La inflación en la eurozona se modera al 6,1% pero duplica la tasa de España, que se afianza como tercer país con menor subida de precios

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en rueda de prensa.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en rueda de prensa (archivo).
EFE/FRIEDEMANN VOGEL
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en rueda de prensa.

Tras el leve repunte de abril, la inflación ha registrado en mayo bajadas generalizadas entre los socios de la moneda única. Según el avance publicado este jueves por Eurostat, la tasa de variación del IPC en la eurozona ha caído nueve décimas hasta el 6,1%. Esta tasa media duplica el dato de España, que la oficina estadística europea sitúa en el 2,9%. El país ibérico se mantiene como el tercer socio europeo donde los precios suben con menor intensidad, solo por detrás de Bélgica y Luxemburgo.

Los datos de Eurostat -todavía provisionales- apuntan a que los precios se habrían desacelerado en mayo en todos los países de la eurozona, lo que ha permitido que la inflación media regrese a la senda bajista transitada entre enero y marzo. En concreto, la tasa media de variación del IPC en la eurozona se ha reducido al 6,1%, frente al 7% registrado en abril, cuando los precios repuntaron una décima tras tres meses a la baja. Este dato interanual de mayo sitúa la inflación en su nivel más bajo desde febrero de 2022, cuando comenzó la guerra de Ucrania y la consecuente escalada de precios. De este modo, se aleja del pico del 10,6% registrado en octubre.

Pese a experimentar el mismo comportamiento, la inflación en España se mantiene alejada de la media de la eurozona. Según los datos armonizados de Eurostat, en el país ibérico la tasa anual de variación del IPC se ha reducido en mayo nueve décimas hasta el 2,9%, respecto al 3,8% de abril. Se trata de la primera bajada tras el repunte de siete décimas del mes pasado, lo cual no significa que los precios hayan bajado, sino que se ha ralentizado su ritmo de subida. En cambio, en términos mensuales la inflación ha registrado una tasa negativa del -0,2% en mayo respecto a abril, frente al 0% de la eurozona, donde los precios se han mantenido estables.

Con estos datos armonizados España se mantiene como el tercer país en el que los precios suben a menor ritmo, solo por detrás de Bélgica y Luxemburgo, cuyas tasas de inflación han caído al 2,7% y 2% respectivamente. En cambio, Alemania e Italia franquean la media de la eurozona, con tasas provisionales del 6,3% y 8,1% respectivamente, mientras que la variación interanual del IPC francés se sitúa en el 6%. España es, por tanto, el país con menor inflación de entre las cuatro grandes economías europeas. Letonia y Eslovaquia concentran las tasas más altas, por encima del 12%.

Los alimentos, al 12,5%

Según el avance de datos de Eurostat, la bajada generalizada de la inflación se debe al abaratamiento de la energía, que es un 1,7% más barata que hace un año, y a la moderación en el encarecimiento de los alimentos, cuyos precios son un 9,6% más caros que en mayo de 2022. La inflación de los alimentos en el conjunto de la eurozona se ha reducido cuatro décimas respecto a la tasa interanual del 13,5% de abril. En consecuencia, la subyacente -que excluye del cómputo el precio de la energía y los alimentos no elaborados por su alta volatilidad- ha retrocedido también del 5,6% al 5,3%, cumpliendo así dos meses consecutivos a la baja desde el récord del 5,7% registrado en marzo.

Pese a la contención de los precios, el Banco Central Europeo (BCE) apuntó en su última reunión a que la subida de tipos de interés de mayo podría no haber sido la última. La institución presidida por Christine Lagarde ha endurecido en el último año la política monetaria de la eurozona hasta situar los tipos de interés en máximos desde 2008. "Hay la percepción de que una gran parte del camino de subidas de tipos se ha llevado a cabo y queda la última parte, la recta final", ha señalado este mismo jueves el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, que ha recordado que los datos de inflación de los países de la eurozona "son positivos", pero todavía están "muy lejos del objetivo de inflación".

La Comisión Europea revisó a mediados de mayo sus previsiones de inflación para 2023 y 2024. Bruselas espera que el ritmo de encarecimiento de los precios se sitúe en el 5,8% este año y el 2,8% el próximo año en el conjunto de la eurozona. El pronóstico para España es más optimista. La Comisión vaticina una variación interanual media del IPC del 4% y el 2,7% en 2023 y 2024 respectivamente, aunque advierte de la resistencia a las bajadas de la inflación subyacente. 

"No hay pruebas claras de que la inflación subyacente haya tocado techo", ha repetido este mismo jueves Lagarde, que ha señalado que "la inflación es demasiado alta y está destinada a permanecer así durante demasiado tiempo". "Estamos decididos a reducirla a nuestro objetivo del 2% de manera oportuna", ha añadido, de cara a la próxima reunión del BCE.

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