Entrevista

Estíbaliz López-Samaniego, experta en basura marina: "Hemos sacado restos de aviones, de barcos, neveras y... ¡hasta un vibrador!"

Estíbaliz López-Samaniego, directora de Vertidos Cero, junto al Castillo de Monterreal, en Baiona, el 2 de junio de 2023.
Estíbaliz López-Samaniego, directora de Vertidos Cero, junto al Castillo de Monterreal, en Baiona, el 2 de junio de 2023.
L. B.
Estíbaliz López-Samaniego, directora de Vertidos Cero, junto al Castillo de Monterreal, en Baiona, el 2 de junio de 2023.

Estíbaliz López-Samaniego (Bilbao, 1969) es la directora de Vertidos Cero, una de las 'patas' del proyecto Mares Circulares promovido por Coca-Cola para recoger basura del mar. Como Doctora en Ciencias Químicas y consultora experta del Programa Medioambiental de Naciones Unidas para el Mediterráneo, tiene claro que para acabar con la contaminación marítima hay que atajar el problema de raíz. Advierte que "todo lo que vemos en tierra puede acabar siendo basura en el fondo del mar". Tras muchos años estudiando los residuos marinos y buscando para ellos una nueva utilidad, asegura que las zonas donde más desechos se encuentran son "las más próximas a tierra".

Tras participar en unas charlas organizadas con motivo del quinto aniversario de la iniciativa Mares Circulares, que ha logrado extraer casi 1.900 toneladas de basura del mar, atiende a 20minutos en Baiona (Pontevedra).

¿Cuándo y por qué nace Vertidos Cero?La asociación nació del cuerpo docente y los alumnos y ex alumnos del Máster en Gestión y Tratamiento de Residuos de la Universidad Autónoma de Madrid, que se hace ya 23 años. Nos dimos cuenta de que edición tras de edición nos encontrábamos los mismos en los mismos foros, y así no se avanza. Decidimos saltar del aula a la calle para hablar directamente con la gente y contarles el problema que había con los residuos.

¿Cómo lo hicieron?Montamos una asociación entre todos y dijimos '¿qué hacemos?' y nos fuimos a un centro comercial a enseñar a los niños a hacer jabón con aceite vegetal usado tirados en el suelo, o sea, doctores en ciencias y grandes técnicos medioambientales tirados en el suelo jugando con niños. 

Porque vieron un gran problema...El problema es importante. De jugar con los niños pasamos a charlar con los mayores, con empresas y autónomos, que desconocen completamente el tema de los residuos y cómo deben gestionarlos. Nuestra pasión es el mar y nos juntamos con compañeros de Oceanografía y así empezamos la andadura en basuras marinas. Al principio, la gente del medio marino se reía de nosotros, nos llamaban 'la pandilla basurilla', y al final han pasado a formar parte de ella. Son ya 10 años de trabajo en basuras marinas a todos los niveles: nacional, con la Unión Europa, con el Banco Mundial y, ahora, con Coca-Cola en Mares Circulares. Y, en el futuro, esperamos que con mucha más gente.

Cómo va a derivar el cambio del sustrato en el fondo del mar en el equilibrio de la biodiversidad no lo sabemos, está por ver, ya se habla de la plastisfera

¿Están centrados en basura marina?Tenemos una parte de trabajo muy potente en basuras marinas con tres proyectos grandes, pero también trabajamos en el residuo abandonado en tierra y, sobre todo, en el problema del transporte de los residuos al mar a través de los ríos: cuál es el problema, dónde se quedan, qué se mueve y qué no... También realizamos programas y estrategias para minimizar los residuos, para prevenir, que es la base. Cuando hay un problema de contaminación, cortar la fuente es básico y, después, seguir con la prevención impulsando modelos de reutilización y eliminación de envases y dando una segunda vida a los residuos. 

