La Sagrada Família roza las visitas precovid y a final de año acabará las dos torres de los Evangelistas que faltan

  • El parón constructivo de 2020 no permite dar una fecha fija de finalización del templo, que se esperaba para 2026. 
  • En 2022, la basílica de Antoni Gaudí recibió a 3,7 millones de personas, el 80% de las cifras prepandémicas. 
La torre del Evangelista Lucas ya está acabada con la escultura de la figura del tetramorfo en forma de buey alado con un libro.
La torre del Evangelista Lucas ya está acabada con la escultura de la figura del tetramorfo en forma de buey alado con un libro.
SAGRADA FAMÍLIA
La torre del Evangelista Lucas ya está acabada con la escultura de la figura del tetramorfo en forma de buey alado con un libro.

Casi 3,8 millones de personas, en un 82,5% de origen internacional y el resto españoles (17,5%), visitaron el año pasado el templo expiatorio de la Sagrada Família de Barcelona. La gran obra magna aún inacabada del genial arquitecto Antoni Gaudí recibió, en concreto, a 3.781.845 personas, un millón menos que en 2019 (4,7), pero tres veces más que en 2021 (un millón de personas desde que reabriera el templo en mayo). Desde que empezaron las visitas en el año 1915, han visitado el monumento 82,8 millones de personas.

Las cifras son más que satisfactorias, para los representantes de la basílica, que han comparecido este miércoles para presentar la Memoria de 2022, teniendo en cuenta que suponen un 80% de las visitas que registraba el templo antes de la pandemia de Covid, 8 puntos porcentuales más que el 72% que habían previsto. Los ingresos del año pasado fueron de 100,7 millones de euros, de los que algo más de  la mitad (el 53,9%) han sido destinados a los trabajos de construcción (43%) y gestión del monumento (el resto). El templo ha hecho prácticamente la misma caja que en 2019, cuando reunieron en total 102 millones de euros. 

En cuanto a las obras, avanzan a buen ritmo, asumiendo que tuvieron que pararse entre marzo de 2020 y mayo de 2021 por la irrupción de la pandemia (una circunstancia excepcional que solo ha experimentado la Sagrada Família en otra ocasión desde su inicio en 1882: durante la Guerra Civil Española). Y que los costes de construcción se han disparado entre un 20% y un 30% por el encarecimiento de los materiales, principalmente piedra y acero, y por la subida del precio de su transporte. Lo ha afirmado el director general de la junta constructora, Xavier Martínez. 

Pero, por motivos obvios, se están recuperando las que tuvieron que anularse por el coronavirus y esto implica que la junta constructora no se haya atrevido este miércoles a asegurar que el templo esté finalizado en el año 2026. Los paquetes de entradas que se han ofertado a los visitantes en 2022 han permitido hacer frente a todos los pagos del templo y, además, guardar un remanente para futuras contingencias, ha indicado Esteve Camps, el presidente delegado de la junta.  

Los ingresos del año pasado fueron de 100,7 millones de euros, de los que algo más de la mitad (el 53,9%) han sido destinados a los trabajos de construcción (43%) y gestión del monumento (el resto)

También están en disposición de asumir los compromisos económicos adquiridos con el Ayuntamiento de Barcelona en el año 2018, de los que ya han pagado 10,2 millones de euros de los 36 millones comprometidos para los próximos 10 años. En su momento (2019) también se pagaron los 4,6 millones de euros correspondientes a la licencia de construcción que les otorgó el Consistorio. En concepto de limpieza y mantenimiento del entorno del templo se han satisfecho 1,2 del total de 3 millones de euros apalabrados con el gobierno municipal. 

El proyecto de la escalinata monumental hasta la fachada de la Gloria, que supondrá la expropiación de varios edificios, sigue adelante para la junta constructora, que tiene claro que su cometido es cumplir el proyecto de Gaudí. Tras la obtención de la licencia de obras, se convocó una reunión a tres bandas entre vecinos, Ayuntamiento y templo, y se emplazó a todas las partes a celebrar una segunda que todavía no se ha producido, ha admitido Camps. 

Otras dos torres centrales acabadas este 2023

Las obras avanzan actualmente con la intención de finalizar antes de que acabe 2023 otras dos de las seis torres centrales de los Evangelistas que ideó Gaudí, las de Mateo y Juan, tras las dos que se ultimaron el año pasado (las de Lucas y Marco con las esculturas del buey y del león coronándolas), como ha remarcado el arquitecto director del templo, Jordi Faurí. A finales de este año, la Torre de Jesús subirá tres niveles más. Se prosigue con la construcción de la capilla de la Assumpta detrás del ábside de la basílica y del claustro de unión con la sacristía de la calle de Provença.

Del mismo modo, se ha iniciado la restauración de la fachada del Naixement, comenzando con el claustro del Roser y por dos de los cuatro pináculos de las torres de los Apóstoles Judas y Matías que la forman. Este 2023 se proseguirá con las torres de Bernabé y Simón, que podrían estar acabadas en el próximo mes de octubre. 

Menos turismo asiático y ausencia del ruso, pero más visitantes españoles 

El turismo surcoreano está ayudando a que los asiáticos vuelvan a tener presencia como visitantes del templo tras las limitaciones de viaje impuestas por la pandemia de coronavirus. El turismo chino y japonés es aún testimonial mientras que al ruso "ni se le ve", en contraste con 2019, cuando era "muy numeroso en la ciudad", ha dicho Martínez este miércoles. En cambio, 2022 fue un gran año para el turismo español, una tendencia nunca vista antes de la crisis sanitaria. 

Del 17,5% de visitantes nacionales, un 30% fueron catalanes, seguidos de un 11,3 de madrileños, un 10,8% de andaluces y un 10,4% de valencianos. Les han seguido los castellano-leoneses y los vascos, ha admitido Martínez. 

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