La eurodiputada Clara Ponsatí ha vuelto este martes a Cataluña atravesando la frontera franco española tras pasar cinco años en el exilio – en Bélgica y Escocia – por haber participado en la organización del referéndum del 1 de octubre. La actual miembro del Parlamento Europeo por Junts, Ponsatí tiene en vigor una orden de detención en España por un delito de desobediencia. 

A su vuelta, Ponsatí ha asegurado que no ha venido “para pactar con el estado, sino para denunciar la violación sistemática de los derechos de los catalanes”. Asimismo, ha dicho que su vuelta es “para visibilizar aún más la represión". La política catalana también ha criticado duramente al Govern de la Generalitat al que ha acusado de ser “una herramienta de la ocupación española”.

La exconsellera de la Generalitat, que actualmente es parlamentaria europea, está protegida por una inmunidad europarlamentaria cautelar que le concedió el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. “Soy eurodiputada y tengo inmunidad en toda la Unión. Solo en España no se respeta esta inmunidad", ha dicho en la rueda de prensa que ha ofrecido a los medios de comunicación a los pocos minutos de que se hiciese público su retorno.

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En los momentos previos a cruzar la frontera, Ponsatí aseguraba que ahora “está a la expectativa de las próximas horas y días”. La decisión de volver a Cataluña se ha tomado después de que el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena, revisara la acusación contra los líderes independentistas que todavía no han sido juzgados en la causa del referéndum del 1 de octubre a raíz de la derogación del delito de sedición pactado entre el gobierno español y ERC.

En cuanto al papel del juez Llarena, Ponsatí ha dicho que “no es el juez competente” y que no respeta su posición. Además, ha añadido que la orden emitida en su contra por un delito de desobediencia “es ilegal” y que si es detenida “se tendrá que atener a las consecuencias como siempre le ha pasado en Europa”.

Meses antes del referéndum de independencia de 2017, Clara Ponsatí entró al Govern de Carles Puigdemont -también exiliado- como responsable de la consellería de Educación y encargada de la apertura de los colegios electorales el 1 de octubre. Después de la declaración de independencia en el Parlamento, Ponsatí se exilió en Bélgica donde recibió la primera orden de detención europea de la Audiencia Nacional, acusada de un delito de rebelión por su papel en el referéndum.

La eurodiputada Clara Ponsatí vuelve a Cataluña sin entregarse a las autoridades

Esta primera euroorden se retiró a principios de 2018 y tras esto, Ponsatí se instaló en Escocia y se incorporó como catedrática de Economía y Finanzas en la Universidad Saint Andrews. La tercera euroorden de Llarena ya era solo por un delito de sedición, a la que se exponía a más de 10 años de prisión, puesto que el Tribunal Supremo la cambió en sintonía con la sentencia por la causa del “procés” en noviembre de 2019.

En 2020, Ponsatí volvió al Parlamento Europeo como eurodiputada de Junts y Escocia cerró definitivamente el caso de extradición ya que consideró que la acusada no estaba bajo su jurisdicción. Actualmente, el proceso de extradición continúa en los tribunales belgas, que están a la espera de los tribunales europeos para abordar una eventual cuarta euroorden contra los líderes independentistas en el exilio.

Sin embargo, debido a la reforma del Código Penal, el Supremo solo ha rehecho la orden de detención en España contra ella por un delito de desobediencia que, al no comportar penas de prisión, hace inviable una euroorden. Actualmente, Ponsatí disfruta de la inmunidad europarlamentaria cautelar que le concedió el Tribunal de Justicia de la UE a finales de mayo del 2022 por el riesgo demostrado de que sufriese “una privación de libertad a largo plazo”.

Ninguna similitud con la vuelta de Serret

La eurodiputada ha negado que haya escogido este martes por motivos relacionados con la declaración ante el TSJC de Meritxell Serret este miércoles, y ha asegurado que ha venido hoy porque "me venía bien".

Asimismo, Ponsatí ha dejado claro que su vuelta no tiene ninguna similitud con la de Serret. "Ahora están dando la vuelta por el mundo y ponen la bandera española tres veces más grandes que la catalana", ha dicho.