Primero, bicicletas nuevas y, ahora, más personal para rescatar las viejas. El Gobierno municipal de José Luis Martínez-Almeida se arremanga para solucionar el caos en el que está sumido el servicio de bicimad, después de que el pasado 7 de marzo se anunciara su gratuidad hasta el 31 de agosto, de la mano de cientos de nuevos vehículos y estaciones. Tras comunicar este lunes la incorporación de 150 nuevas bicis, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha informado este martes que completara lo que el mismo ha bautizado como "plan de urgencia" con la contratación de un 40% más trabajadores, encargados de encontrar el medio millar, aproximado, de vehículos desaparecidos.
Así pues, diez equipos de dos personas cada uno (20 en total), recorrerán desde este martes la capital en camiones para localizar bicicletas abandonadas y devolverlas a las bases. Trabajarán en parejas, en turnos de 24 horas, mañana, tarde y noche. Porque, según ha explicado Carabante a primera hora de la mañana en el Pleno de Cibeles de marzo, "no están desaparecidas, sino dispersas. Lo que pasa es que muchos usuarios no las están dejando en las bases. Hacen un uso de free-floating", ha dicho refiriéndose a que algunos ciudadanos dejan los dispositivos en mitad de la calle después de utilizarlos. Sobre el número de vehículos en paradero desconocido, desde el Consistorio guardan silencio.
Pero, de acuerdo con la Empresa Municipal de Transportes (EMT), durante estas semanas, cerca de un 20% de los usos no han sido correctos, es decir, en uno de cada cinco viajes se coge la bici de una base, pero luego no se ancla en otra, como exige el servicio. O al menos, tampoco se sitúa cerca de la estación, que es lo que debe hacerse con los nuevos dispositivos azules hasta que haya finalización la migración al nuevo sistema.
Almeida, en todo caso, ha reconocido su responsabilidad política, y la de su mano derecha y portavoz de campaña, Carabante, en "un problema - que, a su juicio- deriva de un ambicioso proyecto que es determinante para el mejor futuro de Madrid". "Ahora, todo esto me lo cuentan cuando la ampliación de bicimad esté completamente realizada y cuando cualquier madrileño viva donde viva de la ciudad de Madrid pueda usar Bicimad y entonces veremos cuál es la crítica de este sistema", ha declarado para acallar los reproches de la oposición.
Desde el PSOE, su todavía portavoz municipal, Mar Espinar, había calificado minutos antes desde el atril de "sindiós" la gestión de las primeras semanas del nuevo modelo de bicimad. Un ejemplo, a su parecer, de que el alcalde "encarna el momento perdido de un mandato histórico". El portavoz de Vox, Javier Ortega Smith, había señalado que "no ha habido una gestión correcta por ninguno de los dos gobiernos [ni el de Manuela Carmena ni el de Almeida]: unos lo abandonaron hasta llevarlo a la ruina y otros, en ese afán precipitado electoral, parece que no hacen las cosas con el debido cuidado para evitar que se roben las bicletas o se dañe el mobiliario". Y Luis Cueto, todavía edil del Grupo Mixto y alcaldable por Recupera Madrid, ha tildado de "inmaduro" e "indignante" haber puesto en marcha "un proyecto tan serio para dos fotos electorales".
En opinión del primer edil, el error del nuevo bicimad ha estribado en la comunicación, al no haber sido "contundentes" a la hora de explicar cómo se debía emplear el renovado funcionamiento. "No hemos hecho los deberes en comunicación" ha admitido, al tiempo de que se ha congratulado de que el sistema eche a rodar en Hortaleza, Villaverde, Villa de Vallecas, Vicálvaro, San Blas-Canillejas y Barajas, distritos donde todavía no estaba presente.
Como ha recordado el primer edil, aquellos usuarios que incurran repetidas veces en el abandono de las bicis serán sancionados, suspendiéndoles sus cuentas de bicimad. Con esta medida, incluida la incorporación de vehículos y personal de recogida, el popular espera apagar un incendio muy perjudicial para su candidatura, a 60 días de que los madrileños acudan a las urnas.
En su turno, la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha valorado de"bastante desastrosos" los primeros compases del remodelado servicio de bicicletas públicas, si bien ha reconocido que la intención, llevar bicimad a los 21 distritos de la capital, "era buena". "La intención era buena, potenciar el transporte público de verdad, pero es verdad que el resultado no ha sido bueno. Si parte de esa corrección supone que se tiene que cambiar, no pasa nada, porque las quejas de los usuarios son fundadas", ha trasladado ante los periodistas desde la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles, valorando como opción plausible volver a cobrar por utilizar los vehículos.
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