Les ha venido bien esta segunda oportunidad. Tamara Falcó e Iñigo Onieva están demostrando que no siempre es un error recuperar un amor que parecía demolido. Tanto es así que están volcados en la boda que finalmente tendrá lugar el 8 de julio en El Rincón.

Quieren que el enlace sea un acontecimiento que permanezca siempre vivo en la memoria de los cerca de trescientos invitados. No será tan íntima como se pensó en un primer momento, pero ambos están escogiendo con total coherencia a las personas que les acompañarán en un día tan importante.

Aunque Tamara lleva la voz cantante, Onieva está participando activamente en los preparativos. Está totalmente implicado porque quiere que la fiesta tenga su particular sello. Están convencidos de que todo saldrá según lo estipulado. Fuentes cercanas a la pareja explican a 20minutos que para algunos asuntos también están pidiendo consejo a Isabel Preysler, quien está encantada con la reconciliación y la boda.

Así lo demostró el pasado sábado cuando la Reina de Corazones recibió en su casa de Puerta de Hierro a su núcleo de hierro para celebrar su setenta y dos cumpleaños.

El reencuentro entre Preysler e Iñigo fue de lo más natural y no hubo ni reproches ni indirectas. Mami Isabel ve a su hija totalmente feliz y convencida y eso es lo único que verdaderamente le importa.