Un nuevo modelo de casa ha llegado a España para quedarse. Se trata de las casas pasivas, esto es, una alternativa sostenible y más económica a las construcciones convencionales actuales. Con este nuevo concepto, los hogares más habituales se transforman en lugares de ahorro energético, útiles tanto para el bolsillo del propietario y de las constructoras como sostenibles para el medioambiente.

Según Idealista, para que un hogar sea clasificado como pasivo, la demanda de energía primaria debe ser inferior a 120 kWh por año y metro cuadrado. Por tanto, este tipo de casas (también conocidas como passivhaus) se diferencian del resto por su capacidad ahorradora en cuanto a energía se refiere. De esta forma, con su instauración se reducen los recursos que necesitará la edificación en su proceso de construcción, de manera que la obra será menos costosa energéticamente.

Sin embargo, lo más atractivo de ellas, a parte de ser sostenibles con el medioambiente, por supuesto, es el ahorro energético y, por tanto, la cantidad que se traduce en nuestro bolsillo. Teniendo en cuenta que la demanda de una casa pasiva debe ser inferior a 120kWh por año y metro cuadrado, las estimaciones concluyen que el consumo anual podría mantenerse en menos de 10 euros por metro cuadrado.

Así es la casa prefabricada de madera que se camufla con el paisaje como un camaleón

Algunos de los elementos que influyen en la construcción de estos modernos hogares son la orientación de la vivienda, el uso de energías renovables o la ventilación cruzada. Sin embargo, los factores más importantes que hacen que estas casas reciban tal denominación son, en primer lugar, los materiales empleados para su edificación, teniendo en cuenta la sostenibilidad de los mismos. El aislamiento térmico, por su puesto, también es un factor determinante pues hace que la temperatura se mantenga en el hogar y se ahorre en calefacción o aire acondicionado.

Por tanto, el objetivo principal de estas passivhaus es crear hogares que requieran una menor cantidad de energía tanto en su proceso de construcción como en su uso habitual, eso sí, sin que la comodidad de sus habitantes se vea afectada.

Ahorro energético y sostenibilidad

Debido a los beneficios que aportan estas casas, han ido ganando popularidad en varios países de Europa, cuyos propietarios consiguen ser más sostenibles y ahorrar en el consumo energético.

No solo se trata de una vivienda que consigue ahorrar en energía, sino que, por supuesto, son ecofriendly, pues cumplen con un conjunto de normas energéticas que garantizan el ahorro de energía en el hogar. De esta forma, son construcciones valiosas a nivel medioambiental y económico, pues hacen un buen uso de las energías renovables para mejorar el gasto energético.