¿Cuál es su función dentro de Mares Circulares?Somos los responsables del trabajo de recuperación de las basuras marinas de fondos profundos, que es el 70% del total de residuos en el mar. A las playas llega el 15 %, pero lo que no se ve es mucho y es muy complicado llegar a esas profundidades. Estamos hablando, en el Atlántico, por debajo de 100 metros. Por eso la colaboración de la flota pesquera es básica porque son los que salen todos los días al mar y están llegando a profundidades de 300 metros y tenemos arrastreros que nos llegan a 800-900 metros. Ellos realmente van a pescar, pero las redes se les enredan con la basura.

¿Cuáles son los desechos más raros que han devuelto a tierra?Carcasas de aviones, restos de embarcaciones, frigoríficos... Lo último que hemos sacado ha sido un vibrador, que era lo que nos faltaba [ríe]. 

¿Y lo más habitual?En el Mediterráneo, residuos domésticos derivados de la actividad en tierra como bolsas de plástico, envases de todo tipo. La gente piensa en la botella pero hay de todo, muchísimos envases de aperitivos, chucherías, latas... En el Atlántico hay más variedad: residuos industriales, de cargueros, de la pesca... que no son muy numerosos, pero en peso son importantes. En el fondo, lo más habitual son cabos y cuerdas.

Cuando hay un problema de contaminación, cortar la fuente es básico y, después, seguir con la prevención

Y cuando se saca, ¿cómo es el proceso hasta que se le da una nueva vida?El pescador, al limpiar sus redes de la captura, lo va separando. Una vez en tierra, lo entregan en los contenedores que están habilitados para ello previo pesaje. Se pesa y se sabe de qué barco viene para así conocer dónde tenemos las mayores necesidades. Una vez en el contenedor, los técnicos del proyecto van una vez al mes a caracterizarlo o sea, cuánto hay y qué es. Con esta información se está generando una base de datos que se aporta tanto al propio proyecto como al Ministerio para los reportes que luego hace a Europa. Y, una vez caracterizado, se llama al gestor de residuos autorizado, que separa el PET (el envase transparente) e intenta valorizar la fracción metal y la fracción plástico mezcla, que es un maremágnum de todo, muy degradado (hemos encontrado sobres de aceitunas de hace 50 años y botellas de vidrio que se comercializaron en el 35 en Australia y Nueva Zelanda y han aparecido aquí en Finisterre). El gestor trata de valorizar todo lo que puede y ese plástico mezcla que no lo quiere nadie lo trasladamos a IMPLAS (Instituto tecnológico del plástico) para procesarlo y saber qué tipo de materiales son. En función del polímero que sea, se trocea y separa. La parte que son polipropilenos se envían a la ONG valenciana Plàstic Preciós La Safor, que lo transforma en planchas que luego se transforman en llaveros, bancos... [como los que hay en los puertos que colaboran en el programa]

¿Qué limitaciones existen para que la basura se pueda considerar materia prima?La tecnología está bastante desarrollada, tanto para un reciclado químico como mecánico. El tema es que la industria del reciclado está muy atomizada en nuestro país y es un coste inmenso enviar residuo de un lado para otro, y tampoco es lo adecuado. Además, está malacostumbrada a que les demos determinado material con determinadas características, pero estamos hablando de residuos y no se tienen que esperar las características de la materia prima. Ahora estamos trabajando con los recicladores para que entiendan que igual en el mercado se valora que se vea que es reciclado. Entendemos que el flujo de la basura marina como materia prima única para producir algo a nivel industrial es pequeño, pero puede dar un valor añadido.

Podemos ir donde van los pescadores, pero no podemos llegar a todo el planeta, que es fundamentalmente océanos

¿Qué son los residuos 'huérfanos'?Los que nadie quiere porque no tienen valor económico de mercado, porque su separación y tratamiento es muy costoso e implica inversiones adicionales en la empresa. Todo el rechazo en las plantas de selección va a vertedero o a incineradora pero, ¿y si resulta que, si podemos meter la basura marina, también esa fracción de rechazo se puede meter en producción? Igual tiene un valor de mercado menor, pero tiene una posibilidad de entrar otra vez en el ciclo de producción.

