El Gobierno alerta de una nueva "tendencia inflacionista" si no se ataja la sequía

Superficie de tierra agrietada por la sequía.
Superficie de tierra agrietada por la sequía.
Getty Images
Superficie de tierra agrietada por la sequía.
El 60% del campo español está afectado y ya se han perdido 3 millones y medio de hectáreas de cereal.
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La coyuntura inflacionista del último año se hace notar en los bolsillos de los españoles. El Gobierno, no obstante, considera que las medidas implementadas para disminuir el impacto están cumpliendo su objetivo. Así, muestra cierto optimismo ante el frenazo de la inflación registrado en el mes de marzo, aunque la cesta de la compra sigue disparada y el panorama podría intensificarse debido a una nueva incógnita: la sequía.

La inflación ha repercutido en diversos sectores, siendo la industria de la alimentación uno de los más afectados: su crecimiento en 2022 se limitó al 1,5%, frente a la media del 4% o 5% que había registrado años anteriores, según el último Informe Económico de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), presentado este martes junto con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 

Las consecuencias de la subida de precios, a su vez, se han trasladado al cambio de comportamiento de los españoles, reflejando el año pasado una caída del consumo al 1,1%, mientras que el gasto medio por persona en el hogar cayó un 1,8% hasta los 1.427 euros, 26 euros menos con relación al mismo periodo de 2021.

"Se trata de una inflación de costes que nadie quiere pero que es necesaria para la supervivencia de las empresas", ha asegurado Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB. Y es que el aumento de los costes a causa de la crisis energética, los transportes y las materias primas, entre otros, han limitado la trayectoria positiva tanto del sector como de la contención de precios. 

En este sentido, el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda, ha valorado que el comportamiento de los costes de producción está teniendo una tendencia a la baja, lo que se debería "trasladar progresivamente a los precios de consumo", aunque puntualiza no será algo inmediato, ya que se caracteriza por un cierto "decalaje" en función de los productos.

De igual forma, Luis Planas, ministro de de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, reiteraba esta posición durante la rueda de prensa tras el Consejo de Ministro de este martes al indicar que, desde el Gobierno, mantienen "la visión de que los precios de la alimentación van a disminuir de forma progresiva y en un periodo próximo".

El titular de Agricultura ha destacado así que se "han contenido", que no reducido, los precios de los alimentos en los primeros meses de 2023. "Estamos hablando de una contención de los precios en un contexto en el que España se sitúa claramente por debajo de la media europea y en un contexto muy difícil", ha indicado.

Ahora bien, a este escenario se suma ahora el problema de la sequía.  "Hay muchísima incertidumbre por los efectos de la sequía en la inflación", ha reconocido el 'número dos' de Agricultura. "Tenemos que evaluar el impacto que la sequía ya está teniendo en la producción", ha añadido al recordar las escasas precipitaciones que han tenido lugar. 

"La sequía puede tener un efecto sobre la oferta en un mercado complicado en el que existen diversas circunstancias que hay que tener en cuenta", ha observado Miranda, quien advierte que la oferta de determinados productos puede ser más escasa y traducirse en una "tendencia inflacionista". No obstante, destaca que no todos los sectores de la cadena se verán afectados por igual respecto al impacto de la sequía.

"Si la sequía no afecta y no se suman otros elementos, todo se va a ir tranquilizando y los precios irán bajando en un plazo muy razonable", ha apuntado el director general de FIAB.

Planas, por su lado, ha valorado de forma positiva que, en este contexto marcado por la sequía y la guerra de Ucrania, se ha conseguido "una contención de los precios de origen que deberían conducir a una reducción de los precios de los alimentos para los ciudadanos".

Las empresas "reducen sus márgenes y asumen costes"

El Gobierno y la industria alimentaria han coincidido durante la presentación del informe en que no hay una fecha fija para que se haga efectiva la bajada de precios: "No hay un día en concreto en el que digamos este día bajarán los precios", ha subrayado Fernando Miranda.

"Durante 2022 hemos sufrido una crisis global, en parte como consecuencia de la invasión de Ucrania, que ha generado incertidumbre, inestabilidad y la grave situación de inflación que todos padecemos. Los resultados presentados por muchas empresas del sector demuestran cómo han reducido sus márgenes para no trasladar al consumidor las subidas que han sufrido", ha añadido García de Quevedo.

De esta forma, ha asegurado que las compañías han bajado sus márgenes y su rentabilidad. "No creo que haya habido especulación, al contrario, han absorbido parte de los costes", ha señalado ante las acusaciones que se han recibido de determinados sectores ante .

Miranda ha enfatizado, no obstante, que el Ejecutivo está también "vigilante" y en contacto constante con la industria, la distribución y los agricultores para que todos los eslabones de la cadena "se comporten como deben hacerlo" en cuanto a la traslación de esa bajada de precios.

Para el director general de FIAB, será el nivel de competitividad del sector el que hará que empiece a incorporarse la caída de ciertos costes de producción a los precios, algo que lleva un retraso porque "hay que dar salida al stock que se ha comprado a ciertos precios". 

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