A pesar de lo que puede suponer perder un hijo, unos padres tuvieron el coraje y la valentía de seguir adelante con el embarazo, aún sabiendo que el pequeño tenía pocas posibilidades de sobrevivir, sólo para poder donar sus órganos para ayudar a otro bebé que lo necesitaba. 

Este hecho, que ha supuesto un doble hito, ha ocurrido en Madrid, concretamente en el Hospital Gregorio Marañón se ha convertido en el primero en España en llevar a cabo este tipo de trasplante, en el cual los médicos obtuvieron las válvulas cardiacas del bebé fallecido durante el parto para poder donárselas a otro bebé.

En la semana 24 -sexto mes- del embarazo, los médicos se dieron cuenta de que el feto sufría una anomalía que podía ocasionar diferentes malformaciones en el bebé. A pesar de que los médicos informaron de que las posibilidades de vivir eran muy remotas, los padres decidieron seguir adelante y continuar con el proceso de gestación para poder donar los órganos a otro bebé que lo necesitara. 

“Transportar un órgano para un trasplante en un niño o un bebé es especialmente emotivo”

Finalmente el parto se llevó a cabo por voluntad de los padres, que en todo momento se mostraron firmes en su idea. A lo largo de todo el proceso, que debido al valor sentimental pudo ser muy traumático, los padres estuvieron acompañados por un equipo multidisciplinar de sanitarios liderado la obstetra Carmen Viñuela, del Servicio de Ginecología y Obstetricia, y Dorita Blanco, médico del Servicio de Neonatología, según informó Cadena Ser. 

El Gregorio Marañón se trata de un hospital especialista en el cuidado del corazón de los más pequeños, con 50 años de experiencia, siendo así un Centro Nacional de Referencia (CSUR) en Trasplante Cardiaco Infantil, Cardiopatías congénitas desde el feto al adulto, Cardiopatías Familiares y Cirugía Cardiaca en Cardiopatías congénitas en niños y adultos.