Dolor y luto en Camarles, que acoge este martes el funeral por los adolescentes que murieron en un accidente de coche

Camarles, Tarragona, despierta este martes entre lagrimas. Durante la mañana se celebrarán los funerales de Álex, Marc y Pau, los tres jóvenes de 12 y 15 años que murieron tras un trágico accidente de coche el pasado lunes. La investigación sigue abierta en un intento de esclarecer las causas que provocaron el accidente. 

El funeral tendrá lugar en la iglesia de Camarles, los féretros ya están en el tanatorio de Delrebre, según Informativos Telecinco. El ayuntamiento de la localidad ha decretado una semana de luto y ha guardado un minuto de silencio en memoria de las tres víctimas. Más de medio centenar de personas se han unido al homenaje ante la sede el consistorio. 

Los tres jóvenes se dirigían junto a otros coches a ver un partido de fútbol. El vehículo salió de la carretera TV-3022 en El Perelló y calló por un barranco, después se incendió. El único superviviente fue el conductor, de 19 años, el cual se encuentra en estado muy grave en el Hospital del Vall d’Hebrón, Barcelona.

El directivo del Club de Fútbol Camarles, José Bertomeu, ha informado a Efe que un autobús que había sido fletado para el evento deportivo y varios coches particulares se dirigían a este partido de fútbol, cuando se produjo el accidente.

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El club ha suspendido todos los entrenamientos hasta que los menores  así como el resto de actividades del club. Las banderas ondearán a media hasta en Camarles y se suspenderán los actos programados durante toda la semana. 

Por su parte, los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para determinar las causas del accidente, cuyo expediente tramitarán al juzgado de Tortosa, encargado del caso. "Un cúmulo de despropósitos que acabaron de la peor forma posible", han afirmado los Mossos. 

Los jóvenes podrían haber incumplido las normas de velocidad, además, también se baraja una posible distracción del conductor que le habría hecho perder el control del vehículo y dar un volantazo que acabaría con la caída del automóvil por el barranco.