La llegada de un bebé a una casa con gatos: "Intentemos que los cambios que hagamos en la casa sean progresivos"

Un gato oliendo a un bebé.
Un gato oliendo a un bebé.
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Un gato oliendo a un bebé.

Para aquellos amantes de los animales es posible que se topen en algún momento de su vida con la situación de ampliar la familia a la vez que tenemos animales en casa. La llegada de un bebé a casa es algo que debemos gestionar no solo nosotros, si no también nuestras mascotas, ya que para ellas también supone un cambio importante. Especialmente si hablamos de gatos.

Lo mininos son animales con un alto apego al entorno en el que viven, siendo grandes amantes de la rutina y de que todo sea predecible para ellos, es por eso que, la llegada de un bebé a casa puede alterar todo el entorno y producirles estrés y ansiedad. 

Así lo afirma, Pedro Pablo Mayo, veterinario perteneciente a la plataforma EliteVeterinaria.org y experto en medicina felina, quien nos recomienda que, ante la llegada de un bebé, intentemos que "los cambios que hagamos en la casa sean progresivos, para que el gato se pueda ir acostumbrando paulatinamente".

Al fin y al cabo, ante cualquier cambio, sea la llegada de un bebé o cualquier otra situación, si tenemos a estos pequeños felinos en casa debemos de cuidar muy bien que todo sea progresivo y así evitar comportamientos extraños provocados por el estrés.

Medidas que tomar antes de la llegada del bebé a casa

Además de realizar los cambios de forma paulatina, Mayo nos aconseja "darle una oportunidad al gato para que investigue y acepte los nuevos cambios". "Los gatos producen feromonas en la zona de la cabeza por delante de sus orejas y en las mejillas", detalla. "Estas feromonas (con las que impregnan el territorio en el que viven y a las personas con las que habitan hacen que reconozcan el entorno como familia y les hace sentir seguros y tranquilos".

"Puede ser útil frotar un paño suavemente en estas zonas de su cabeza, cuando estén tranquilos, y luego hacer lo mismo sobre los objetos nuevos en el hogar para que los reconozca como parte de su territorio y los acepte mejor", añade.

El veterinario experto en medicina felina también considera beneficioso ofrecerle al gato "sitios donde pueda refugiarse cuando lo desee, fuera del alcance del niño, como cajas de cartón, estanterías en zonas elevadas, etc.".

Ponerle el sonido de un bebé llorando para que vea que no es algo de lo que deba preocuparse le puede ayudar a acostumbrarse

"También, si es la futura mamá quien siempre alimenta al gato o a los gatos, puede ser útil, antes de que regrese a casa con el niño, que la persona que va a realizar esta tarea en su ausencia o cuando vuelva y esté ocupada con el niño, lo empiece a hacer unos días antes del parto para que el gato se acostumbre", añade.

Otro consejo útil que nos ofrece el veterinario es acostumbrar al gato al sonido de los bebés. "Ponerle el sonido de un bebé llorando para que vea que no es algo de lo que deba preocuparse le puede ayudar a acostumbrarse a este sonido con el que va a tener que convivir", explica. "Hay muchas opciones para esto en internet. Primero se lo debemos de poner a un volumen bajo y lo podemos ir aumentando progresivamente".

Por último, tras el nacimiento del bebé y antes de llevarle a casa, Mayo cuenta que "es bueno llevarle al gato ropa del recién nacido para que la huela y le resulte familiar".

Medidas para proteger al bebé a su llegada

El primer día que llega el bebé a casa es uno de los momentos clave. "Es importante tener calma y mantener la atmósfera lo más relajada posible", detalla el experto. "Permite que tu gato huela al bebé y que descubra qué es esta 'nueva y ruidosa criatura' con su olor característico".

"La mayoría de los gatos se adaptan muy rápido a la nueva situación, incorporando al nuevo ser humano a su entorno, pero es importante mantener una serie de medidas para proteger al bebé", añade.

La habitación del bebé no debe ser una zona de acceso para el gato, especialmente mientras el primero sea muy pequeño

La primera de ellas es que debemos lavarnos las manos siempre que toquemos al gato y tras limpiar su bandeja de arena. "También tenemos que mantener al gato alejado de las superficies de la cocina y que la habitación del bebé no sea una zona de acceso para el gato, especialmente mientras el primero sea muy pequeño", aconseja Mayo.

"Podemos colocar una red sobre la cuna del bebé o su parque de juegos o cochecito para evitar que el gato acceda a su interior y debemos mantener al día las desparasitaciones del gato, tanto internas como externas", concluye.

¿Y si nuestro gato no se adapta a nuestro bebé?

Aunque la mayoría de los gatos se acostumbran muy rápido a la llegada de un bebé a casa, puede haber otros, más sensibles, que pueden verse bastante alterados y les puede costar un poco más. "Orinar fuera de su bandeja puede ser uno de los modos de expresar la ansiedad que pueden tener", detalla Mayo.

Debemos crear un ambiente que permite que el gato acceda a lugares donde no pueda ser molestado cuando lo desee

"En estos casos debemos de aumentar su sensación de seguridad creando un ambiente lo más enriquecido y apropiado para ellos, proporcionándoles zonas seguras para esconderse, utilizando feromonas sintéticas, etc.", recomienda el experto en medicina felina.

En resumen, para beneficiar una buena relación entre nuestro bebé y nuestro gato, debemos introducir todos los cambios progresivamente para que el gato los vaya asimilando e incorporando como parte de su rutina y entorno y debemos de crear un ambiente que permite que el gato acceda a lugares donde no pueda ser molestado cuando lo desee.

"Nunca debemos de dejar al bebé a solas con el gato y a medida que este crece debemos de enseñarle cómo debe de interaccionar con el gato, de modo pausado, sin ruidos y dejando libertad al gato para que se vaya cuando lo desee, con interacciones cortas y predecibles", concluye Mayo.

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