Tras dos meses y medio de concurso, el cambio físico de los concursante de Supervivientes es más que evidente. La escasa comida, el cansancio provocado por las pruebas físicas y las largas jornadas al sol son síntomas de ello.
Uno de los que más los está sufriendo es Manuel Cortés. El hijo de Raquel Bollo se ha convertido en uno de los concursantes protagonistas de esta edición. Prueba de ello ha sido su romance con Katerina, sus disputas con Adara o los encontronazos con Asraf.
Pero, además del contenido mediático, el joven ha experimentado en ocho semanas un gran cambio en su cuerpo. Cortés llegó a la isla con una musculatura fibrada, algo que ha ido perdido con el paso del tiempo por el desgaste físico.
Esta pérdida de kilos se le nota sobre todo en la parte del abdomen, que lo tiene plano, y en la cara, compuesta además por una gran barba que ha aumentado en vello y luce bastante frondosa.
Aunque no se sabe cuanto ha disminuido su peso, su nuevo aspecto es más que notorio. Algo que se empezó a notar al mes de su concurso en el reality.
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