Seis de mayo de 2013. El periodista Jesús Cintora, con algo de "vértigo", está a punto de estrenarse en la televisión como nuevo presentador de Las mañanas de Cuatro. Ni siquiera han hecho un ensayo antes de entrar en antena. Cintora tiene claro que esas primeras horas de televisión deben dejar clara la apuesta que ronda su cabeza: traer nuevas caras "jóvenes" al debate político. Su elección, como sabría años después, no pudo ser más acertada: de izquierda a derecha se sientan en la mesa del plató Pablo Casado, Albert Rivera, Alberto Garzón y Pedro Sánchez. Unos minutos después aparecería en calidad de analista político un profesor con coleta y pendientes muy vinculado al movimiento del 15 M, Pablo Iglesias. 

Por aquel año, eran poco más que jóvenes promesas. Casado era diputado del Partido Popular por Ávila, quedaban dos años y algo más de un mes para que alcanzara la vicesecretaría general de comunicación de la formación. Albert Rivera, por su parte, ya era una cara habitual en las tertulias televisivas, un "animal mediático", recuerda Cintora en conversación con 20minutos. Más aún, Rivera era el portavoz de Cs en el Parlament catalán. Alberto Garzón era diputado de Izquierda Unida, le quedaban dos años para ser elegido candidato de la coalición a la presidencia del Gobierno.

Pedro Sánchez era un diputado raso en el Congreso, si bien su nombre sonaba ya en ciertos círculos como el indicado para tomar el testigo de Alfredo Pérez Rubalcaba en la Secretaría General del Partido Socialista. Precisamente en aquel programa, Jesús Cintora le preguntó por este asunto y Sánchez afirmó que no tenía intención de presentarse a las primarias del partido. "Yo le hice la pregunta porque veía la posibilidad. Habíamos tomado algún café y él tenía en su cabeza estar en esa competición. Lo negó porque Rubalcaba estaba a cargo de la dirección en el partido y no quería molestar, pero definitivamente lo tenía en la cabeza", puntualiza Cintora diez años después. 

"Aquel día nadie pensaba que el de la coleta iba a fundar un partido"

Y por otro lado estaba Iglesias, que iba en calidad de tertuliano, una faceta que sería imprescindible para aupar su figura política. "Aquel día nadie pensaba que el de la coleta iba a fundar un partido, venía en calidad de politólogo", señala Cintora. Y sin embargo, relata, en esa época ya se dejaban ver algunos "piques" entre Sánchez e Iglesias. "Sánchez me pidió venir al programa y coincidió por la abdicación del rey, ya en ese momento hubo un debate acalorado con Iglesias respecto al republicanismo", señala Cintora. 

En todo caso, el periodista asegura que juntar a los cinco políticos fue "una apuesta televisiva por dar su momento a nuevas caras", lo que le llevó a recibir quejas del PP y el PSOE, que querían dar importancia a otros perfiles. "Elegimos gente que creíamos que iba a llegar alto. Obviamente hay parte de suerte y no había ninguna certeza, pero no fue chiripa apostar por perfiles con mucha proyección", apunta Cintora, que eligió llamar a estos cinco políticos "porque cumplían los ingredientes necesarios". 

Tras un década, solo dos de ellos permanecen en primera línea, ambos en el Gobierno -Sánchez y Garzón-, mientras que Rivera, Casado e Iglesias se han quedado en el camino. "Todo ha pasado muy rápido", comenta Cintora, "pero si te das cuenta, pudo haber otras variables: Rivera podría haber pactado con Sánchez y a Casado podría no haberle durado tan poco el liderazgo". Sin duda, diez años atrás, la televisión fue clave para lanzar la carrera de todos ellos, que a juicio de Cintora se desenvolvían con soltura en ese medio. "No había mala percha". 

Albert Rivera, recuerda el periodista, "había ganado ya debates en la televisión". Casado mostraba su perfil en mítines y algunos programas e Iglesias venía de hacer La Tuerka. "Siempre le ha gustado y ha controlado muy bien el tema de los medios", señala Cintora en referencia al exvicepresidente. Por otro lado, Sánchez basaba gran parte de su potencial "en la imagen y la oratoria". 

Y de las caras que pasaron por aquellas mañanas de Cuatro, que alcanzó su momento cúspide bajo la batuta de Cintora, varias han acabado en Moncloa. No solo los mencionados miembros del Gobierno. Óscar López y Antonio Hernando, actualmente en el Gabinete de la Presidencia, también eran colaboradores habituales.