El influencer Andrew Tate y su hermano Tristan seguirán en custodia de las autoridades rumanas, por lo menos, hasta el próximo 27 de febrero. Así lo ha decidido el Tribunal de Apelación de Bucarest tras rechazar el segundo recurso de libertad de los británico-estadounidenses. 

El defensor del exboxeador intentó por segunda vez este pasado 1 de febrero alegar para que pudieran poner en libertad tanto a los hermanos como a sus dos cómplices, Georgiana Naghel y la expolicía Alexandra Luana, tras ser detenidos el pasado 30 de diciembre por el presunto delito de tráfico de personas. 

En ese momento se dictaminaron 30 días de prisión preventiva y ahora la retención se ha alargado otra vez más. Los fiscales pueden llegar a pedir hasta 180 días de detención. 

Mientras, desde el equipo de Tate aseguran que no tienen ninguna prueba que demuestren los delitos de los que les imputan. "Me persiguen porque soy rico y exitoso", ha asegurado. 

En los últimos días, también ha hablado de las condiciones de la celda, asegurando que "las cucarachas, los piojos y las chiches" son sus "únicos amigos por la noche". 

Además, después de que le incautaran los 15 coches de lujo, entre los que había tres Porsches, dos Perrari o cinco Mercedes, y las 10 propiedades que tenía en Rumanía, se quejó de que el país "no tenía justicia". 

Un tema del que se había jactado en anterioridad, presumiendo que sus laxas leyes era la razón por la que había decidido cambiar de residencia y comenzar allí su negocio de webcams.