Odisea española en las inundaciones italianas: "Estoy atrapada en Bolonia porque no hay trenes disponibles"

María junto a Alfonso y Paula, dos de los chicos sin luz ni agua por las inundaciones.
María junto a Ekait y Paula, dos de los chicos sin luz y agua por las inundaciones.
María Álvarez
María junto a Alfonso y Paula, dos de los chicos sin luz ni agua por las inundaciones.

La alerta roja debido al mal tiempo por las lluvias torrenciales, que han provocado graves inundaciones, continúa en el noreste de Italia. Ya son 13 los muertos contabilizados en la región de Emilia Romaña por el ciclón Minerva, así como decenas de desaparecidos y más de 20.000 las personas evacuadas de sus casas. De hecho, algunos eventos deportivos también se han visto afectados, es el caso del Gran Premio de Fórmula 1 de Ímola, que se ha suspendido "porque no es posible celebrar el evento de manera segura".

A pesar de que la previsión meteorológica ha mejorado en las últimas horas, podría volver a llover durante el fin de semana, y las escuelas de ciudades como Bolonia y Casalecchio abrirán aunque el estado de emergencia continúa declarado en toda la región. Las inundaciones en Emilia Romaña han causado daños "por varios miles de millones de euros", aseguró el presidente de esta región del noreste de Italia, Stefano Bonaccini, que calculó que en 36 horas ha caído la lluvia de seis meses

Las zonas más afectadas por las inundaciones que iniciaron el pasado miércoles son las provincias de Ravena, Cesena y Forlí. En esta última precisamente es donde vive María Álvarez, una joven española afectada directamente por las inundaciones que en conversación con 20minutos ha explicado su situación: "Aunque el agua no haya llegado a mi casa, muchos de mis amigos han tenido que ser desalojados [...] Hemos tenido que ayudarles y se están quedando con nosotros. Se duchan y cargan sus dispositivos en nuestras casas". 

La preocupante situación ha llenado las calles de Forlí, entre otras ciudades, de litros de agua que han necesitado de la incesante ayuda de los operativos de emergencias. "La zona más afectada de la ciudad es la cercana al río, justo ahí es donde trabajo, no sé cuando podré ir a trabajar", explica María. "Cerraron los supermercados hace unos días, ya los han abierto, pero todavía hay un poco de desabastecimiento".

Imagen de uno de los supermercados de Forlí, recuperándose del desabastecimiento.
Imagen de uno de los supermercados de Forlí, recuperándose del desabastecimiento.
María Álvarez

Estas lluvias torrenciales han cogido desprevenidos a todos los habitantes del noreste italiano. De hecho, ante la inesperada situación climática en Forlí, María afirma que "ninguno tiene ropa preparada para la lluvia y las inundaciones, ni botas, ni nada". Además, con la evacuación de miles de personas de sus casas, la fauna ha llegado a tomar algunos lugares de la ciudad. María destaca que "un parque de la ciudad, después de la inundación, se ha llenado de animales como conejos".

Algo diferente es la situación de Sofía Gámez, otra chica española que está cursando su Erasmus en Forlí. En su caso, Sofía regresó a España días antes de la inundación y ha sido al regreso cuando se ha encontrado con problemas: "Quise regresar a Forlí, pero no pude por las inundaciones. Ahora estoy atrapada en Bolonia porque no hay trenes disponibles, me quedaré en casa de unos amigos hasta que la situación mejore".

La situación no sólo ha afectado a gran parte de la costa del noreste italiano, sino que los efectos de las inundaciones también han llegado al centro de la península. "El centro de Bolonia está inundado, las clases se han suspendido y museos, bibliotecas y lugares de ocio también siguen cerrados", explica Natalia Santamaría, estudiante de Erasmus en Bolonia. "No considero que aquí haya llovido tanto, pienso que más bien puede ser un problema del alcantarillado".

"Los daños fueron mayores de lo esperado"

Las inundaciones han causado daños "por varios miles de millones de euros", aseguró el presidente de esta región, Stefano Bonaccini, que calculó que en 36 horas ha caído la lluvia de seis meses. "Los 30 millones asignados por el Gobierno son bienvenidos y agradezco que los pongan a disposición de inmediato, pero aquí estamos hablando de miles de millones de euros en daños sólo por la tragedia del 2 y 3 de mayo, cuando el agua de cuatro meses cayó en 36 horas", explicó en la televisión pública italiana RAI.

"Cuando llueve en dos semanas como casi un año hay poco que hacer. Nunca se había visto un fenómeno de esta magnitud en nuestro país", según Bonaccini. "Los daños fueron mayores de lo esperado, pero "afortunadamente emitimos la alerta roja 24 horas antes, de lo contrario hubiera sido una gran tragedia aún más dramática", explicó el presidente regional, destacado miembro del progresista Partido Demócrata. 

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