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Por qué es importante mencionar la Educación Especial en las becas: "Facilitaría mucho a las familias el proceso de solicitud"

  • Organizaciones como CEDDD y ANCEE creen que no hacer mención invisibiliza los estudios de Educación Especial. 
Dos adolescentes con discapacidad en el aula.
Dos adolescentes con discapacidad en el aula.
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Dos adolescentes con discapacidad en el aula.

El pasado martes 21 de febrero se aprobó el real decreto que regula las becas y ayudas al estudio para el curso 2023-2024. El capítulo III está enteramente dedicado a ‘Ayudas al estudio y subsidios para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo’, un capítulo por el que se regulan las ayudas a las que tienen acceso unos 240.000 alumnos de necesidades educativas especiales.

Al especificar los ciclos y niveles educativos a los que van dirigidas estas becas, el decreto hace mención expresa a "Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, ciclos formativos de Grado Medio y de Grado Superior, ciclos formativos de Grado Básico, así como los otros programas formativos de Formación Profesional". 

No menciona, en cambio de manera expresa los niveles EBO (Educación General Básica) y las aulas de TVA (Transición a la Vida Adulta), los proyectos educativos que se imparten en centros de Educación Especial y otros con adaptaciones curriculares para alumnos con necesidades especiales que se imparten en estos centros.

Esto no quiere decir que los alumnos matriculados estén excluidos del sistema de becas. De hecho, se solicitan de manera similar y a través del mismo impreso en los centros de Educación Especial, pero desde organizaciones como el Consejo Español para Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) y la Asociación Nacional de Centros de Educación Especial (ANCEE) consideran que, aunque es cierto que tampoco ha aparecido otros años, sí deberían incluir de manera expresa los currículos de referencia en los centros de Educación Especial para no dar lugar a malentendidos, "dado que lo que no se nombra no existe, la ausencia de esta referencia supone obviar a una modalidad educativa que goza de una tradición de décadas en España y a los miles de menores con discapacidad que estudian en Educación Especial. Y lo que es aún peor, puede dar lugar a malinterpretaciones de la ley que dejen sin los 400 euros a familias que se sientan excluidas y verdaderamente lo necesiten", aseguran desde CEDDD.

La ausencia de esta referencia supone obviar a una modalidad educativa

Carlos Valiente, presidente de la Asociación Nacional de Centros de Educación Especial, reivindica lo mismo, más claridad para las familias con alumnos de centros de Educación Especial, para que no haya ningún tipo de duda. "No deja de ser llamativo que en un decreto en el que se dedica un capítulo entero, el capítulo III, a las Ayudas al estudio y subsidios para el alumnado con necesidad específica de apoyo educativo, no se haga una mención expresa a la Educación Especial. Si queremos facilitar la vida a las familias y no crear ningún tipo de malestar, no costaría nada incluir los proyectos educativos que se estudian en Educación Especial, al EBO y al TVA", asegura.

Lo que no se nombra no existe

Desde el Ministerio de Educación, en cambio, no ven necesario que se especifique porque nunca se ha hecho así y nunca ha llevado a confusión y porque, según explican, la Educación Especial en sí no es un ciclo educativo, son alumnos con necesidades especiales, a los que sí se hace referencia en el decreto, en el apartado específico, al margen de en qué centro se escolaricen.

Además, aseguran que ya se habla expresamente de la Educación Especial en el Real Decreto 1721/2007, donde se estableció por primera vez ‘el régimen de las becas y ayudas al estudio personalizadas’. En él, se dice textualmente que ‘quienes opten a la obtención de estas ayudas deberán estar escolarizados en un centro específico, en una unidad de Educación Especial de un centro ordinario o en un centro ordinario que haya sido autorizado para escolarizar a alumnas y alumnos con necesidad específica de apoyo educativo’.

De alguna manera se dificultan estos trámites cuando tenía que ser precisamente lo contrario

Mar Ugarte, adjunta a la Presidencia de CEDDD no está de acuerdo, pues en España sí existe una normativa que regula estos currículos, concretamente la Resolución de 25 de abril de 1996 de la Secretaría de Estado de Educación por la que se regula la elaboración del proyecto curricular de la Enseñanza Básica Obligatoria en los centros de educación especial, "hay una resolución específica de 1996 que sí hace mención y regula la Educación Básica Obligatoria (EBO) en centros de Educación Especial. En esta resolución se establece un currículum que es algo diferente al de la Educación Ordinaria. Haciendo mención en el decreto de estos niveles, se eliminarían los equívocos y se facilitaría mucho a las familias con hijos en Educación Especial solicitar la beca. Es un tema de seguridad jurídica", señala.

A día de hoy, como explica Ugarte, "los impresos de descarga están preparados solo para la ordinaria", es decir, que las familias con alumnos en Educación Especial no pueden especificar en el impreso que sus hijos estudian EBO, porque no aparece, solo aparecen "las clasificaciones de la ordinaria". Lo que tienen que hacer en la actualidad es rellenar el impreso en función de la edad que tiene su hijo. Es decir, que si tiene 14 años, rellena el impreso como si cursara tercero de la ESO, aunque en la práctica no sea así.

"Habrá que esperar a que salga la convocatoria para ver si se especifica en esos formularios o no", añade Carlos Valiente, "será el momento en que los padres se encuentren con los formularios para saber dónde ubicar a sus hijos". Aunque hasta ahora nunca se ha hecho, Valiente también opina que se deberían especificar los proyectos EBO y TVA para facilitar la gestión a las familias y para visibilizarlos, "junto a la EPO, a la primaria, está la EBO, la básica, que es la que se estudia en estos centros. Es cierto que unos padres pueden decir ‘vale, mi hijo tiene 14 años, y el equivalente es 3º de la ESO. Entonces, tengo que poner que estudia ese curso’, pero ¿por qué no facilitarles las cosas precisamente a una población que es más vulnerable? De alguna manera se dificultan estos trámites cuando tenía que ser precisamente lo contrario. Lo bien hecho, bien parece", explica.

Lo que no se menciona, lo que no se nombra, no existe. Y es importante que los alumnos se vean reflejados, que vean que lo que ellos estudian existe

Sería una forma también de que tanto el alumnado como las familias vieran que sus estudios son tenidos en cuenta. "Como suele decirse, lo que no se menciona, lo que no se nombra, no existe. Y es importante que los alumnos se vean reflejados, que vean que lo que ellos estudian existe, porque si tienes que ponerlo ‘a ojo’, por aproximación, irse a lo que oficialmente existe, da la impresión de que lo que ellos estudian no tiene que existir. No hay que dar las cosas por supuesto, hay que especificar", afirma Valiente. "Si hasta ahora no se hubiera explicitado en otros asuntos educativos, y buscamos el progreso sin fisuras, intentando no dejar a nadie atrás, ¿no es una oportunidad para fomentar un avance, aunque sea simbólico, a través de dar más visibilidad a nuestra realidad otorgándole un espacio propio?", añade. 

A efectos prácticos, no va a influir en si le conceden la beca o no o la cantidad, pues esto le resuelven en función de las necesidades y circunstancias de cada alumno, pero una mención expresa facilitaría las cosas y aportaría seguridad a las familias. Además, Mar Ugarte considera que hay que estar vigilantes, pues "teniendo en cuenta la disposición adicional cuarta de la LOMLOE, donde se aboga por la reducción de la Educación Especial", el lenguaje es muy importante. 

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