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Jornadas de formación de Fundación Querer y DISA: "Buscamos garantizar una educación de calidad, adaptada a las necesidades del niño"

Jornadas de formación Fundación Querer y Fundación DISA
Jornadas de formación de la Fundación Querer y Fundación DISA
RUBEN GRIMON / FUNDACIÓN DISA
Jornadas de formación Fundación Querer y Fundación DISA

Más de un centenar de profesionales del ámbito clínico y educativo han participado durante dos fines de semana en las Jornadas de intervención clínica-educativa organizadas por la Fundación Querer y la Fundación DISA, dirigidas a proporcionar estrategias efectivas para mejorar el lenguaje y el aprendizaje de niños con necesidades educativas especiales derivadas de sus enfermedades neurológicas.

Ambas entidades han aunado fuerzas con un objetivo común, apostar por la especialización de la intervención de estos niños, tengan o no una discapacidad. "Estas jornadas surgen de la necesidad de garantizar una educación de calidad, promover la equidad, adaptarse a las necesidades de cada niño, fomentar la innovación educativa y tener un impacto positivo en la sociedad", explica Laura Plaza, responsable de innovación educativa y formación de la Fundación Querer.

La formación del profesorado, "un sector comprometido en constante desarrollo profesional", señala Plaza, es de suma importancia. Para dar una atención personalizada y adaptada a las distintas necesidades de estos niños, es vital contar con profesionales especializados en estos trastornos: "El objetivo de la formación era mejorar las habilidades de los profesionales en cuanto a detectar indicadores de riesgo en las aulas, aprender nuevas estrategias y técnicas educativas, así como estar al tanto de las últimas investigaciones en el campo de la educación"

"Desde el equipo de formación de la Fundación Querer creemos firmemente que los profesores capacitados pueden identificar y atender las necesidades individuales de los estudiantes, empleando enfoques pedagógicos y estrategias diferenciadas, promoviendo así un entorno educativo inclusivo y equitativo", señala.

Con este objetivo, Fundación Querer y Fundación DISA organizaron, durante dos fines de semana, distintas ponencias, espacios de debate y reflexión y talleres prácticos y de experimentación donde se defendió la importancia de individualizar los programas académicos según las necesidades, apostando por la escucha activa de las emociones, la estimulación sensorial y cognitiva y el apoyo del entorno de los menores. Diferentes profesionales de 'El Cole de Celia y Pepe', colegio de educación especial, en distintas áreas como la neuropsicología, audición y lenguaje, psicología clínica y terapia ocupacional, dirigieron estas sesiones.

El objetivo de la formación era mejorar las habilidades de los profesionales en cuanto a detectar indicadores de riesgo en las aulas y aprender nuevas estrategias y técnicas educativas

Trastornos de la comunicación, el lenguaje y el habla

El primer fin de semana, la formación estuvo centrada en los trastornos de la comunicación, el lenguaje y el habla. En una ponencia dirigida por Elisa Rodríguez, neuropsicóloga infantil y doctora en neurociencia, se pusieron sobre la mesa los hitos del desarrollo del lenguaje y su relación con el cerebro, se explicaron los procesos de adquisición de éste y se habló sobre los trastornos del lenguaje infantil y diferentes herramientas neuropsicológicas utilizadas para evaluar el lenguaje y la cognición.

Por otro lado, Carolina Pérez, maestra de audición y lenguaje y coach especialista en psicología positiva, dio estrategias y recursos para la comunicación en alumnos con Trastorno de Espectro Autista (TEA), un diagnóstico que, según Autismo España, afecta a una de cada 100 personas en nuestro país y que cada vez es más habitual encontrar e identificar en las aulas. Asimismo, Soraya Folguera, terapeuta ocupacional, abordó los problemas de escritura desde un enfoque sensorio-motor.

Además, en diferentes mesas redondas, se abordaron, por un lado, los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAAC) con un debate que hizo reflexionar sobre las señales de alerta y los beneficios de la aplicación de estos sistemas en las aulas y, por otro, la importancia de detectar las dificultades subyacentes en la comunicación y el lenguaje de los niños. "El comportamiento visible es solo la punta del iceberg y, detrás de él, se encuentran dificultades que muchas veces pasan desapercibidas", señala Plaza.

