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La exposición que desmonta los patrones de la violencia sexual: "Se aprovechó de mí y de mi discapacidad"

El vestido que llevaba puesto Julia cuando fue agredida expuesto en la exposición ¿Qué llevabas puesto?
El vestido que llevaba Julia cuando fue agredida expuesto en la exposición ¿Qué llevabas puesto?
Cedida por Volando Vengo
El vestido que llevaba puesto Julia cuando fue agredida expuesto en la exposición ¿Qué llevabas puesto?

"Se aprovechó de mí y de mi discapacidad. Era un desgraciado porque al tener una discapacidad no me supe defender. ¿La culpa la tuve yo o la tuvo él? No sé… Sí, él la tuvo porque era un aprovechado". Esto dice Julia en la exposición ¿Qué llevabas puesto?, una muestra para desmontar patrones sobre violencia sexual que denuncia el cuestionamiento al que se somete a las mujeres víctimas de agresión sexual.

De Julia se dice en la exposición: "Es una mujer con discapacidad intelectual de 30 años. A los 25 decidió denunciar a un conocido y amigo de la familia después de haber sufrido repetidas agresiones sexuales por parte de él y de otros hombres. Su agresor la tocaba, besaba y le pedía que le tocara. Julia no podía defenderse ni entendía la situación hasta que denunció. Ahora quiere que su historia sea tomada como ejemplo para otras mujeres con discapacidad. Lucha por sus derechos y los de otras mujeres con discapacidad, por visibilizar las múltiples violencias que sufren y que dificultan en muchas ocasiones decir no. Por eso, hoy estás escuchando su relato como denuncia pública y social”.

Julia no es su nombre verdadero, decidimos mantenerlo en la entrevista que hacemos con ella para seguir conservando su anonimato. Las agresiones se produjeron en su casa, en el vestuario y en el taller de carpintería. Ella llevaba puesto un vestido de verano vaquero, un bolso cruzado y unas sandalias marrones.

Las sandalias que llevaba puestas Julia el día que la agredieron.
Las sandalias que llevaba puestas Julia el día que la agredieron.
Cedida por Volando Vengo

Según la Macroencuesta de violencia sobre la mujer (2019), de las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia sexual por un hombre fuera de la pareja, el 21,6% fue agredida por un familiar, el 39,1% por un desconocido y el 49% por un amigo o conocido. En el caso de las violaciones, más del 80% han sido cometidas por familiares o por amigos y conocidos: vecinos, profesores, compañeros de trabajo, etc. Por otro lado, el 14,2% de las mujeres mayores de 15 años que residen en España –casi tres millones– ha sufrido violencia física o sexual por parte de su pareja o expareja.

La exposición ¿Qué llevabas puesto? recoge el relato de ocho mujeres de contextos muy distintos que han vivido violencia sexual. Mujeres entre las que se encuentra Julia. El Museo del Traje de Madrid acoge esta exposición hasta el próximo 30 de abril. La muestra ha sido organizada por el Ministerio de Igualdad en colaboración con la Agencia Volando Vengo.

Discapacidad y violencia sexual

“Es la primera exposición en la que participo”, cuenta Julia. “Por un momento tenía miedo a lo que iba a salir de allí, me fui un poco removida por todo lo que pasó. A mí nunca me había pasado eso y contar mi historia fue un poco mal porque tenía miedo”. Ni para ella ni para el resto de mujeres participantes fue fácil, pero Julia lo tuvo claro, quiso participar “para que vean que una chica con diversidad funcional también puede colaborar. Con la exposición lo que quería es que se diera a conocer mi historia”.

Julia no estuvo sola en ningún momento. Hace años frecuentaba un centro de día donde trabajaba Nuria Cano, sexóloga y terapeuta ocupacional. “A mí me sorprendía mucho el nivel de violencia sexual dentro del colectivo de mujeres con discapacidad intelectual. De las mujeres que estaban en ese grupo el 80% había sufrido alguna experiencia de violencia sexual”, cuenta Nuria. Así que cuando surgió la idea de montar esta exposición, les propuso a las mujeres si alguna quería participar. “Les conté también lo que iba a suponer el proceso porque hemos tenidos momentos difíciles, como ha dicho Julia, de traer de vuelta ese relato”. Julia dio un paso al frente y desde ese primer momento ha contado con Nuria. “Mi papel ha sido estoy aquí contigo, te acompaño y estoy para lo que necesites, no vas sola, no voy a hablar por ti, solo estoy aquí”, cuenta. 

Me sorprendía mucho el nivel de violencia sexual dentro del colectivo de mujeres con discapacidad intelectual

“Cuando vi la exposición es como verte expuesta y me hizo sentir mal, me hizo remover todo, pero me sentí cómoda con Nuria porque me dio la mano, me abrazó y se me quitó todo”, recuerda Julia. “Nuria me ayudó mucho, ha sido un ejemplo, la admiro, ha hecho un buen trabajo conmigo”.

La experiencia de la exposición

La visita a la exposición, cuando estuvo ya montada, estuvo llena de emociones. Julia fue junto al resto de mujeres que, como ella, han compartido su testimonio. “Lo primero hicimos un ritual para calmar los nervios, respirábamos hondo y todo. Hicimos también un ritual de bienvenida y después vimos la exposición y me gustó mucho como quedó”, recuerda Julia. 

Uno de los aprendizajes más valiosos que se lleva Julia es “que ya no somos víctimas, somos supervivientes, me llevo lo bonito, estar con ellas, juntas. Y ahora me siento bien porque tengo el trabajo ya hecho”. Cuando Julia se juntó con el resto de mujeres vivió la sororidad. “Porque todas nos debemos apoyar, cuando las conocí se juntaron las dos partes: yo y ellas. En ese momento me sentí bien y cómoda. He aprendido a llevarnos bien, a tener cuidado con la gente que te juntas, a tener respeto y a saber cuidarnos”.

“Yo me llevo el vivir eso que decimos en las manifestaciones de que juntas somos más fuertes”, dice Nuria. “El verlo real y encarnado en mujeres que han vivido situaciones terroríficas”. Nunca olvidará cuando vio a todas las mujeres juntas. Julia quedó después de la exposición con algunas de ellas para ir a hacer un picnic al Retiro. “Yo lo veía y pensaba qué fuerza les ha dado algo tan terrorífico para reivindicar que esto está ocurriendo y no podemos mirar para otro lado”, dice Nuria.

El hecho de que la exposición se centre en lo que llevaban puesto las mujeres cuando fueron agredidas ayuda a tomar conciencia de lo que dice la canción: “Y la culpa no era mía ni dónde estaba ni cómo vestía”. Y es que de lo que se trata también es de “desculpabilizar a las mujeres”, explica Nuria.

Julia anima a todo el mundo a que vaya a la exposición, aunque avisa de que es muy dura. “Lo importante es que se han dado a conocer estas historias. Me gusta haber compartido esto”, dice.

“La violencia de género para mí es como que te golpeen, que te utilicen, que te maltraten, que no sepas defenderte en ese momento. Cuando veo la violencia por la tele sé que esas chicas no se saben defender. Yo creo que hay mucha violencia y me sienta mal que lo hagan. Creo que con esta exposición tiene que acabarse esto”, concluye Julia.

Recuerda que si vives cualquier situación de violencia, puedes llamar al 016

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