¿Qué sueña que se podría llegar a conseguir con la basura marítima?Que desaparezca, pero es complicado porque es inaccesible. Estamos llegando puntualmente y, gracias a la labor de los pescadores, a sitios donde no pensábamos. Tengo compañeros de Oceanografía que han encontrado residuos a 1.500 metros, es imposible recuperar un resto a esa profundidad. Ya a partir de 100 metros se complica bastante. Podemos ir donde van los pescadores, pero no podemos llegar a todo nuestro planeta, que es fundamentalmente océanos.

No hay que ser alarmista, la mayoría del pescado que comemos lo evisceramos

¿Qué riesgos para la salud humana y los ecosistemas tiene la basura marítima?Para el ecosistema tiene evidente impacto físico y químico. Cuando hablamos de basura marina, me gusta que se visualice que son todos los objetos que tengo en casa y todos los que me encuentro en la calle, incluidas las vallas de obra, tirados al fondo del mar. No es únicamente una bolsita o una pajita, es cualquier cosa que está en tierra. Todo eso genera una alteración del sustrato. La vida en el océano se desarrolla fundamentalmente o muy cerca de la superficie o en el fondo, donde viven los que limpian el mar y, si les cambio la arena por residuos duros, esas especies ya no pueden vivir ahí, no están adaptadas. Me cargo ese tipo de fondos, me cargo esas especies y se genera una colonización que no es la que le corresponde a este entorno. Cómo va a derivar ese cambio en el equilibrio de la biodiversidad no lo sabemos, está por ver, ya se habla de la plastisfera. Además, cuando los residuos van flotantes, se colonizan y van trasladando especies de un sitio a otro, con lo que conlleva como peligro para los nuevos ecosistemas. A nivel químico, muchos de esos residuos contienen sustancias tóxicas, estamos hablando de envases de aceite de motor, envases de líquidos limpiadores, de metales de diferente configuración que se degradan y se van a soltar. Cuanto más oscuro es el color del envase de plástico, más posibilidades hay de que sea tóxico. Respecto a la generación de microplásticos, a estos se adhieren no solo microorganimos sino también sustancias químicas afines a los polímeros, que son los contaminantes con capacidades teratogénicas y cancerígenas que están saliendo de nuestras depuradoras, que en principio se diluyen en el medio marino, aunque producen daños y no tenemos muy claro si cuando entran en la cadena trófica tienen capacidad de soltarse y resultar tóxicos para el animal o para nosotros cuando lo consumimos. Eso es una línea de investigación ahora. No hay que ser alarmista porque a la mayoría del pescado que comemos lo evisceramos, pero es algo que tenemos que investigar. 

¿Qué le dice una sociedad que trata como basureros sus mares y océanos?Hay una fotografía de Naciones Unidas de hace muchos años que es una persona en una playa levantando una ola como si fuese una alfombra y metiendo residuos debajo. En tierra, no te imaginas que a mí se me cae algo aquí, vuela, va ahí, que es una vía de drenaje, llueve, y va al mar. La campaña que se hizo con las alcantarillas que decía 'el mar empieza aquí' me pareció genial, porque en este planeta impera la gravedad, todo va a la cota más baja y esta es el mar. Eso no lo hemos interiorizado, y yo tampoco en su momento lo había interiorizado. Es un proceso de aprendizaje.

Estibaliz López-Samaniego

BIO

  • Estibaliz López-Samaniego (Bilbao, 1969)
Es la directora de Vertidos Cero. Doctora en Ciencias Químicas, consultora del Programa Medioambiental de Naciones Unidas para el Mediterráneo, vocal de Investigación de la Asociación Española de Basuras Marinas y Profesora de la Universidad Autónoma de Madrid. Cuenta con una trayectoria de más de 20 años en investigación centrada en la detección de vertidos sólidos y líquidos al medio, análisis de su impacto y diseño de posibles soluciones basadas en la economía circular de los residuos.
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