Borja Terán Periodista
OPINIÓN

'Cover Night': el atrevimiento de lanzar un show musical al sábado noche de la tele

Miguel Bosé, uno de los reclamos de Cover Night
Miguel Bosé, uno de los reclamos de Cover Night
RTVE
Miguel Bosé, uno de los reclamos de Cover Night

La única manera que tiene La 1 de TVE para recuperar espectadores pasa por tomar decisiones con riesgo. Pero incluso el riesgo requiere cierta paciencia. La última decisión ha sido mover Cover Night al sábado noche. El talent show musical presentado por Ruth Lorenzo se estrenó hace tres semanas en el prime time del jueves para seguir la estela de Dúos Increíbles, que destacó entre todas las apuestas de la temporada especialmente por contar con Ana Belén como participante inusual.

Sin embargo, los jueves son un día muy difícil. Telecinco mantiene su reality más fuerte, Supervivientes, y encima esta semana Antena 3 programó en horario estelar la resolución del todopoderoso bote de Pasapalabra. No había nada que hacer.  Y TVE, despierta, ha intentado proteger su talent show musical moviéndolo del jueves al sábado. Un buen día, a priori, por baja competencia y que pide a gritos más programas de entretenimiento puro, que desengrasen la constante tertulia política y el previsible reality show de las tristezas ajenas. 

Buena decisión plantear en el sábado un show musical realizado en un gran escenario. Eso sí, ahora, muchos tal vez dirán que el cambio no ha sido acertado porque sólo ha congregado un 6.5 por ciento de share. Por  debajo de los testimonios lacrimógenos de Déjate Querer (8.3 por ciento de share). Paz Padilla tampoco supera la barrera del 10 por ciento de share desde Telecinco.

¿Qué ha sucedido? No es porque esté Miguel Bosé en el jurado y transmita antipatía con su chulesca actitud corporal. La tele también es transmitir antipatías, que retratan la sociedad. Y, a diferencia de otros talents shows, Cover Night cuenta con la cualidad de que permite conocer a los concursantes más de tú a tú que otros formatos similares. La audiencia se fija en las salidas del jurado pero también empatiza con los participantes de diferentes generaciones y culturas sociales, que mantienen su protagonismo casi omnipresentes en la puesta en escena. Quizá al talent le falta potenciar más la escenografía de cada actuación. Las pantallas cuentan con proyecciones gruesas y falta construir atmósferas que potencien cada actuación. Debilidad que suplen con la expresividad del jurado, donde destaca la experiencia de Mónica Naranjo y la ilusión joven de Chanel.  

Al final, uno de los grandes problemas de Cover Night está en que La 1 de TVE ha perdido hace tiempo las rutinas del espectador. Y es difícil recuperarlas sólo con movimientos instantáneos de prime time. De ahí también que sus estrenos en entretenimiento en el sábado no funcionen desde años atrás. El público ansioso de shows en el sábado no se entera si hay la oferta que ansían. Han tirado la toalla del mando a distancia. Así que los atajos no existen, la única estrategia de La 1 está en la paciencia para remarcar citas en los hábitos diarios del recuerdo colectivo. Para alcanzar ese objetivo, obviamente son necesarios buenos, luminosos, inspiradores y, especialmente, originales programas, pero también orden: no tener excesiva prisa y ser perseverante para que te reconozcan y reconecten aquellos que han olvidado que incluso los sábados por la noche sigues existiendo.

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