Los concursantes de Supervivientes tienen pocas cosas: machete, alguna olla, esterillas, repelente de insectos, protector solar, agua... lo que no tienen es maquillaje. Por ese motivo a los espectadores más atentos les llamaba la atención de un tiempo a esta parte un pequeño detalle: el color de labios de Adara. 

Y es que no importa lo que haga la joven en el concurso, siempre parece que lleva los labios con el carmín recién puesto. Pero no es algo pasajero, sino permanente. 

El evidente tonteo de Manuel Cortés con dos de sus compañeras en 'Supervivientes 2023'

Fue en noviembre del año pasado cuando Adara Molinero contaba en sus redes sociales que se había sometido a un tatuaje de labios o micropigmentación, un procedimiento estético que inyecta pigmentos de color en la piel de los labios, realzando su color e incluso su forma y apariencia. 

El procedimiento, muy parecido al de un tatuaje convencional, es doloroso, pero dura solo un par de horas y se pueden emplear anestésicos locales. Tras el tratamiento hay que esperar 45 días hasta que cicatrice y se quede el color definitivo, que durará entre dos y tres años. 

Cuando Adara se tatuó los labios ya tuvo que salir a explicar que las primeras fotos que subió, con los labios hinchados y muy rojos, eran solo preliminares. "Están hinchados. Aún tiene que bajar el hinchazón y un poquito el color", explicaba a sus fans en Instagram. "El color está todavía muy potente, lógicamente. Me lo acaban de hacer. Esto es como si fuera una herida, más o menos", insistía. 

Es por eso que ahora, a pesar de las penurias que se pasan en los Cayos Cochinos, en Honduras, la exganadora Gran Hermano parece maquillada, cuando en realidad todos tienen que ir a "cara lavada" todo el tiempo.