Kamala Harris, de aspirante a la primera presidenta de EEUU a eterna número dos de Biden: "​Se ha marchitado políticamente"

Kamala Harris repetirá como número dos de Biden en 2024.
Kamala Harris repetirá como número dos de Biden en 2024.
Henar de Pedro
Kamala Harris repetirá como número dos de Biden en 2024.

"Me veo a mí mismo como un puente. Hay toda una generación de líderes detrás de mí y ellos son el futuro de este país". Con estas palabras se refería un enérgico Joe Biden (y tres años más joven) a sus compañeros de campaña electoral durante las primarias del Partido Demócrata en 2020. A su lado en aquel discurso estaba la que sería su vicepresidenta, la senadora por California Kamala Harris. Ya entonces muchas voces apuntaban a que Biden acabaría su mandato demasiado mayor y, aunque no descartaba repetir, aquel premonitorio discurso señalaba a Harris como la candidata a tomar las riendas del Despacho Oval. No obstante, lo que no sabían los asistentes a aquel acto en Michigan es que, para ver ese futuro al que hacía referencia el hoy presidente, habría que esperar hasta 2028. 

Biden terminará su mandato con 82 años, convirtiéndose en el presidente estadounidense más mayor de la historia. Frases inconexas, olvidos frente a las cámaras o problemas de movilidad han provocado grandes polémicas durante su presidencia. En este tiempo, la reelección parecía alejarse, pero ninguna figura demócrata daba el paso de querer destronar al presidente. Este martes Biden ha confirmado que se volverá a presentar en 2024; y quiere que Kamala Harris siga a su lado. El relevo generacional tendrá que esperar.

"Si bien ese primer mandato podía ser de transición y acabar en un liderazgo de ella, poniéndola de vicepresidenta otra vez han atado su destino al de Biden. Cuando él se vaya de política, ella irá detrás", dice a 20minutos Jaime Caro, analista de El Orden Mundial. "Se ha marchitado políticamente muy rápido", reconoce.

¿Un perfil para atraer votantes?

En 2020 se pensó en ella como revulsivo para movilizar al electorado mujer, feminista y afroamericano. Además, Caro señala que las elecciones estaban ajustadas, por lo que iba a tener un papel relevante en el Senado y "el voto de Kamala iba a ser el que decantara muchas votaciones", por lo que se necesitaba "una persona muy fuerte que estuviera en el foco para acompañar a Biden". 

En Estados Unidos se apuntaba que estos cuatro años podían servir como periodo para encumbrar su figura de cara a 2024: la primera mujer presidenta, de descendencia afroamericana, con experiencia dentro del Ejecutivo, un amplio currículum y de un estado importante como es California. Sin embargo, la situación de Kamala ha cambiado mucho en este tiempo de legislatura.

Así lo reconoce a este medio Eduardo Puig de la Bellacasa, responsable del Área Internacional en América de CEU-CEFAS: "Ha estado completamente desaparecida. Ni tiene popularidad ni es un referente para la política americana". Los analistas señalan que se ha quedado en un segundo plano. En ocasiones por decisión de Gobierno y otras porque no ha respondido a las expectativas.

En este sentido, Caro apunta que en 2024 ese tirón electoral puede que no sea tan potente y considera que el Partido Demócrata ha optado por repetir su tándem con Biden "porque es mas efectivo que escoger a otra persona para la vicepresidencia.".

Una vicepresidencia en la sombra

"La gestión durante estos años de Kamala Harris no ha sido muy brillante", afirma Puig, que reconoce que aunque no le han dado espacio, tampoco ha sabido responder positivamente a las responsabilidades que tenía. "Ocupándose de los temas de migración con Centroamérica creo que ha ido una vez a esta zona", añade, apuntando este hecho como uno de los que han podido mellar la confianza del partido en su figura. 

En el primer año de Biden aumentaron las llegadas de inmigrantes que cruzaban desde GuatemalaHonduras y El Salvador. "No vengan", llego a pedir Harris: "Si vienes te harán regresar". Estas declaraciones recibieron críticas por parte de organizaciones de derechos humanos e incluso de sectores de su partido. Las medidas arrastradas del Gobierno de Trump no han sido modificadas en su totalidad, provocando también el reproche del electorado demócrata.

Aunque el papel del vicepresidente no suele tener tanta relevancia como por ejemplo el secretario de Estado, su papel podría haber tenido más peso. Algo que no ha ocurrido. "Los problemas de popularidad vienen porque se presentó en las primarias como una persona muy progresista, copiando el discurso de Berni Sanders, pero no era así", explica Jaime Caro.

Los analistas consultados reconocen que en Estados Unidos ya no se le considera una candidata a liderar el partido y ser presidenta. "Otra cosa es que Biden muera en su segundo mandato y ella ostente el cargo. Si eso ocurre, como con todos los vicepresidentes que han llegado al poder así, querrá hacer un segundo mandato. Y ahí se verá si en ese tiempo se gana el favor de la gente", dice Caro.

Biden 2024... ¿Kamala 2028? 

Para Puig, es complicado imaginar que Harris hubiera sido la candidata a la presidencia aunque Biden no se hubiera presentado a la reelección. Y todavía lo es más como una futura opción de cara a las elecciones de 2028. Por delante de ella ya se posicionan figuras como la del gobernador de California, Gavin Newsom, o la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer. 

El regreso de Trump como posible candidato republicano también ha podido influir en la decisión del partido, ya que entre la baja popularidad de Kamala, un nuevo líder o la continuidad Biden-Kamala, se han decantado por lo último. "Los Demócrata ha preferido presentar a un Biden bastante mayor, pero que ya ha ganado a Trump, antes que a un perfil que parezca nuevo, que no sepa hacer el trabajo y demasiado joven", dice Jaime Caro. 

"Pretenden hacer una campaña sin sacar mucho a Biden. Han valorado el perfil sigiloso ante Trump", agrega Caro, que añade que "si hubiera sido por Biden, se habría ido, pero viendo como están las cosas el partido ha preferido presentarle a él".

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