La 'doctrina del Descubrimiento': las 'bulas' que justificaron el colonialismo europeo de las que el Vaticano reniega en el siglo XXI

Primer desembarco de Cristóbal Colón en América.
Primer desembarco de Cristóbal Colón en América.
WIKIPEDIA/Museo del Prado
Primer desembarco de Cristóbal Colón en América.

Se llamaba 'doctrina del Descubrimiento' y amparó la colonización de América y África. Fue una especie de justificación legal y espiritual para que los europeos -primero España y Portugal, y luego Inglaterra, Francia y Holanda- conquistaran el mundo "en nombre de Dios". Ahora, el Vaticano ha renegado de ella y de los "muchos actos de maldad" cometidos también por cristianos contra los indígenas y nativos en varios continentes en su nombre.

A esta doctrina le dieron forma una serie de decretos papales de finales del siglo XV. En estas bulas, los papas concedieron a las coronas de Castilla y Portugal el derecho a tomar posesión de otras tierras, el derecho a someter a los pueblos autóctonos y el derecho a convertirlos al cristianismo.

Ya en 1452, cuarenta años antes de que Cristóbal Colón pisara suelo americano, el papa Nicolás V firmó la bula Dum Diversas. Con ella otorgó "permiso pleno y libre" a la Corona portuguesa para "capturar y subyugar sarracenos y paganos" en su expansión por África.

Colonización vía cristianismo y conversión

Pero la que se considera más importante es la Inter Caetera, de 1493. Este decreto lo emitió el papa Alejandro VI, un Borgia nacido en la Corona de Aragón. La bula estipuló el reparto de los dominios entre Castilla y Portugal.

Ante las quejas portuguesas, la encíclica decretó que los Reyes Católicos tenían el derecho exclusivo sobre el territorio al oeste de las Azores y las islas de Cabo Verde en el Océano Atlántico medio. El decreto dio a Castilla carta blanca para reclamar tierras en el Nuevo Mundo, pero eso incluía, y eso era lo más importante para el Vaticano, la colonización vía cristianismo y conversión de los indígenas.

Retratos de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla cedidos por la Colección Real Británica.
Retratos de Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla.
Royal Collection Trust 

"Hay que asegurar que en nuestros tiempos especialmente la fe católica y la religión cristiana sean exaltadas y se incrementen y difundan en todas partes, que se cuide la salud de las almas y que las naciones bárbaras sean derrocadas y llevadas a la fe misma", escribió el papa valenciano en su bula.

El principio de "tierra de nadie"

Con todo, hubo intentos de humanizar la conquista. En 1537 el Papa Pablo III prohibió la esclavización y la confiscación de los bienes de los pueblos indígenas. Y entre 1550 y 1551 tuvo lugar la llamada Controversia de Valladolid, considerada el primer debate sobre los derechos humanos. Pero pocas cosas cambiaron.

¿Tienen alma los indígenas?

  • La Controversia de Valladolid tuvo lugar entre el 15 de agosto de 1550 y el 4 de mayo de 1551 en el Colegio de San Gregorio de la capital del Pisuerga. Fue un debate en profundidad sobre la llamada polémica de los naturales (los indígenas americanos). Se trataba de saber si eran seres humanos completos y verdaderos (con alma), y por tanto criaturas de Dios; o de si eran seres de una categoría inferior. Bartolomé de las Casas defendió la primera postura y hoy es considerado pionero en la lucha por los derechos humanos. La controversia no tuvo una resolución final, pero marcó el camino para futuras normas que la Corona dictó a lo largo del siglo XVI con el objetivo de frenar los abusos sobre los indígenas.

Y es que a los decretos papales se le sumaba el principio Terra nullius (tierra de nadie), según el cual todo lugar que no estuviera ocupado por cristianos era libre para que lo hicieran suyo los europeos cristianos. Todo ello fue la base legal de la conquista del Nuevo Mundo por parte de españoles y portugueses, pero sirvieron después como apoyatura de otras monarquías europeas, como Inglaterra, Francia y Holanda.

Civilización y cristianismo también a Norteamérica

De hecho, la doctrina del Descubrimiento como concepto del derecho internacional público fue expuesto por primera vez en Estados Unidos. Fue en 1823, en el juicio Johnson contra M'Intosh. El juez John Marshall de la Corte Suprema expuso la idea de que a cambio de tomar posesión de las nuevas tierras, los exploradores venidos de Europa traían "la civilización y el cristianismo" para los habitantes autóctonos.

Hacía falta un principio que justificara tal derecho de apropiación. Y ese fue "que el descubrimiento, llevado a cabo a través de los súbditos de un gobierno o aquel en cuya autoridad se realizó, le otorgaba un derecho frente a los restantes gobiernos europeos, mismo que podría consumarse a través de la posesión". Marshall reconocía el título originario de propiedad de los nativos americanos, pero al tiempo consideraba "derecho" válido y vigente la doctrina del Descubrimiento.

Inglaterra, Francia y Holanda

La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá se ocupó en los primeros años del siglo XXI de analizar el legado de la colonización de aquella parte del Norte de América. Allí se desveló la historia de los internados y sus efectos en los indígenas canadienses (más de 100.000 niños fueron obligados a asistir a escuelas que sin elección les convirtieron al cristianismo).

Aquella comisión mostró cómo hasta países no católicos como Inglaterra utilizaron en su beneficio la doctrina del Descubrimiento. En su informe final de 2015, asegura que Inglaterra, Francia y Holanda encontraron inspiración y justificación en la "doctrina ibérica", combinando la idea de un cristianismo "civilizador" con el concepto de que los indígenas "simplemente ocupaban, en lugar de poseer, la tierra".

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