La idea utópica y futurista en la que las máquinas podrían sustituir a los humanos parece estar cada vez más cerca. La inteligencia artificial cada vez es capaz de hacer más cosas, herramientas como el famoso ChatGPT son capaces incluso de desafiar la propia inteligencia humana. Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Princeton en New Jersey ha desvelado las 20 profesiones con el mayor riesgo de ser reemplazadas a causa de estos nuevos procesos. 

Y es que, a pesar de ser una herramienta tremendamente útil para según qué procesos, muchas de estas tecnologías podrían suponer un peligro para el factor humano en muchas profesiones. En el estudio, los investigadores de New Jersey han analizado cómo 10 aplicaciones que funcionan mediante inteligencia artificial podrían sustituir trabajos que hasta ahora han sido desarrollados por humanos.

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Teleoperador, la profesión más amenazada

En la primera posición, y como la profesión más factible de ser reemplazada, se sitúa la profesión de teleoperador de llamadas. 

Aunque automatizar voces y generar respuestas automáticas no sea algo completamente nuevo, según este estudio la profesión de teleoperador podría ser sustituida porque "las respuestas de los clientes se pueden introducir en el sistema a tiempo real", de manera que se creen respuestas automáticas para adaptarse a la situación comunicativa.

La docencia, un sector en peligro

Otro de los sectores amenazados de ser opacados e incluso de desaparecer por esta tecnología es la docencia de educación superior. De hecho, son 14 las materias de la enseñanza que destacan en la lista, como profesor de lengua, historia o derecho, entre otras.

Las ramas de idiomas son las más amenazadas pues, según afirma el estudio, la inteligencia artificial podría ser usada con "herramientas de modelado del lenguaje para desarrollar materiales didácticos", siendo prescindible el rol del profesor.

Sociólogos, politólogos, psicólogos...

Otras profesiones gravemente amenazadas según el estudio son los sociólogos, politólogos, psicólogos, árbitros o jueces. La amenaza a estos sectores tan variados podría deberse al desarrollo de herramientas que pudiesen establecer procesos automatizados sobre cada una de las ramas de conocimiento sobre las que se encuentran.