El pasado 18 de febrero, Isabel Preysler cumplió 72 años. La socialité celebró este día tan especial rodeada de sus seres queridos en su casa de Puerta del Hierro.

Han pasado ya dos meses desde que su ruptura sentimental con Mario Vargas Llosa fuera portada de todas las revistas del corazón. Mientras este retoma su relación con su exmujer, Patricia Llosa, la aristócrata ha tomado una decisión que se repercutirá en su día a día.

Y es que Isabel Preysler ha decidido ponerse en forma. La filipina, que se encuentra alejada de los focos mediáticos, va a empezar a cumplir con uno de los objetivos que muchos se plantean nada más entra un nuevo año.

Isabel Presyler vuelve a querer a su nuero, Íñigo Onieva

Fue este lunes cuando las cámaras de Europa Press captaron el coche de un entrenador personal entrando en la vivienda de Preysler para, posiblemente, comenzar ya con la rutina de entrenamiento adecuada para ella.

Uno de los motivos por los que precisamente la empresaria habría tomado esta decisión podría ser para mantener la mente despejada durante una parte del día y así despejarse de todo lo que está dando de que hablar su separación con el premio Nobel.

Otra de las razones podría ser la boda de Tamará Falcó con Íñigo Onieva. Este enlace se celebra, en principio, el próximo 8 de julio, y a Isabel Preysler le gustaría ir radiante, puesto que es un acontecimiento muy importante para su hija.