Robles, sí; Bolaños, no: El incidente del Dos de Mayo amenaza con reavivar las tensiones en el Gobierno

La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a su llegada a la fiesta de la Comunidad de Madrid.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a su llegada a la fiesta de la Comunidad de Madrid.
Diego Radamés / Europa Press
La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a su llegada a la fiesta de la Comunidad de Madrid.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, a su llegada a la fiesta de la Comunidad de Madrid.
EUROPA PRESS

Fue la imagen del día de este martes: Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, intentando acceder a la tribuna de autoridades del desfile celebrado en la Puerta del Sol por el Dos de Mayo y la jefa de protocolo de la Comunidad de Madrid impidiéndoselo. El ministro no estaba invitado oficialmente y la representante del Gobierno era Margarita Robles, titular de Defensa. La exclusión de Bolaños ha sido tildada por Moncloa como una falta de máxima gravedad. Robles, sin embargo, mantuvo una actitud protocolaria y no se pronunció. Esto no es baladí, teniendo en cuenta que en la misma fecha del año pasado salieron a la luz las diferencias entre los ministros a raíz del caso Pegasus.

Ese día, Moncloa sorprendió a toda España con una rueda de prensa convocada con pocas horas de antelación y que coincidía también con los actos de la festividad de la Comunidad de Madrid, presididos por Isabel Díaz Ayuso. La semana anterior, la información de que hasta seis decenas de independentistas catalanes y vascos habían sido espiados con Pegasus, un malware solo vendido a gobiernos, había hecho peligrar la estabilidad del Gobierno. Y en esa convocatoria sorpresa del 2 de mayo pasado, Bolaños dio a conocer que el espionaje también había afectado al presidente Pedro Sánchez y a la ministra de Defensa.

Las miradas en busca de responsabilidades se dirigieron entonces al departamento de Robles. Más concretamente, a la que era directora del CNI, Paz Esteban. Hasta que, dos días después, las sospechas fueron a parar al propio Bolaños tras la publicación de un informe del Centro Criptológico Nacional (CCN) que decía que las competencias del terminal móvil del presidente eran de la Secretaría General de Presidencia que, en mayo y junio de 2021 -momento en el que se detectaron los espionajes-, dependía de Bolaños. Ambos se apresuraron a negar que hubiera un choque, pero el enfrentamiento continuó a cuenta de la decisión de  quién sustituía a Esteban, de la confianza de Robles. Finalmente, fue la ministra quien ganó. Pese a tener que ceder en el cese, lo hizo en favor de Esperanza Casteleiro, que era su número dos en Defensa.

Acusa a Sol de incumplir las leyes

La jefa de Protocolo de la Comunidad, Alejandra Blázquez, impide a Bolaños subir a la tribuna. (EP)

La actitud de Robles este martes, un año después, ha sido muy diferente a la de Moncloa. Antes de que no le dejaran subir a la tribuna, Bolaños atendió a los medios de comunicación escenificando normalidad. "Lamento decepcionar a los crispadores, a los odiadores, a los que generan odio, a los que se inventan mentiras para generar lío, a los que viven cómodos en el enfrentamiento", apuntó. Todo cambió después del incidente.

Desde el equipo del ministro se apresuraron a acusar al Gobierno autonómico de incumplir la ley. Más concretamente, el Real Decreto 2099/1983, en el que se aprueba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado. En el articulado, el cargo de los ministros está por encima de otras personalidades que sí estaban presentes en la tribuna, como José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid, o Alberto Núñez Feijóo, líder de la oposición, pero la Comunidad argumentó que no marca cuántos cargos deben aceptarse y que ya había "una ministra".

Moncloa contrarrestó con una foto de 2018 en la que aparecían en el estrado Soraya Sáenz de Santamaría, entonces vicepresidenta del Gobierno y ministra, y María Dolores de Cospedal, titular de Defensa, dos ministras de un mismo gobierno. Y desde el palacio presidencial lamentaron " la "instrumentalización política que ha hecho el PP de la fiesta de la Comunidad", un mensaje en el que incidió el PSOE. Fuentes de la formación afincada en Ferraz aseguraron que el impedimento de acceso a la tribuna de Bolaños se produjo mediante la fuerza, algo que "cruza todas las líneas rojas" del respeto institucional. Los socialistas señalaron directamente a la presidenta autonómica, a quien acusaron de mantener una estrategia de polarización de la sociedad "desde hace años". Una sociedad que, alegaron, está cansada del conflicto diario y los exabruptos.

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