Dificultades del aprendizaje en el aula

El segundo fin de semana, las jornadas de intervención clínica-educativa estuvieron centradas en las dificultades de aprendizaje en el aula. Primero, se trataron los mitos y realidades del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Elisa Rodríguez y Sara Serrano, psicóloga clínica, ofrecieron recursos y estrategias para mejorar el aprendizaje de estos alumnos. Además, Marivi Lumbreras, maestra de AL, y Sara Chulvi, terapeuta ocupacional, hablaron sobre dislexia, disgrafía y disortografía, proporcionando estrategias educativas innovadoras aplicables al alumnado con dificultades asociadas a la lectura y a la escritura.

Desde un punto de vista neuropsicológico, se expuso también la importancia de una evaluación temprana para identificar los indicadores de riesgo que detectan problemas de aprendizaje. Durante esta jornada, hubo momento, además, para defender la importancia de la integración sensorial y la estimulación cognitiva en las aulas, puesto que lo fundamental para un desarrollo pleno, independientemente de las necesidades específicas, "pasa por aprender a regular las emociones y los comportamientos, ya que mejoran la capacidad de atención, la participación y la inclusión".

Talleres prácticos para experimentar

El rasgo diferencial de estas jornadas de formación, además de la gran experiencia y especialización de sus ponentes, fueron sus talleres prácticos. En total, seis talleres que proporcionaron una gran variedad de herramientas de aplicación en el aula y gabinetes especializados, con el objetivo de mejorar la calidad de la enseñanza para este colectivo. "Los docentes demandan que las formaciones sean prácticas para aprender estrategias que puedan aplicar a la diversidad y llevar al aula. Consideramos importante, además, que se pongan en el lugar del niño, para que puedan ver sus necesidades y lo sepan trasladar mucho mejor al aula. En los talleres ellos experimentan, vivencian y, después, descubren", asegura la responsable de innovación educativa y formación de la Fundación Querer.

Taller práctico de las jornadas
Taller práctico de las jornadas
RUBÉN GRIMON /FUNDACIÓN DISA

De esta forma, se realizaron talleres sobre estimulación del lenguaje infantil, dando recursos prácticos para estimular el lenguaje y los prerrequisitos de lectura y escritura, y del método de ‘El Cole de Celia y Pepe’, 'Handwritting without Tears', dedicado a enseñar habilidades previas a la escritura. También se visibilizaron los '100 lenguajes de los niños': "Los participantes encontraron un espacio con distintas propuestas y materiales para experimentar, asombrarse y jugar, recuperando la mirada de los niños. El objetivo era convertir el aula en un atelier para trabajar en distintos rincones y permitir al niño expresarse y comunicarse, no solo a través del lenguaje, sino también con elementos como el movimiento, el dibujo o la construcción".

Los asistentes a la formación también pudieron aprender cómo interpretar una evaluación psicopedagógica, con informes y casos reales, y conocer técnicas e instrumentos de evaluación innovadoras como rúbricas, registros de observación o listas de cotejo, entre otras. "Todos los participantes tenían su propio portfolio donde iban aplicando las distintas técnicas e instrumentos de evaluación que aprendieron", señala Plaza.

Los docentes demandan que las formaciones sean prácticas para aprender estrategias que puedan aplicar a la diversidad y llevar al aula

Finalmente, los profesionales de la Fundación Querer dieron herramientas para mejorar las habilidades matemáticas a través de la percepción visual, las dimensiones o la organización espacial. "Aprendieron prerrequisitos matemáticos desde dos enfoques: la terapia ocupacional y la especialidad de una maestra, trabajados mediante el movimiento, el cuerpo y la sensorialidad. Los asistentes pudieron hacer sus propias propuestas".

La valoración de todos los asistentes fue muy positiva. La mayoría de ellos destacaron la visión práctica de la formación. "Me han encantado las diferentes estrategias y juegos que han enseñado. Los utilizaré en clase", señaló uno de los participantes. "Muy interesante la propuesta de materiales para aprender prerrequisitos matemáticos y enseñar mediante el juego", comentó otro.

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