 de julio: "Iremos tomando las decisiones oportunas", ha respondido Sémper tras insistir en que Feijóo "nunca ha tenido ningún problema en debatir".

Es más, fuentes del PP añaden que Pedro Sánchez solo ha concedido cuatro cara a cara a Feijóo en 13 meses y que nunca concedió un debate al expresidente del PP Pablo Casado. En Génova creen que la propuesta de Sánchez viene a escenificar un "problema evidente" del presidente y candidato socialista a las generales tras su pérdida del poder territorial.